última parte.

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Gracias a todos los que leyeron casi las 40 partes, lloramos, reimos sobre todo, quedamos picados con algunos capitulos y disfrutamos de esto. Aprecio mucho que lean la Ciencia de Mozart, que hayan votado, que hayan comprendido que es mi primer libro y que todavía no soy ni mayor de edad. Así que gracias a todos. Disfruten el último capítulo.

Estaba ahí, frente a la puerta de quien me robo a mi chica y quería matarme, y a la misma vez frente a la puerta de la que era o alguna vez considere el amor de mi vida. En mis brazos tenia a un Alfredo que era muy tranquilo, comía y vivía bien aunque fuese en un barco petrolero, aunque no estuviese en su hábitat, demostraba cariño, me había encariñado yo también con el, y quizá era el momento de despedirme o de tener una familia con el junto a Jenny, pero, algo en ese momento era seguro aparte de él encontronazo de sentimientos, no sabia que iba a pasar, pero lo iba a descubrir.

Ding doun. ....

-Mozart. Me dice andrea susurrando.

-ya, se estoy tranquilo..

-no es eso...

Guarde silencio.

-te amo, estoy enamorada de ti....

Ahora si, todos los sentimientos se encontraron para hacer una reunión y beber mucho. Quede pálido pero a la vez me fui ruborizando.

-eh.

-si dígame. Salio aquel tipo que quería matarme, Nestor.

-Hola macho, Nestor, que hay te acuerdas de mi. Que gusto verte hermano.. casi tartamudeaba al hablar.

-¿que quieres? Hasta aquí me persigues ostia...

-solo venia a darle algo a Jennifer que se le quedo. Podía ver su rabia y prepotencia.

-ella no está, si quieres dejaselo conmigo o si no vete a la mierda...

-pero...

-Nestor, amor, ¿ quien es?

La voz de jenny.

Jennifer Irene se asomo por la puerta y al verme se regreso rápido adentro, pero volvió a salir enseguida.

-Jenny, yo...

-¿tu que, Mozart? Te dije que no me siguieras...

Mi corazón iba a romperse pero a la vez no me sentia tan mal.

No sabia que sentía.

-Jenny, se que el te obligó a irte porque si no me mataría, yo te amo jenny y si tengo que morir por ti, muero...

-Mozart. Uhgg. Dame un segundo amor, dijo jenny a Nestor...

Nestor trato de reprochar a Jenny pero solo bajo sus hombros y se metió a la casa diciendo en voz alta: estaré con el revolver por si acaso.

Jenny se acercó hasta la puerta la abrió, andrea se alejó unos metros, pude sentir a andrea llorando. Jenny abrió y me abrazo inesperadamente.

-Mozart, te amo, eres mi todo, mi vida.. debes irte, no quiero que Nestor te mate...

-esto no puede ser así, no es justo jenny...

-la vida no es justa Mozart.

-vamonos corriendo, hay una línea de taxis como a 3 calles...

-Mozart, te tengo que decir la verdad. El no me amenazó con matarte..

-¿que? Grite...

-shh. dijo ella abriendo los ojos.-el simplemente me ofrece una buena vida para estudiar aquí, no tendré que trabajar, podre estar estable, estudiar tranquila, cumplir mis sueños y luego buscarte y casarnos....

-no tengo palabras. Ya va, o sea, que coño. Mira sabes que, tu eres....

Andrea interrumpió en ese momento, parecia haber escuchado todo. -hey, Jenny, el es Alfredo, toma. Dijo quitandome el suricato de las manos.

-¡alfredo! Hola, gracias. ¿andrea? ¿no? mi tía me dijo que la disculpes que no pudo verte porque fue a almorzar al restaurante la pantoja en Barranquilla, con una supuesta hermana mía que fue dada en adopción.

Podía sentir la ira que poco a poco se iba convirtiendo en decepción.-no Jennifer, tu, tu, tu eres...

-tu eres mi hermana... dijo andrea con una cara de anonada jamás antes vista para mi. Andrea era tan hermosa hasta así, que demonios pasaba conmigo.

-¿que?.

-yo almorze con Irene fernandez en la pantoja. ¿es ella?

-si, en verdad tu eres, pero si, si no nos parecemos dijo Jennifer tartamudeando.

-si, lo mismo dig.....

Presione mis labios contra los andrea. Te amo mucho también estoy enamorado de ti.

¡¿que?! Dijeron andrea y jenny al mismo tiempo.

-Chao, cuñada nos vemos, le dije a Jenny. - gracia por ser una idiota y hacerme abrir los ojos.

-¿que? Mozart, ¡espera!.

-adiós hermanita. Jaja. Soltando una risa corta, dijo andrea...

Nos alejamos poco a poco, derrepente Caminamos rápido, y más, empezamos a correr, tomados de las manos, corríamos sin razón, derrepente me pare y le pregunte a andrea por Alfredo. No podía parar de reírme. Ella contesto con un no se, cuando volteado, venía corriendo hacia nosotros, me agache y lo recogí del frio suelo, cuando me levante andrea me beso.... me beso mejor que nunca, se sentía igual que cuando tienes un nudo en la garganta y te desahogas, como el más fino ron, tocaba mis labios y iba ardiendo por el resto del camino; mi lengua, mi garganta, hasta mi estómago y las mariposas que revoloteaban en el se emborrachaban y volaban más alegres que nunca, después de tanto, encontré al amor, encontré la fe en el infierno, encontré agua en el medio del desierto, encontré a dios después de resucitar, vi a mi ángel y entendí que Mozart es igual a amortz. Subió y bajo la marea y después de todo, encontré a el amor, el amor en andrea.....

la ciencia de MozartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora