Narra Kellin
No podía describir la felicidad que sentía al saber que estaba embarazado. Estaba ocurriendo de verdad; tenía a otro ser humano creciendo en mi interior. Acaricié mi estómago sin poder borrar la estúpida sonrisa de mi rostro.
Ya había pasado un mes desde que le había dicho a Vic que estaba esperando un hijo suyo y desde entonces cada día era una completa locura; él siempre me estaba tratando como si no pudiera hacer nada por mi cuenta y las malditas hormonas que hacían que quisiera tener sexo cada cinco minutos no ayudaban mucho, aunque creo que ninguna de las dos cosas le molestaban a mi esposo, en especial la última.
—Buenos días, cariño —bostezó Vic a mi lado, envolviendo mi cuerpo desnudo en sus brazos.
—Hey —murmuré, tratando de que mis ojos se acostumbrasen a la luz.
—¿Cómo están mis bebés? —preguntó, pasando la yema de sus dedos por mi abdomen apenas abultado. No pude evitar rodar los ojos ante su comportamiento, aunque la sonrisa nunca abandono mi cara.
—Eres un idiota —reí, sintiendo cosquillas en cuanto comenzó a besar mi estómago.
—Podré serlo, pero así me amas —Negué antes de besar sus labios.
—¿Cuándo le diremos a nuestros padres y a los chicos? —dije en cuanto nos separamos.
—Puede ser hoy si quieres, pero antes tienes que lavarte los dientes —río, arrugando la nariz antes de levantarse de la cama.
—Idiota.No podía hacer esto; estaba seguro de que mi madre me mataría por no haberle dicho antes. Mi labio estaba hinchado por tanto haberlo mordido, pero los nervios no me permitían dejar de hacerlo. Sabía que los padres de Vic estarían felices por nosotros, pero, ¿los míos? No estaba seguro de eso. Ellos siempre habían estado en desacuerdo con todo lo que hacía.
—Todo saldrá bien bebé —murmuró mi esposo a mi lado, acariciando mi mano con la suya. Quería creerle, pero sabía que no sería así.
Suspiré antes de abrir la puerta de la casa de los Fuentes, donde se suponía donde estarían nuestros padres.
—Aun no entiendo como mi hijo aceptó casarse con el tuyo —Logré escuchar y como no reconocer la voz de mi querida madre. Cuando notaron nuestra presencia no dejaron de pelear; al parecer Mary no dejaba de decir que era un completo idiota por casarme con Vic y obviamente su madre estaba defendiéndolo.
—Uh, estamos aquí —dijo mi esposo, tratando de hacer que nos prestaran atención.
—Oh, que inteligente eres Víctor, ahora entiendo porque Kellin cometió el error de estar contigo y no con Austin —intervino mi padre, haciendo que él frunciera el ceño.
—Lo que sea señor —gruñó—. Tenemos una noticia que darles.
—¿Qué es hijo? —sonrío su madre.
—Uh, ¿recuerdas que te había dicho que quería formar una familia? —Tomó mi mano en la suya—. Lo hice. Kellin está embarazado.
Al instante que las palabras salieron de sus labios, todas las miradas se dirigieron hacia mí.
—¿Es en serio? —preguntó Vivían y en cuanto asentí envolvió sus brazos alrededor de mí.
—¿Qué? Kellin Quinn Bostwick dime que estás jugando —pidió mi madre, con ese tono de decepción que siempre había en su voz cada vez que hablaba conmigo.
—Es Kellin Fuentes mamá... y no —respondí, bajando la mirada al no soportar la de mis padres.
—Eres una vergüenza para nosotros —gruñó mi padre—. ¿Un hombre embarazado? ¿En que estabas pensando? ¿Acaso querías ser un maldito fenómeno? Déjame felicitarte, lo has logrado.
Cada una de sus palabras me dolía aunque no quisiera admitirlo. Ellos nunca habían dado ni un carajo por mí, pero aun así los quería; eran mis malditos padres, por dios.
—Oh, bueno, al menos podrían fingir que están felices por mi decisión —murmuré, sintiendo como la decepción y la ira venían a mí—. Sé que nunca fui el hijo que ustedes quisieron y lo siento, no puedo ser perfecto. Pero esto es muy importante para mí y si no les importa, pueden irse ahora pero no regresen. Ustedes ya no son mis padres.
Traté de decir cada palabra con la mayor seriedad y frialdad posible, pero al parecer eso no les importó. Ni siquiera me miraron a los ojos cuando salieron de la casa sin decir nada.Sabía que la noticia no era algo que ellos esperaban, pero tampoco quería perderlos por el hecho de querer formar una familia con la persona a la que amaba.
—Hijo, no te preocupes, ellos se pierden la oportunidad de tener a alguien tan especial como tú —sonrió el señor Fuentes, rodeándome con sus brazos al igual que Vivian.
Podría ser que acabara de perder a las personas que se atrevían llamarse mis padres, pero aún tenía a una maravillosa familia que me aceptaba.Estuvimos varios minutos hablando con los padres de Vic sobre lo que planeábamos con nuestro bebé, y debo admitir que nunca había estado tan emocionado por algo.
—Genial, ahora sólo hay que contárselo a los chicos —suspiró mi esposo en cuento entramos en nuestro hogar.
—Lo sé —murmuré.
Siendo sincero, tenía miedo de que reaccionaran igual que mis padres y pensaran que era un fenómeno.
—Sé lo que estás pensando, y créeme, ellos amaran tener un mini Kellin —sonrió, haciendo que todas mis dudas desaparecieran inmediatamente—. ¿Quieres que los llame para que vengan?
Me limité a asentir, recostándome sobre nuestro sofá. Todo mi cuerpo me dolía y era como si algo se hubiera llevado toda mi energía. No pude evitar sonreír al recordar que no era 'algo' sino 'alguien' y se trataba del bebé mío y de Vic.No tardó mucho para que nuestra casa se llenara de adultos que parecían niños y no se callaban ningún maldito segundo; en serio, a veces ni siquiera sé cómo soy capaz de soportarlos sin cometer asesinato.
—Hey, uh —comencé, pero nadie me escuchó.
—¡Jaime eres un idiota! —exclamó Alysha antes de pegarle, ignorándome por completo.
—¡Chicos! —gritó mi esposo, haciendo que todos se callaran de inmediato.
—Hay algo que queremos decirles —dije, sintiendo miedo de cómo iban a reaccionar. Sí, ya habían aceptado el hecho de que planeaba quedar embarazado, pero era muy diferente querer a estarlo.
—¡A lo que vinimos Fuentes! —gritó Oliver en el fondo. Rodé los ojos, ignorándolo; ¿Por qué Vic lo había invitado? Como sea.
—Estoy embarazado —murmuré, mordiendo mi labio y apretando mi agarre a la mano de mi esposo.
—Oh, vaya... no me esperaba eso. Creí que estaban bromeando con lo de tener un hijo —dijo Tony—. ¡Pero esto es increíble!
—¡No puedo creer que seré tío! —chilló Mike de una manera tan masculina.
—Pero, ¿qué harán con la gira por el mundo? Empieza en una semana —preguntó Nick, acabando con toda la euforia de los demás.
—Seguiremos con ella, tal vez no pueda terminarla, pero en verdad quiero empezarla —admití. Todos estuvieron de acuerdo conmigo y no pude evitar sentirme tan feliz; era increíble que ellos me entendieran más que mis padres.
—Bueno, ahora que Vic consiguió dejar embarazado a Kellin, ¡debemos festejar! —gritó Jaime. No pude evitar reír; él sólo buscaba una excusa para beber.
Como siempre, todos estuvieron de acuerdo con él y casi por arte de magia aparecieron cientos de bebidas alcohólicas.
—Hey, Vic, ¿quieres una cerveza? —preguntó Alex. Mi esposo me miró, como si estuviera pidiendo permiso.
—Amor, no tienes que dejar de tomar, hazlo si quieres.
Él pareció dudarlo antes de aceptar y decir "será sólo una".Sólo habían pasado dos, dos malditas horas y era la única persona sobria en todo el lugar. Podía ver como Alex y Jack estaban bailando sobre la mesa y lo primero que pensé fue si hacía las mismas estupideces cuando estaba ebrio; quiero creer que no.
—Ke...Kellin —murmuró mi esposo, acercándose a mí y aferrando sus brazos a mi cintura.
—¿Qué quieres Vic? —bufé, sintiendo su cálido aliento en mi oreja. Su pecho caliente estaba pegado a mi espalda, causando cientos de escalofríos por toda mi columna vertebral.
—¿Qué? No... ¿No puedo abrazar a mis bebés? —preguntó antes de empezar a repartir pequeñas mordidas por todo mi cuello.
Me dio la media vuelta, haciendo que nuestros rostros quedaran a escasos centímetros de distancia.
—Para... es-estás ebrio y... —Antes de que pudiera seguir negándome, estrelló sus labios contra los míos. No tardó mucho en adentrar su lengua en mi boca, recorriendo cada centímetro como si no lo hubiera hecho antes. Nuestras lenguas lucharon por el control y no me sorprendí en cuando el gruñó antes de acorralarme contra la pared más cercana y tomar el control; Vic solía ser mucho más dominativo y agresivo cuando estaba ebrio.
Sus manos bajaron hasta mi trasero, apretándolo sin ningún cuidado y mordiendo mi labio.
—Ugh, ¡consíganse una maldita habitación! —gritó Jack, matando de inmediato toda la excitación que había entre los dos.
—¡Cállate idiota! —gruñó Vic, antes de salir corriendo detrás de él.
Lo único que pude hacer fue soltar un fuerte suspiro; si en casa se comportaban como adolescentes, no quería ni imaginar cómo sería cuando comenzara la gira. Sin duda necesitaría toda la suerte del mundo para soportarlos.
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Dancing With A Wolf | Kellic mpreg
Fanfiction¿Quién te va a escuchar cuando te quedes sin mentiras? 「 Esta no es una historia de omegaverse, el título es por la canción de All Time Low 」