-My friends say I should act my age, WHAT'S MY AGE AGAIN? WHAT'S MY AGE AGAIN? -canta Elliot prácticamente gritando mientras escuchamos What's my age again? de blink-182.
-Pues sí que deberías actuar un poco como tu edad, sí -digo, y él me mira con los ojos achinados intentando parecer amenazante.
-¡Es mi coche y canto como quiero! -se queja, y me da un golpecito en la nariz con su dedo índice.
Decididamente está loco, tendré que hablar con Sienna y Evan para que lo encierren en algún sitio.
-Tú mira a la carretera, que aún tendremos un accidente -le digo.
-¿Alguna vez ha tenido usted un accidente en un coche conducido por el rey de la carretera, Elliot Hank?
-Deja de jugar al Need For Speed, anda, que te está afectando a la cabeza.
-Eres tan cruel conmigo- se queja, haciendo como que se seca las lágrimas.
Así que finalmente, tras casi tres horas de trayecto, llegamos a Los Angeles. Elliot aparca al lado de un bloque de apartamentos en el centro de la ciudad, y cuando bajamos de su coche empieza a encaminarse a uno de los edificios. Yo le sigo, aún sin saber dónde se supone que vamos a dormir. Elliot entra en el edificio, abriendo la puerta principal con unas llaves, y tras subir en ascensor hasta el sexto piso, ignorando mis preguntas, abre la segunda puerta de ese piso, encontrándonos con un apartamento bastante grande y moderno.
-Woah, ¿esto es de tus padres? -pregunto-. Sabía que tienen un apartamento en Miami, pero no pensaba que también en Los Angeles.
-Es de Dennis -contesta Elliot, dejando el equipaje encima del sofá-. Bueno, de su familia. Me lo ha prestado este fin de semana.
Estamos deshaciendo las maletas cuando veo que, en la suya, hay una caja de 24 preservativos. Levanto una ceja y le miro.
-¿Qué es lo que pretende hacer con todo eso, señorito Hank? -le pregunto, imitando la voz del director de nuestro instituto.
-Ugh no hables como ese hombre, que no se me va a volver a levantar nunca más -dice haciendo una mueca de asco, y me echo a reír-. Suerte que en unos meses ya no tendré que verle nunca más.
Sigo riendo, pero me duele un poco recordar que en unos meses Elliot se irá a la universidad en Miami, y apenas podré verle. Él parece notar mi repentino cambio de humor, porque se acerca a mí y me abraza por detrás.
-Hey, ¿qué pasa? -pregunta, apoyando su barbilla en mi hombro.
-Nada importante -contesto, encogiéndome de hombros-. Pensaba en cuando te vayas a Miami.
-No pienses en eso -dice, dejando un pequeño beso en mi cuello-. Lo haremos funcionar, ya verás.
Asiento levemente y vuelvo a mi maleta, colocando las prendas que saco de ésta en los cajones vacíos del armario de la habitación de invitados.
El resto de la mañana y toda la tarde lo pasamos visitando la ciudad. Yo ya he estado aquí varias veces, muchas de ellas con Elliot, pero nos divertimos explorando y volviendo a ver sitios conocidos, riéndonos de los turistas que se hacen fotos con todo lo que encuentran. Por la noche, cenamos en McDonald's. Elliot ama ese lugar, según él heredó esa obsesión de su madre, y a mí también me gusta, así que ¿a quién le importa que sea comida mala?
Algo que me encanta de estar con Elliot siendo más que amigos es que ya sabemos todo el uno del otro, no necesitamos pretender ni intentar impresionar al otro. No hace falta que pretendamos que ambos somos de comida sana, porque no lo somos.
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See you at six (DDLC #2)
Novela Juvenil"Te veo a las seis donde siempre" _________ Prohibidas las adaptaciones y la copia total o parcial de esta obra. Es una segunda parte de Porn Actor, no puede entenderse sin haber leído esa novela. © Claire Deneau, 2015.