parte 10

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Nos encontrábamos en una situación crítica, estábamos con un tipo que acaba de entrar con otros dos tipos detrás de él, afrodescensientes de un metro noventa por lo menos, seguramente armados, solos ahí en el restaurante, los mesoneros estaban por la caja y nosotros cerca de la entrada, estaba a unos pocos metros y con nuestra familia(personas ajenas e inocentes a esto) ya estábamos a punto de salir cuando el hablo de nuevo.

-tranquilos, no os preocupéis, no os haré daño.

-¿incluso después de la pela que te dimos?. Dijo makano estúpidamente.

Todos nos vimos las caras con rostro de expresar lo imbécil que había sido makano en ese momento.

-no macho, eso me lo gane yo, ustedes actuaron bien ante, una linda tía como ella. Espero me disculpe.

Me puse, muy celoso en ese momento, pero no era momento para los celos.

-me alegro que lo entiendas, ese día tampoco eramos nosotros, estábamos bajo el efecto del alcohol. Dije tratando de lidiar con el tipo.

-Tranquilo Mozart. Dijo el tipo.

¿Como sabia mi nombre?. trague saliva por un momento y sentí mi garganta seca.

-más bien, amigo Mozart. Me alegra encontrarmelos aquí para pedirles disculpas y también para expresarle a Jenny lo hermosa que es. Mi nombre es Nestor. Expresó Nestor.

Maldita sea, me puse en exceso celoso, el tipo salio y se fue con sus amigos, en eso pedimos la cuenta nosotros. Había pasado unos segundos largos, no por mi, por que yo era un vago de mierda, si no por las personas que querían a este vago, alguien que quiera a un vago es porque lo aprecia realmente ya que no hay ningún interés en un vago, eso es mi teoría, mi ciencia, la del amor, la que hizo que tocara en la iglesia y cenara con mis padres los cuales al irnos me ofrecieron llevarme a su casa y a dormir ahí, me dijo mi madre cristina que me extrañaba y que a mi padre le hacía falta, no vacile y me fui con ellos. En la puerta deje que todos se fueran delante y agarre a Jenny por un brazo.

-hey! oreodicta.

-dime oreodicto. Dijo con un tono dulce.

-te amo inmensamente!.

Ella me dio un beso largo y tendido, mordió mi labio inferior al separarse de los míos y me djjo: yo te amo tanto como a mi vida gordo, en realidad tú eres mi vida.

Jenny no era cursi pero aquí se le salió y detrás de toda esa rudeza que mostraba por las carencias afectivas de su padre el cual ella extrañaba tanto, habían causado esa capa de dolor que ocultaba esa parte hermosa de ella. Lo más hermoso era que yo se lo podía sacar a la luz.

- tu también eres mi vida y quiero que seas las siguientes, y, todas mis vidas. Le dije al oído.

Nos dimos otro dulce beso, nos tomamos de la mano y nos fuimos hasta los carros donde nos despedimos y nos fuimos cada quien a su casa, bueno, yo a la de mis padres.

El camino se hizo corto, lo pase todo sin parar de pensar en jenny.

Llegue a casa, vi mi vieja alcoba, mis padres se despidieron y se apostaron, les pedí la bendición y también me acosté.

Cuando me quitaba el pantalon, que tome la billetera, la abrí para sacar el dinero en efectivo que me quedaba para mañana, hoy no había gastado nada pues mis papas pagaron mi parte solo por invitarme y tener un detalle conmigo. Cuando saque el efectivo me pude dar cuenta que se me cayo un billete. Me pare, encendí la luz, cuando me di cuenta que no era un billete.

la ciencia de MozartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora