Veintidos

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Lester me besaba con tanta pasión, con tanta ternura y mi corazón quería explotar de tanta emoción. Jamás había pasado algo así; Esteban siempre insistió con eso, pero apenas dejaba que me diera un beso pequeño y de ahí no pasaba. Entonces comencé a pensar que no estaba lista para eso; esa sería mi primera vez y yo no quería que él me demostrara de esa manera que me amaba. Sin embargo, Lester ya me besaba en el cuello y yo no podía permitir eso, aunque se enojara conmigo. 

—Lester... Espera... Yo... —dije entrecortada. Él no paraba de besarme y eso me estaba matando—. Lester... Detente por favor.

— ¿Qué pasa? —preguntó al fin. 

—No puedo seguir con esto —le respondí y él se levantó algo molesto. 

—Pensé que querías que te demostrara mi amor hacia ti —me comentó. 

—Pero no de esta manera; quiero que me demuestres con hechos, con diferentes hechos —le dije. Se me quedó viendo y luego se sentó, supongo que él realmente quería que tuviéramos una noche de pasión, mas no podía. 

—Nunca has tenido relaciones, ¿cierto? —me afirmó. ¿A qué venía su eso? 

— ¿Por qué quieres saber? — le cuestioné. 

—Está bien, no me lo digas; sólo déjame decirte algo —me respondió y yo asentí—. Yo te amo Ally y si eso implica esperar cuando decidas hacer el amor conmigo, te esperaré—, me confesó y me quedé perpleja ante sus palabras. 

—A penas te he conocido y ya siento que eres el hombre indicado para mí; has cambiado mi vida en un instante, pero siento que aún no estoy lista para ir a ese paso —le confesé; él me empezó a acariciar el rostro y me veía de una manera tan tierna; me sonreía y luego noté que se sonrojó; era la escena más bella que había tenido en mi vida. Sus ojos brillaban con la poca luz que se reflejaba de la ventana, era realmente hermoso verlo así por primera vez. 

—No te preocupes, yo te esperaré todo el tiempo necesario —me dijo y yo sonreí. 

—Te amo —le dije. 

—Yo también te amo —me dijo. 

Después de eso él tocó mi rostro de nuevo y se acercó a mi dándome un beso tan tierno y duradero. Esos besos que duran para siempre y que llevas en tu corazón para toda la vida. 

—Tienes que venir conmigo; hoy vi a Esteban cerca de aquí, tenemos que irnos más tarde. Le diré a Adán —eso me congeló y él pensaba irlo a buscar en ese momento, no podía permitir eso. 

—Espera Lester; yo me iré de nuevo a Londres, mi madre me necesita. Le diré a Adán que te proteja —le comenté antes de que él saliera de la habitación a buscar a alguien que no existía. 

—No puedo dejarte sola; si él te ve y te lastima, no sé qué voy a hacer —me habló; tenía ganas de llorar y tirar todo por la borda. 

—No te preocupes por mí; yo voy a estar bien, te lo prometo —le avisé. Él se acercó a mí, me dio otro beso y luego me levanté. —Ahora debo irme, pero cuando todo esto acabe, tú y yo vamos a estar juntos hasta donde nos permita la vida.

—No quiero que te vayas, pero lo entenderé porque te amo —me dijo y yo le di el último beso, luego salí de la habitación con ganas de llorar. 

Estaba por irme a mi habitación a escondidas cuando me encontré en el camino a la madre de Lester. 

—Tú debes ser Ally, ¿no es así? —me habló. 

—Sí, soy ella —le respondí. 

—No había tenido el gusto de conocerte —me comentó. 

Ella Es Adán| Una Locura Por Amor [Volumen 1]| DISPONIBLE EN AMAZON #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora