Mi elegido {ramiro nayar}

[27]

El de multimedia es Salvador.

*12 años después*

-Mamá ¿me estas cargando? -preguntó Salvador, mientras yo terminaba de preparar nuevamente las valijas, como diez años atrás.

-No, Salvador, te estoy hablando enserio. Así que preparas tus cosas ya. 

-No preparo nada, yo me quedo te guste o no.

-Ay a ver ¿con quien te vas a quedar?

-Con Matías, si su mamá me ama. 

-Dale, Salvador Agustín, andá a preparar tus cosas.

-Te faltó el "Nayar"

-SALVADOR.

-Yo me voy a quedar acá. -dijo, mientras se tiraba en el sillón y cruzaba los brazos.

-Dale, no seas caprichoso. 

-Pero yo tengo a mis amigos acá, y allá no conozco a nadie. 

-¿El tío Gonza es nadie? ¿Pablo es nadie? ¿Pau y Uma son nadie? ¿Flor, Nico, querés que te siga nombrando? -dije.

-Con la única que me podría llevar de ahí es con Uma, pero hace un año y medio que no la veo, es medio raro entablar una relación de amistad a estas alturas, aparte es tres años más grande que yo.

-No seas pesimista ¿queres? andá a preparar tus cosas.-señalé la escalera y mi hijo subió corriendo. Estados Unidos fue un buen hogar durante estos diez años, nos recibió muy bien, pero, sin embargo, a pesar de la distancia, Ramiro seguía instalado en mi cabeza y en mi corazón como siempre. Minutos después Salvador bajó con sus valijas y su celular en la mano. -¿Con quien hablas? 

-Con Matías. Mami no me quiero ir. -dijo y me abrazó. 

-Seguramente no te acordas de nada de allá, mi amor. Es muy lindo lugar, eras muy feliz. 

-Y... ¿vos pensás que voy a volver a ser feliz allá?

-Siempre vas a ser feliz, si vos queres, podes. ¿Cómo te dice Gonza?

-Puede quien cree que puede. -murmuró y luego de unos segundo suspiró. 

-¿Y entonces? 

-Yo voy, pero con una condición...

-A ver ¿cuál?

-Que me lleves a ver a papá. -hice una mueca.

-Yo te llevo,pero hay que ver si el quiere verte. -suspiré y agarré las valijas. Las subí al auto y fuimos al aeropuerto. Ahí subimos al avión y esperamos a que despegara.

-Má ¿te puedo contar una cosa? 

-Sí, ¿qué pasó? -lo miré y el sacó un papelito del bolsillo.

-Le escribí una carta a papá, hace dos años. Y... quiero que, aunque sea, me lleves a la puerta de su casa para dejarsela. ¿Puede ser? 

-Sí, mi vida.

-¿Te la puedo leer? -asentí. Él suspiró y yo me dispuse a escucharlo atentamente. -"Papá: No sé en qué momento me separaron de vos, y tampoco sé el por qué, solamente sé que hay momentos en los que te necesito más que otros, y hay momentos en los que te extraño,hay momentos en los que necesito tus consejos, y hay momentos en los que, simplemente, necesito estar a tu lado. Seré mensajero de buenas noticias sólo si te quedas un rato más. Sigo siendo el mismo de siempre y  tengo mucho miedo de que te aburra mi voz. Sos mi papá, y aunque vos no me quieras más yo siempre te voy a amar. 'Con los puños en alto deseando, al final, hacer la revolución con una canción de amor.'" -una lágrima se deslizaba por su mejilla y se la saqué rápidamente. 

-Tranquilo mi amor, ya lo vas a ver. -dicho esto el avión despegó, y Salvador se durmió casi de inmediato. Horas después ya habíamos llegado. Bajamos y buscamos nuestras cosas. Mi hermano nos estaba esperando. 

-TIOOOOO -gritó Salvador, mientras corría hacia el y lo abrazaba.

-Enano, estás más grande que el año pasado... -murmuró Gonzalo. -De tal palo, tal astilla. Bajito cómo tu mamá nos saliste.

-EU. -grité yo.Ellos dos se rieron.

-¿Dónde esta mi tía? -preguntó mi hijo.

-Cuidando a Valen, quería venir pero tenía fiebre. -lo abracé y el nos llevó a su casa. Ahí nos esperaban Valentin y Bian. 

-¡Hola! ¡Mi chiquito hermoso! ¡Que grande estás, mi amor!

-Hoda tía -dijo el nene de cinco años. Abracé a Bian que me sonrío y nos sentamos en el sillón. Hablamos un rato hasta que  tocaron timbre. Gonza fue a abrir y vi entrar a mi mamá y a mi papá por la puerta. 

-¡Abu! -gritó Salvi, y se tiró arriba de los dos. 

-Hola, mi amor. -lo saludó mi mamá.

-Te extrañaba. -le dijo mi hijo.

-Nosotros a vos.-mis papás y mi hijo charlaban mientras Bian y yo hablábamos de todo lo que había pasado este tiempo. 

-Ramiro sabe que volvieron, y quiere ver a Salvador.