Sueños secretos [COMPLETA]

21.

PRECIPICIO

***

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Cierro los ojos intentando mantener la cordura.

Hoy es un día importante.

Mantuve los codos sobre las rodillas mientras retorcía los dedos. Era un asco en este momento.

Después de tres años de entrenamiento vería si al fin jugar lacrosse era mi pasión. Vería si esos entrenadores se fijaban en Nolan y en mí. O en cualquiera de los chicos del equipo. Queríamos universidades con becas seguras.

Todos están entrando en pánico. ¿Quién no? Hoy por fin sabremos si nos vamos a regionales. Nolan como puede se tranquiliza con ayuda de su hermano. Pero yo estoy solo sentado en la última banca tratando de calmar mis nervios.

Cuando salimos al campo la tensión crece al ver a cierto imbécil merodeando con un palo para calentar.

Chris.

Siento como la ira se acumula en mi cabeza al pensar en lo idiota que fui hace más de un año.

De solo pensar en que Leyra y él se burlaron me entran más ganas de molerlo a golpes.

No puedo creer en lo ciego que fui al no darme cuanta de las intenciones de la chica al acercarse a mí de forma para nada fraternal. La chica de buen físico fijándose en el chico que apenas estaba perdiendo los kilos de la niñez gracias a practicar lacrosse en el instituto.

Recuerdo que ella era una chica sumamente hermosa, demasiado atenta a lo que a mí respecta. Su cercanía me gustaba, lo que después nos llevó a tener conversaciones largas y después a los besos, ella se convirtió en mi novia. Con ella experimenté muchas cosas, fuimos buenos compañeros de cama y sin duda también experimenté una traición. Después de un tiempo sospeché mucho de su cercanía con el idiota de Chris, cuando comprobé que eran amantes la ira me embargó y no medí mis actos, más me enfurecí cuando me enteré que desde antes de conocernos mejor, Leyra había estado con Chris, que lo dejó por mí y que quiso mantener su relación aun estando conmigo. Era su juego, primero Chris, luego yo, y al final Nolan, pero éste no le resultó porque su máscara cayó y la eché de mi vida.

Besos con Leyra me llevaron a perder, me llevaron a perder a mi mejor amiga. Y ahora temo que besos con Ellie me lleven a perderla como justo ahora lo hacía...

Aunque no quiero que eso suceda.

Cierro los ojos de nuevo, intentando contener mi ira. Debo dejar lo mejor de mí en el campo ahora. Ser mejor que nadie. Ser alguien que cumple un sueño, un sueño que mantuvo en secreto.

—Dani, sé que ese idiota quiere fastidiar nuestro juego, así que sólo ignora al chico y no pienses en él —Nolan me pasó un palo y me lanzó una pelota—. Que inicie el verdadero juego que determina nuestras vidas.

Le di una forzada sonrisa y busqué entre las personas a mi tía. Ahí estaba, junto a Ethan. Me coloqué el casco y conté hasta tres para comenzar a calentar.

Me ponía de los nervios ver que todos estaban relajados, pero creo que tenía motivos para estar nervioso. La semana pasada creí tenerlo todo con Ellie, creí que ella estaría aquí para apoyarme. Pero por ser cobarde y no contarle cosas que pasaron en mi vida, no está.

La chica que llegó a mi vida desde que tenía cinco años, la que siempre he querido no está conmigo.

Pasé años intentando asimilar que no volvería, perdí la esperanza después de que pasaron seis años, incluso esperé por ella. Robert me hablaba de ella y decía cosas increíbles de su hija, yo ahí me enamoraba más, era ahí cuando el padre de la chica que quiero hizo la estupidez más grande: enamorar a un chico de su hija.