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Al cerrar la puerta, volvieron a golpear otra vez. Abrí y era Macarena una vez más.

-Antes de que me digas algo... ¡qué bien besa Ramiro! -dijo, y se fue corriendo. En ese instante varias lagrimas bajaron por mis mejillas, pero las limpié rápidamente, tenía que ser fuerte. 

Ramiro volvió a la habitación después de unos segundos.

-¿No pensabas decirme? -dije, mientras agarraba mi mochila y lo.miraba fijamente.

-¿Qué cosa? -me miró confundido. Reí amargamente y le dije lo que más me había dolido.

-QUE TE CAMBIAS A LA HABITACIÓN DE MACARENA. -salí de la habitación pegando un portazo. Corrí hacia el aula y me senté en el lugar de Nico. Me iba a sentar con él, este último día iba a estar con el. ¿Por qué digo último día? Porque las cosas se me están haciendo difíciles, y la verdad es que creo que no voy a poder soportar más. Pensé que acá adentro iba a poder estar sola sin que Gonzalo me molestara, pero me di cuenta de algo que quizás antes no me importaba o no le prestaba demasiada atención: lo necesito. 

Los alumnos comenzaron a entrar, Nico me miró sorprendido y se sentó a mi lado. Recibí una mirada triste de parte de Ramiro, quien se sentó en el antiguo lugar que compartíamos. Lo amaba. 

-¿Qué pasó con Rama? ¿No se arreglaron? -me preguntó Nico mientras se sentaba a mi lado. Dí un suspiro y pensé bien lo que le iba a decir, definitivamente no quería que supiera que me iría. 

-Un poco, bah, yo le grité, no dejé que me respondiera, pero al fin y al cabo la respuesta ya la tengo. Necesitaba que me dijeran algo para abrir los ojos. Y bueno... cómo verás o podrás descifrar me lo dijeron o lo descubrí, no sé bien. -dije, él me miró y abrió la boca con la intención de contestarme. Pero no lo hizo, no sé bien por que. Quizás por que no sabía que responder, o quizás porque sabía algo que no quería o no debía contarme. Dio un suspiro tan sonoro que hasta la profesora escuchó.

-¿Qué le pasa, Occhiato? ¿Necesita salir a tomar aire? -preguntó.

-No, profesora. Muchas gracias. -se fregó los ojos y volvió a suspirar, esta vez, con un tono más bajo para que nadie escuchara. Pero me fue inevitable sentirlo. La primer hora terminó y la profesora nos dejó un montón de tarea para el día siguiente. Reí en voz baja y Nicolas me miró. -¿De qué te reís, enana? 

-De la tarea. -dije, y después me dí cuenta de que si decía alguna otra palabra, iba a ser muy obvio. -No sé por que nos dan tanta... -volví a hablar, con cierto nerviosismo en mi voz, al ver que él no contestaba y me miraba con el ceño fruncido. Le sonreí. La siguiente hora no hicimos nada, y las que quedaban hicimos una maqueta que representaba a la Casa Rosada. Nos había quedado bastante bonito. Aunque todavía no entendía su propósito. Al término de clases volví a mi habitación corriendo. Guardé todo, cada cosa, en mis dos valijas. Ramiro todavía no volvía. Entonces, de mi mochila, saqué un papel donde le había escrito una carta. 

"Ramiro:

                             No sé cómo te sentirás al leer esto, sabiendo que todo terminó. Hoy pienso y sé que te dí mi corazón solamente para que jugaras con él ¿te divertiste? Espero que sí, pero de mi parte sólo hubo dolor y alguna que otra lágrima traidora. Te dejo esta carta porque no necesito verte hoy para entender que no nos vamos a entender nunca, y también para decirte que me voy, para dejarte tranquilo, para que puedas hacer tu vida en paz sin alguien como yo, que enferma, que esta mal. 

                                  Pero no quiero irme sin decirte que te he amado locamente. Sé que me olvidarás como a cualquiera, pero aunque sea quiero que por hoy lo recuerdes. Porque yo lo sentí. 

                                      Espero que seas feliz, como lo voy a ser yo viéndote sonreír. Capaz que la vida nos vuelva a juntar en algún momento, o capaz que no. Sé feliz, Ramiro. Disfrutá, viví, soñá, sentí, llorá, pero hagas lo que hagas acordate de que si alguna vez me necesitas yo voy a estar, y que si alguna vez te caes yo voy a estar inmediatamente a tu lado para agarrarte.

                                                                         Tal vez mañana todo será un poco menos peor que hoy. 

                                                                                                                                     __________ Gravano."

Volví a leerla y la doblé. Escribí todo lo que siento y me parece más que perfecto. No le falta nada. La dejé arriba de su cama y me fui. Nadie me vio, luego le mandaría un mensaje a Nico para avisarle. Salí y me tomé un taxi, le dí la dirección de casa. Al llegar me bajé y mi hermano estaba en la puerta. Empezó a llover. Me vio e hizo una mueca de confusión. Nunca me sentí tan chiquita, tan poca cosa cómo en este momento. Siento que no encajo en ningún lado. Bueno, eso sentí hasta que él me abrazó. Yo seguía parada ahí, analizando todo. Él agarró mis valijas y me arrastró, literalmente, hasta adentro. 

-¿Qué haces acá, enana? -me preguntó, mientras me acariciaba el pelo.

-No estoy bien, Gonzalo. Nunca lo estuve, siempre ignoré todos mis problemas y traté de taparlos con cosas materiales, PERO NO ESTOY BIEN, NUNCA ESTUVE BIEN, ¿NO TE DISTE CUENTA? -grité desesperada, mi hermano me abrazó y trató de calmarme. 

-Es mi culpa, es mi culpa, nunca me dí cuenta. -se lamentó.

-No, Gonza, no. Dejá, fue mi culpa, no tengo que buscar otro culpable porque la única persona culpable de mi desgracia soy yo. -suspiré y agarré mi celular. Escribí el mensaje para Nico "Hola Negrito, estoy en casa, me recibió mi hermano con un abrazo que me hizo sentir que este es mi lugar y que no tuve que dejarlo nunca. Ahora me voy a quedar acá. Porque entendí que el para siempre, siempre se termina. Nos vamos a volver a ver, contame todo que acá siempre vas a tenerme. Te quiero muchísimo." 

Gracias vida por presentarme a personas tan hermosas, por darme al hermano más hermoso, bueno, y perfecto de todo el mundo. Pero... te odio por no dejarme ser feliz.

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¡Bueno! Acá esta el capítulo 9, recién empieza esto, pero supongo que va a tener 20 capítulos más o menos, yo diría que este es el principio de la historia, y todo lo que esta pasando con Ramiro lo van a entender más adelante. 

Comenten y voten.

¡Ya escribo el siguiente capítulo!

Mil gracias. 

Aldi. 

Mi elegido {ramiro nayar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora