37. Harper

23.2K 2.2K 395
                                    

Maratón 2/3


—No pongáis el fondo naranja, quedaría mejor azul —sugiere Olivia.

—El trabajo es nuestro, pesada —me quejo, y ella se cruza de brazos.

—Te está pasando factura esto de llevar varios días sin foll... —empieza, y me pongo roja.

—Cállate, idiota —le digo, y Harry se echa a reír a mi lado.

Harry y yo habíamos quedado en mi casa para hacer un trabajo y Olivia ha acabado acoplándose porque, según ella, no tiene nada mejor que hacer.

—¿Quién quiere merienda? —dice Dean abriendo la puerta sin llamar, algo que me pone de los nervios que haga, y lo sabe.

Al menos ha traído zumos y galletas.

—¡Yo! —exclama Olivia, emocionada.

—Olivia, ¿tú también haces este trabajo? —le pregunta mi padre.

—No, pero vuestras meriendas son las mejores, y además en casa me aburro. —Se encoge de hombros.

—Chica lista —dice papá, sonriendo.

Nos deja la bandeja con comida encima de la cama y se va. Olivia encuentra un libro por mi estantería que no había leído —algo raro— y se pone a leerlo, dejándonos trabajar en paz a Harry y a mí.

Dos horas más tarde el trabajo está terminado. Mañana exponemos y terminamos clases, y el miércoles por fin hay vacaciones de Navidad. Elliot acaba la universidad algo más tarde, así que no podrá venir, pero ya lo tengo todo planeado.

Mis padres me han dejado viajar a Miami, y salgo en la madrugada del miércoles. Es el vuelo más barato que hemos encontrado, pero así además llego a Miami por la mañana y le doy una sorpresa a Elliot antes de que se vaya a la universidad.

Ayer se fue y ya lo echo de menos, solo estuvo aquí el fin de semana y se me hizo cortísimo, así que quiero hacerle una sorpresa. He estado hablando con él antes y no sospecha nada.

—Estas vacaciones te vas a Miami, ¿no? —me pregunta Harry mientras recogemos.

—Sí, pero solo estaré cinco días, luego seguramente volveré con Elliot —explico.

—¿Sexo en el avión? —pregunta Olivia.

—¿Puedes dejar de pensar siempre en lo mismo? —pido, desesperada.

Harry se echa a reír, y se pone la mochila.

—Bueno, yo me voy que tengo que ayudar a mi hermana con no sé qué proyecto —dice.

—Te acompaño a la puerta. —Sonrío.

Él asiente y bajamos a la planta baja, donde Jared está jugando a la PlayStation.

—Adiós, Jared —dice Harry, y mi hermano desvía la atención de la pantalla rápidamente, poniéndose rojo como un tomate.

—A...adiós —contesta, nervioso.

Levanto las cejas con curiosidad y sorpresa, y me despido de Harry. Tras cerrar la puerta, voy corriendo hacia Jared.

—¿Te gusta Harry? —le pregunto con una sonrisa maligna.

Es normal que Jared se ponga nervioso cuando le habla gente que conoce poco, es un chico tímido, pero se ha puesto mucho más nervioso de lo normal, y estaba sonrojado. Harry parece no haberse dado cuenta, pero yo tengo mi intuición de hermana, y nunca falla.

—¿Q...qué dices? No, claro que no —niega, pero los nervios lo delatan.

—Ay, madre, ¡te gusta Harry! —exclamo, emocionada.

—¡No es verdad! —grita—. Déjame en paz.

Dicho esto, se levanta y se va a su habitación, enfadado. Acaba de confirmarme que le gusta Harry con su enfado.

Esto se pone interesante.

Voy a su habitación y abro la puerta, encontrándome a mi hermano echado boca abajo en su cama, como si quisiera asfixiarse con la almohada.

—Jared, puedes contármelo, no voy a decirte nada —digo suavemente—. No es nada malo que te guste alguien, a todos nos ha pasado.

—No me gusta Harry —repite.

—¿Estás seguro?

Hace una pausa y suspira.

—No, no lo estoy.

Me dispongo a cerrar la puerta y entrar para hablar con más intimidad, pero en ese momento aparece Olivia. Ni me acordaba de que estaba en casa, pasa tanto tiempo aquí que ya apenas me doy cuenta de cuándo está y cuándo no.

—¿A Jared le gusta Harry? —pregunta, sorprendida.

—Cállate y entra, Oli —digo, empujándola al interior de la habitación.

Mi padre, Dean, es como un espía profesional, y aunque esté en la cocina seguro que nos escucha si hablamos fuerte.

—Tranquilo, hablar con Oli es como hablar conmigo —le digo a mi hermano, y él solo asiente, sonrojado.

—Entonces, cuéntanos, ¿te gusta Harry? —pregunta Olivia, sentándose en la silla de al lado de la cama, como si fuera una psicóloga.

—No lo sé, creo que sí —musita él—. Pero... hasta hace poco me gustaba una chica, o eso creo.

—¿Dónde está el problema? —Me encojo de hombros.

—Vinny dice que eso no es normal, que o te gustan las chicas o los chicos, no te pueden gustar las dos cosas —contesta, agobiado.

Vinny es un amigo de Jared que al parecer tiene unos padres un poco cerrados de mente. Porque con catorce años dudo que haya pensado eso él solo.

—Vinny no tiene por qué tener razón, de hecho no la tiene —digo.

—Vinny es gilipollas —sentencia Olivia.

—O lo han educado muy mal. —Suspiro— No le hagas caso, Jared, puede gustarte quien quieras, da igual el sexo.

—El... ¿el sexo? —Su rostro enrojece completamente.

—Me refería a si es hombre o mujer, tonto. —Me echo a reír, y eso parece calmar un poco a mi hermano. 


_________

Calendario de diciembre, día 4. 


See you at six (DDLC #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora