Extra 02.

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SIEMPRE JUNTOS

¿El primer beso? Ese solo cuenta si se lo otorgas a la persona correcta.

• • •


Formar una amistad con Daniel no había sido tarea fácil, las diferencias entre ellos era una de las causas principales. Tener a Kate era un milagro, pues esa pequeña niña con unos rizos alborotados se había convertido en la mediadora de esos dos pequeños a los cuales ya les había tomado cariño. Todos se habían sorprendido cuando se dieron cuenta de esa amistad que habían formado los pequeños, era increíble de ver que ambos se hicieran amigos.

—¿Crees que Santa Claus piense que somos buenos niños? —Daniel, con esas mejillas regordetas, preguntó a Ellison.

—Yo creo que sí, tal vez ya olvidó lo del crayón verde y también lo de la rana.

Los pequeños estaban entusiasmados con la idea de los juguetes, pero lo que más los tenía dando brincos era la comida, esa comida que compartían con sus familiares. Daniel y Ellie habían acordado en pasar juntos la primera navidad como amigos. Así que esa Nochebuena la pasarían en el patio de su casa, junto con todos los integrantes de la familia Wise.

Los pequeños Daniel y Ellison estaban esperando a que cayera la noche. Ambos muy bien abrigados mientras jugaban con un balón de fútbol.

—No creo que Santa Claus sea tan malo, Daniel. —La niña arrugó el entrecejo—. Extraño a Kate, pasaríamos una buena navidad nosotros tres ¿no crees?

—Pero dijo que no se iría por mucho tiempo, solo son dos semanas. —Patea el balón hacia la niña.

—Por lo menos Nolan y Ethan vendrán. Verás que te caerá bien Nolan, él es un niño un poco llorón.

—¿Llora mucho?

—Sí, el domingo pasado lloró porque Ethan le dijo nena. ¿Eso es malo?

Daniel frunció el ceño, no sabía si era algo malo, nunca había insultado a nadie. Y nunca nadie le había dicho nena.

Se la pasaron hablando todo el tiempo, hablando sobre cosas triviales, siendo los mejores amigos.

—Ya llegó la familia, Ellie —su madre desde el umbral de la puerta llamó a la niña. Los pequeños estaban hechos un desastre y debían ser aseados para convivir con la familia.

—Mamá, quiero jugar más con Daniel.

—Nada de mamá, anda, a casa. —La señora Wise se giró a Daniel sonriendo—. Sólo se bañará.

Era imposible no poder ver a ese pequeño niño, sus sonrojadas mejillas y ese cabello negro despeinado hacían verlo adorable. Los señores Wise le habían tomado cariño, aunque el padre de Ellison mantenía la guardia sobre ese pequeño, pues la adolescencia llegaría y ni quien la detuviera.

• • •

—Nolan, no llores —rogó Ellie. Él pequeño niño lloraba porque, una vez más, su hermano mayor tenía la culpa.

Ethan, ese niño que apenas entró en la pubertad, ese niño de once años que acababa de destrozar la infancia e ideas inocentes de su hermano, sí, acababa de decirle que Santa Claus no existe.

—Sabe perfectamente que quien compra los regalos es mamá, no sé por qué llora —bufó Ethan. Sus dotes de grandeza, su gran arrogancia creció desde que dio su primer beso. Claro, se encargó de decírselo a Brenda, se burlaba de ella por ser menor y porque no tenía novio.

Sueños secretos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora