Veintitrés

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Nicolás venía corriendo como loco desde saber dónde, mas no me estaba gustando la cara de miedo que tenía. Esteban estaba ahí, no lo podía creer; mi cuerpo temblaba y no sabía qué hacer. Debía proteger a todos. Debía proteger a Lester de ese desgraciado. 

— ¿Estás seguro de lo que estás diciendo? —le preguntó Lester, que tenía un rostro sereno, "¿Que no se da cuenta que Esteban lo puede matar y él no le importa?". Pensé alarmada. 

—Si estuviera mintiendo, ¿crees que sería tan idiota de venir corriendo sabiendo que no puedo correr mucho? —le dijo Nicolás molesto. Realmente Lester no reaccionaba bien con todo eso. 

—Dejemos de estar hablando y vamos a empacar las cosas antes de que Esteban le haga daño a mi hijo —ordenó Julia molesta. Y así fue; todos fuimos a empacar las cosas, Nicolás le fue a avisar a los demás; mi suerte era que mis cosas estaban ya metidas en la maleta, sólo tenía que meter unas cuantas pocas cosas. Salí rápido para proteger a Lester y para mi desgracia esa Kimberly aún no se iba. 

—Lester vámonos, nos tenemos que ir rápido —le ordené. 

—Sí, ya te escuché —me dijo molesto, ¿cuál era su problema? —. Vámonos Kim— habló. "Un momento, ¿qué es lo que acabo de escuchar?". Pensé. 

— ¿Ella irá con nosotros? —pregunté sorprendida. 

— ¡Sí, no pienso dejarla acá con ese delincuente! —me gritó y yo me quedé parada un rato mientras ella y él seguían su camino. "¿Por qué me hace eso?". Me dije mentalmente—. ¿Vas a caminar o te vas a quedar ahí parado? —, me hablaba de una manera grosera como lo hacía al principio cuando me conoció como Adán. 

Comencé a caminar sin ninguna palabra, no pensaba hablarle ni nada; realmente estaba molesta. 

Los chicos habían salido por la parte de emergencia del hotel; los guardias del lugar les habían indicado el sitio, al igual que íbamos Julia, los demás colegas, yo... ¡Ah sí y Kimberly...! 

***

Salimos de ese hotel y ya nos encontrábamos en los buses del Tour. Me sentía más tranquila al saber que Esteban no nos alcanzó, lo malo es que él se dio cuenta que yo era el guardaespaldas de Lester. ¿Cómo? Pues cuando nuestros buses salieron, Esteban nos observó pasar y vio que yo era uno de sus protectores; abrió los ojos sorprendido. 

—Ahora estás metida en graves problemas; él no se cansará hasta vengarse de Lester y de ti como Ally, pero también de ti como Adán por engañarlo —me dijo mi conciencia y la verdad no le podía negar eso, porque tenía razón. Quería estar aliada a él como Adán para así saber sus planes y meterlo a la cárcel con más facilidad, pero eso ya no pudo ser. Estaba frita y no sabía qué haría... 

***

Una hora después, estábamos en camino, pero Julia discutía con su hijo por haber permitido que Kimberly se fuera con ellos. Julia obligó al conductor a que fueran a dejar a Kim a su casa y todo fue alegre hasta que...

***

Xela, Quetzaltenango.

— ¡Paren de discutir! —gritó Leonel desesperado—. Me tienen harto con su discusión de niños inmaduros—, continuó mientras todos lo veíamos sorprendidos. Leonel se fue molesto a su habitación. Todos se quedaron callados. 

— ¿Te das cuenta lo que haces? —me cuestionó... Sí, Lester. Había pasado un mes en que Lester y yo no nos llevábamos bien de nuevo, y todo por esa desgraciada de Kimberly; como lo ven, esa mujer sólo me había traído desgracias desde que él decidió llevarla al tour, habíamos viajado en varios departamentos hasta llegar a Quetzaltenango. Volvimos a lo que éramos antes y todo empezó desde que regresamos a la ciudad después del concierto en Petén; Kim resultó diciendo que recibió una amenaza y por ello Lester tomó esa decisión. Julia no estaba de acuerdo con ello y él se molestó tanto que empezó a discutir con su madre por decirle esas cosas a Kimberly; tanto que Julia decidió regresas a su casa con sus hijas.

Ella Es Adán| Una Locura Por Amor [Volumen 1]| DISPONIBLE EN AMAZON #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora