Nueve

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Nicolás me veía apenado y Ari me veía molesta; entendía su enojo, pero no podía tomarme el lujo de que me descubrieran y que todo el mundo supiera que no soy hombre. Además, no quería que me odiara Lester; por más que no lo conocía realmente en ese momento. Con lo poco que conocía de él, supuse que no tomaría muy bien la noticia de haber engañado a todos con Adán.

¿Qué puedo decir de mi otro yo? Él era lo que yo no era antes. Siempre creí que era valiente para todo, pero no era así; era valiente siendo Adán y como Ally, era una chica débil; tenía miedo siendo quién era, pero con Adán me sentía más fuerte para atreverme hacer muchas cosas. 

—Perdón no sabía que era tu prometida —comentó Nicolás muy arrepentido. 

—Ya no importa, no me pondré a pelear por eso... vine aquí porque necesito algo de ti —le dije y él se sintió aliviado. 

—Sí dime, ¿Qué es lo que necesitas? —me preguntó y todos sus amigos se levantaron; le susurraron algo que no tenía idea de qué fue, pero seguido de eso; se fueron y él sólo asintió. 

—Necesito que me des un autógrafo para la hija de un amigo —le pedí y él hizo una mueca de sorpresa. 

—Claro, no hay problema —dijo, tomó la hoja y la pluma que le di. Firmó el papel mientras que fulminaba a Ari por ver descaradamente a él. Ella escondía la cara algo apenada—. Aquí tienes—, me indicó dándome el papel y yo lo recibí, pero podía notar que Nicolás trataba de ver a Ari; me quería reír, pero sólo volteé los ojos. 

—Gracias, hermano —le dije y él me sonrió. Jalé a Ari que no podía disimular, pero la vi molesta y sé que él también la veía.

Nos fuimos con el doctor que estaba agradecido por el autógrafo y prometió guardar mi secreto y le conté por qué lo hacía; por lo que me deseo suerte.

***

En cuanto llegamos a la habitación y nadie nos veía, no pude contener discutir con Ari. 

— ¿Qué fue todo eso? ¡Por poco y echas todo a la borda! —le grité mientras ella veía hacia la ventana de la habitación. 

— ¡Lo lamento! ¿Sí? Es que... Él está muy guapo y no pude detenerme de verlo así —habló apenada. Suspiré lamentándome de haberle gritado. 

—Yo sé que ellos son tan guapos y me parece lindo que él se haya fijado en ti, pero entiende... Mi vida está en juego —le hablé más tranquila. 

—Esto va a ser más difícil de lo que me imaginé —comentó ella. 

—Por favor Ari, trata de no armar escándalos; si tú sales con uno de ellos, no sólo te dirán que eres una infiel, sino que te odiarán por salir con uno de esos chicos —le supliqué prácticamente y ella hizo pucheros; se acostó a su cama muy molesta.

Realmente todo eso me hacía sentir la persona más miserable del mundo y no quería ser así. Me dolía saber que estaba arrastrando a mi mejor amiga a un problema que yo debía resolver sola, pero ahí estaba una razón que yo no quería admitir: "No soy fuerte como creía, no puedo resolver las cosas yo sola". Pensé en ese momento. 

Salí de la habitación de Ari y me fui a la mía para meditar todas las estupideces que había cometido desde que era Adán. 

Se me fue tanto el tiempo, que no me di cuenta que eran las 4:30 y Lester me esperaba en el vestíbulo.  Me preparé para estar con él a donde él quería ir y cuando estaba ahí, lo vi con una cara molesta. 

—Hasta que al fin te dignas a venir —me dijo—. Ya pasaron cuatro minutos de la hora que te dije.

Realmente estaba molesto. 

Ella Es Adán| Una Locura Por Amor [Volumen 1]| DISPONIBLE EN AMAZON #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora