Lester me veía tan molesto; como si lo que él dijo, era una tontería. No lo era, mas no podía actuar como él quería. Sin embargo, debía estar molesta y celosa falsamente porque Ari y Adán eran pareja. Entonces fruncí el ceño para que Lester no sospechara que yo era indiferente a eso, suspiré.
— ¿Crees que ella esté saliendo con él? —le pregunté y su semblante cambio.
—No lo sé; no es que quiera ir contra a Nicolás, pero me parece sospechoso todo esto —me respondió algo nervioso.
—Hablaré con Ari sobre eso —le comenté para calmarlo.
—Pero no le digas que yo te dije —me dijo preocupado.
—No te preocupes, no lo haré —le dije, aunque era mentira porque tenía que alarmar a mi amiga.
Él me sonrió y yo no podía controlar las ganas de besarlo; sin embargo, no podía en ese momento. Se veía tan hermoso con esa playera que dejaba ver sus torneados brazos y sus tatuajes; tenía el cabello alborotado y sus labios se veían tan dispuestos a besar. Realmente ese día se veía muy hermoso, pero debía contener mis ganas de besarlo y abrazarlo. Sin embargo, todos esos pensamientos se me fueron al ver que él se encontraba preocupado, estaba perdido en sus pensamientos y parecía que nadie lo podía sacar de ahí. ¿Qué era lo que le preocupaba?, ¿será que era por Kim? Realmente me entristecía saber que ella podía ser la causante de su distraída mente; eso me hacía querer aún más levantarme y rescatar a Kimberly para que así Lester supiera si ciertamente me quería o la quería a ella. Eso sí que me mataba.
— ¿Te encuentras bien Lester? —le pregunté y él giró rápido su cabeza hacia donde me encontraba.
—Sí... Supongo —me respondió con la mirada más triste que jamás había visto.
— ¿Qué es lo que te pasa? —le cuestioné.
Giró de nuevo a ver hacia la nada y luego suspiró; entrelazó sus manos sobre sus piernas y agachó su cabeza en dirección a sus manos y piernas. Ciertamente me dolía verlo así; con tantos problemas, jamás me imaginé que un chico como él tuviera tantas cosas que lo atormentaran. Siempre creí que los famosos eran seres increíbles, que no pasaban tantas cosas horribles como yo pasaba. Mi madre siempre decía que quería ser famosa o millonaria para que todos sus problemas acabaran y fuera más feliz, pero también solía decir—: Las cosas no se obtienen solas o de la nada—, por lo que la veía trabajar arduamente y era lo que yo trataba de hacer; laboraba duro para tener riqueza porque tenía ese pensamiento de ella. Entonces en ese momento comprendí que muy en el fondo mi mamá me estaba haciendo ver que la vida no es tan fácil como parece. Ella luchó por mi cuando yo nací y cuando tenía la edad suficiente para hacer las cosas; ella me hizo notar cómo sería vivir con alguien que no hacía nada, lo que ella quería era que yo luchará por mi vida. Sin embargo, no lo haría teniendo esos pensamientos de grandeza y de inconformismo con lo que tenía. Aunque ella no ha logrado ser una mujer famosa o millonaria.
—La amo —Lester hizo que mis pensamientos se alborotaran.
— ¿De qué hablas? —le pregunté.
—De que amo a esa mujer a pesar de todo —eso me hacía sentir un dolor en el pecho, ¿me estaba diciendo de que amaba a Kim?
— ¿A quién amas? —indagué esperando lo peor.
—Amo a Ally —esa respuesta me tranquilizo—. Pero...—; sin embargo, ahí estaba lo que me temía.
—Pero, ¿qué? —le pregunté, me mataba sus palabras a medias.
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Ella Es Adán| Una Locura Por Amor [Volumen 1]| DISPONIBLE EN AMAZON #PGP2023
Romance(Mi libro está disponible en Amazon y Amazon Kindle. Físico y Digital.) Ally se consideraba una chica ruda que podía enfrentar lo que fuera desde tener que soportar los estados de su madre; como solía decir y otros problemas de su vida. Sin embargo...