2. Harper

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Entro en clase tras tener que soportar otra escena de la föllamiga de Elliot. No me molesta por nada en especial, no estoy celosa ni nada de eso, Elliot es sólo mi mejor amigo, pero me jode que cada vez que estoy hablando con él ella aparezca y interrumpa la conversación. Sé que a la tal Kiara le caigo mal, pero podría esforzarse un poco más en disimularlo, ella a mí tampoco me gusta y me callo.

Me siento en la última fila con Olivia y hablamos durante un buen rato hasta que la profesora Smith se digna a aparecer. Ella es la profesora de Historia, y creo que aún no ha habido ni un solo día en el que haya llegado a clase a la hora. En fin, cada uno tiene sus cosas malas, pero nosotros no vamos a quejarnos porque eso significa hacer menos clase.

Unos minutos más tarde de que entre la profesora, la puerta de la clase se abre y aparece Wyatt, alias "el chico malo que me vuelve loca". La profesora rueda los ojos, consciente de que, como siempre, no puede decirle nada por llegar tarde ya que ella también lo ha hecho, y Wyatt sonríe de lado y va a sentarse al lado de su mejor amigo, Brian.

-¿Quieres un pañuelo para las babas? -me susurra Olivia al oído y le doy un golpe en el brazo, riendo.

-Cállate, tonta -le susurro de vuelta.

Wyatt me ha atraído prácticamente desde que le conocí, hará unos dos años. Ambos teníamos quince, y él vino a nuestro instituto porque lo habían expulsado del otro al que iba. Hablamos bastante en sus primeros días aquí, pero no tardó en juntarse con los porreros del instituto, y dejamos de hablar. Así que ahora tengo esta especie de enamoramiento por él. No es que lo ame ni nada de eso, no estoy enamorada de verdad, pero me gusta mucho.

Tras varias horas de clase, por fin suena el timbre que indica que ya podemos irnos a casa, y cojo mis cosas rápidamente. Son las cuatro y media y el bus sale a y cuarenta sin esperar a nadie, así que se nota quién coje ese transporte porque vamos todos corriendo. Qué suerte tienen los que tienen un coche. Paso por la clase de Jared, que está en primer año, y cuando él sale vamos corriendo con Olivia a coger el autobús.

A las cinco llego a casa con mi hermano y papá Kyle enseguida nos abre la puerta con una sonrisa.

-Hey, mis bebés, ¿cómo ha ido el día? -pregunta, y ambos rodamos los ojos-. No os molestéis en quejaros, seguiré llamandoos bebés hasta que muera.

Le doy un beso en la mejilla y él sonríe. Nos sentamos los tres a merendar, hablando de nuestro día, hasta que se oye el tintineo de las llaves y se abre la puerta, papá Dean apareciendo detrás.

-¡Hey! -saluda-. ¿Qué tal el día?

-Genial, papá -contesto-. ¿Qué llevas en esa bolsa?

-¡Una tarta! -exclama.

-¿Es el cumpleaños de alguien y no lo sabemos? -pregunta Jared, levantando una ceja.

-No, pero me apetecía comer pastel -contesta.

-Te vas a poner como una ballena, no sé ni para qué vas al gimnasio cada día -dice papá Kyle.

-Ya me repetirás eso en la cama, esta noche -le guiña un ojo Dean.

-Ugh, joder, ¿es necesario? -digo, poniendo cara de asco-. ¡Estamos delante!

-Niños, creo que debería daros la charla del sexo -dice papá Dean, sentándose en la mesa con expresión seria.

-Papá, ya nos has dado esa charla un millón de veces -se queja Jared, pero él le ignora.

-Veréis, cuando dos chicos, dos chicas, o un chico y una chica se quieren mucho, mucho, y repito, mucho -dice, haciendo énfasis en la última palabra-. Les da por tener sexo. Pero vosotros no podéis, nunca. El sexo es malo. Os quedaréis embarazados y moriréis.

See you at six (DDLC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora