Sueños secretos [COMPLETA]

Epílogo.

SUEÑOS SECRETOS

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Canción: Stop and stare — One Republic

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París, Francia. Diez años después.

El frío gélido se cuela por las botas que llevo puestas. París siempre es así, frío. Son muy pocas las veces que logro disfrutar de la calidez que hay en la ciudad. Por lo regular siempre estoy metida en el estudio o en la agencia. Mi trabajo se determina en el tiempo invertido, así que por lo menos me llevo una o dos campañas publicitarias por cada temporada, también me gusta salir a recorrer la ciudad, aunque ya hace mucho tiempo que no lo hago por cuestiones de trabajo.

Subo el gran edificio de la agencia y me sacudo las botas en la alfombra de entrada. Amellie, mi asistente y pasante, me recibe con una gran sonrisa. Es raro acostumbrarte a que tendrás a una sombra que te ayudará, por lo regular me gusta moverme de un lado a otro mientras traiga la cámara entre manos.

—Hace un frío horrible —expreso, sacudiendo mi abrigo de las pequeñas gotas que se colaron.

—Usted nunca se acostumbra al frío de aquí —ríe ella.

Ruedo los ojos porque tienen razón. Llevo diez años invertidos en esta ciudad que ni siquiera soy capaz de olvidar la calidez que brindaba el clima de Phoenix.

París la mayoría de las veces era frío, siempre tenía que andar abrigada de un lado a otro. Así que por lo menos mi oficina ayudaba a que no sufriera tanto de ese frío, me gustaba siempre mantenerla cálida.

—Tienes razón, Amellie. Nunca podré acostumbrarme al frío sólido de esta ciudad por más que quiera.

—¿Le preparo un café?

Negué.

—Iré a editar algunas fotografías de la campaña, así que mejor encárgate de los preparativos en el estudio. Etienne quiere que todo esté listo para que las modelos se sientan cómodas ahí. Después de que terminemos con eso podrás irte al instituto, ¿te parece?

—Me encanta la idea. —Ella se pasó una mano por el cabello oscuro. Sus ojos celestes estaban brillantes.

Tan brillantes como un día yo los tuve por la profesión que elegí. Pero en fin, eran elecciones de vida.

Paso a mi oficina y me siento en el gran escritorio, ahora ya es más mío. Recuerdo que cuando ingresé de pasante, justamente aquí, era la chica americana que sólo servía café, ahora, después de tanto tiempo, me encuentro como Directora en Fotografía y Ediciones. Era un puesto muy importante, de mí dependía la imagen de la empresa.

—El arquitecto que el señor Etienne contrató ha hecho un buen trabajo con la sede en Nueva York —comentó.

Levanté la vista en ese momento, ella estaba colocando apuntes en su tableta mientras me hablaba, no pude evitar fruncir el ceño porque no había hablado con Etienne acerca de la sede en Nueva York.

—Eso espero —murmuré—. Etienne ha invertido demasiado en ese edificio, lo menos que se merece es tener una bonita agencia allá también.

—Models Fontaine es todo un imperio europeo, no creo que haya problema en Nueva York, además la construcción se ha llevado a cabo en un año...

—Sí, eso sí supe —la interrumpí.

—El arquitecto es joven y apuesto —rió ella mientras seguía tomando sus apuntes en la tableta—. Me comentaron que fue de los mejores alumnos graduados en la universidad de Cornell.