Cuarenta y dos

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Las chicas apagaron todas las luces de la casa para simular que no había nadie cuando le conté a todos que Esteban apuñaló a Tania y que venía por nosotros. Los demás chicos buscaron cosas para defendernos de él, mi madre subió a empacar mis cosas y las suyas; yo salí a vigilar por si venía. No había señal de él y ya era como las diez de la noche. 

—Ally, Lester no contesta —habló Leonel muy preocupado y eso realmente no me gustaba. 

—Llama a la estúpida de Kimberly, quizás está con ella —dije ya alterándome. Él hizo lo que le pedí e intentó llamarla, mas no contestaba.

"Voy a matar a Kimberly si ella se alió a Esteban para hacerle daño". Pensé. Reuní a todos los chicos para darles instrucciones de lo que tenían que hacer. 

—Bien chicos; no deben llamar la atención así que deberán irse a la parte trasera de la casa, salen cuando yo prenda las luces del auto sólo una vez; si hay otro auto encendiendo más de una vez, no le hagan caso... Yo traeré a escondidas el auto, así que Henry dame las llaves —les dije e hicieron lo que les indiqué—. Tengan cuidado, no hagan ruido. 

—Cariño ten cuidado —me advirtió mi madre. 

—No te preocupes por mí mamá, Esteban no puede tocarme un cabello —le comenté. 

Mientras ellos se fueron para atrás de la casa, yo salí con cuidado por la parte de enfrente para que no me viera Esteban, por si estaba por ahí. Me acerqué al carro sin ningún problema; sin embargo, algo me decía que había más problemas. Arranqué el carro, di la vuelta para aparecer en la parte trasera y recoger a los chicos. Cuando ya estaba ahí encendí una vez la luz para que ellos salieran. Todos subieron al auto rápido y yo arranqué para llevarlos al hotel más cercano donde Esteban no nos encontrara.

—Debemos ir a traer a Lester —me habló Zacarías. Tenía razón, mas no quería arriesgarlos a ellos; así que decidí que ellos se fueran a pedir las habitaciones mientras iba a casa de Lester. Mi madre no estaba muy de acuerdo porque pensaba que me iba a matar, pero le dije—: ¡No voy a dejar que maten al amor de mi vida por más testarudo que sea!

Las chicas lo vieron con ternura y me alentaron a ir por mi hombre, la cual reí ante eso.

Yo iba a rescatar a Lester, no iba a dejar que Esteban le pusiera una mano encima. Por más que me odiara Lester, todavía lo amaba y no le deseaba que le pasara algo malo. Tenía pensado ir a ver a Tania; más si iba, era probable que Esteban estuviera ahí e intentara lastimar más a ella.

***

Llegué a casa de Lester; mi corazón comenzó a latir muy rápido y mis nervios me delataban un poco. Cuando llegué no veía ninguna luz prendida; bajé del auto. Respiré profundo y empecé a caminar cautelosamente hacia la casa. Tenía miedo, pero a la vez no. Tenía que ser fuerte por Lester.  De repente me habló Adán, mi famosa consciencia—: ¿Me extrañaste? —, me preguntó.

—Mucho, aunque esté loco y toda la cosa; eres parte de mi vida —le respondí. 

—Eres genial, ahora a buscar al amor de tu vida porque yo tengo que alardear que todavía existe Lally —me comentó. 

—Nunca cambias ¿cierto? —le dije riendo.

Luego llegué a la puerta y toqué tres veces, mas no había nadie. Repentinamente la puerta se abrió, eso no me estaba gustando. Entré despacio a la casa, la cual estaba todo oscuro. 

— ¿Lester? —empecé a llamarlo, pero no había señal de nada—. ¿Lester, estás aquí? —, volví a decir, pero nada. 

—Me está dando escalofríos este lugar —me comentó Adán. 

Ella Es Adán| Una Locura Por Amor [Volumen 1]| DISPONIBLE EN AMAZON #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora