25. I won't give up on us

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Narra Kellin

Cuando desperté, inmediatamente sentí esa sensación de vacío. Traté de buscar a Vic en su lado de la cama de la misma forma que lo hacía todos los días desde hace seis meses, pero como siempre, el otro lado estaba vacío.
Lo quería devuelta conmigo, pero sabía que eso no era posible; él estaba en su última gira con Pierce The Veil, y no estaría de regreso hasta en unas semanas.
Suspiré antes de salir de la cama y caminar hasta la habitación de mis hijas. Cuando entré, ambas estabas tiradas en el suelo con miles de mantas y juguetes por sin ningún lado. Lo único que pude hacer fue rodar los ojos; desde que habían cumplido diez años, ambas habían decidido seguir la personalidad de su padre, y como siempre, quien tenía que limpiar todo era yo.

Las hubiera despertado para el desayuno, sino no hubiese sido por varios ruidos en la planta baja. El miedo me invadió en cuestión de segundos; estaba solo con mis dos hijas y ninguno de los tres éramos tan fuertes para defendernos.
Cuando mi esposo estaba conmigo, nunca tenía miedo de nada, pero ahora era diferente.
Con pasos lentos, bajé la escalera, esperando ver de todo pero nunca a mi Vic dejando sus maletas en el suelo y quitándose su gorra.
—¿Vi-Vic? —susurré, sin poder creerlo aún. Se suponía que su gira terminaría hasta en unas semanas, pero ahora estaba a sólo un par de metros de mí.
—Hey, la gi... —Antes de que pudiera seguir, corrí y salté sobre él, envolviendo mis piernas en su cintura.
Casi hice que nos cayéramos, pero no me importaba; hacía meses que no veía a mi esposo y lo necesitaba tanto.
—¿Me extrañaste? —rio, bajándome lentamente hasta que mis pies tocaron el suelo, pero aun así no lo dejé ir de mis brazos.
—Me dejaste seis malditos meses. No vuelvas a hacer eso —pedí, escondiendo mi rostro en su cuello, aspirando su dulce aroma del que me había perdido tanto tiempo.
—Nunca lo volveré a hacer, bebé. Prometo no dejarte de nuevo —aseguró, dando pequeños besos en todo mi cara antes de parar en mis labios—. Te amo tanto.
—Yo también te amo —admití, uniendo nuestros labios.
El beso cada vez iba aumentando y dejando a un lado toda la ternura con el que había empezado, hasta que prácticamente Vic me tenía presionado contra la pared y sus manos apretaban mi trasero.
Pero tuvimos que separarnos cuando se escucharon varios pasos en las escaleras; no quería traumar a mis hijas.
—¿Papá? —preguntaron Cassie y Effy, aún medio dormidas, o eso fue hasta que se dieron cuenta de que en verdad Vic estaba con nosotros.
No dudaron en correr hasta mi esposo y abrazarlo.
—Te extrañamos mucho —sollozaron, haciendo que mi Vic sonriera.
—Yo también las extrañe mucho pequeñas —murmuró, agachándose para recogerlas en sus brazos—. Así que, ¿cómo fue estar seis meses solas con su madre? —preguntó con diversión; él sabía que las niñas solían molestarse conmigo por no darles todo lo que querían cómo Vic lo hacía, pero bueno, al parecer mi trabajo era educarlas y el de mi esposo era mimarlas.
—¡Horrible! ¡No nos dejó comer helado en todo este tiempo y nos obligó a hacer la tarea! —chillaron, como si eso fuera lo peor que les podría pasar en la vida.
—Oh, cállense y regrésenme a mi esposo, traidoras —gruñí, acercándome a ellos y haciendo que mis hijas se aferraran más a mi Vic.
—¡Nunca! —gritaron—. Él es nuestro, punto.
Esto era otra cosa, desde hace un tiempo ambas se habían vuelto muy apegadas a Vic, aunque no sólo a él; cuando mi esposo me besaba, ellas hacían todo un escándalo porque yo era de ellas, y eso pasaba cuando yo lo besaba a él; tenía que admitir que en eso habían salido a mí, pero qué podía decir.
—Tranquilos, hay suficiente Vic para todos —bromeó, haciendo que nuestras hijas rieran.
—Papá, ¿puedes llevarnos por helado?
—Oh no, no pueden desayunar, eso es malo y... —Empecé, pero mi esposo me calló besando mis labios.
Él les dijo que esperaran en el auto, y cuando estaba a punto de quejarme, se acercó para susurrarme al oído.
—Creo que por hoy podemos desayunar eso Kells, por un día no les hará daño. Además, si las llevamos al parque y se cansan, regresarán y dormirán, y yo podré follarte —dijo, mordiendo mi cuello y dejando un chupetón.
—Vaya, que directo —bufé, rodando los ojos sólo para molestarlo.
—Hey, no me culpes, no hemos tenido sexo en seis meses y te necesito.
—Sí claro. No me necesitas a mí, sólo a mi trasero —murmuré, fingiendo estar molesto, aunque no lo estaba; me hacía sentir orgulloso que aún le atraía tanto a mi esposo a pesar de tantos años.
—Oh vamos, cariño, entre más rápido vayamos con las niñas, más rápido estaremos de vuelta —sonrió, golpeando mi trasero con su mano antes de adelantarse. Me limité a negar con la cabeza, pero sin dejar de sonreír, antes de correr para alcanzarlos.

Era tan afortunado de tener a mi familia conmigo, y aunque me había costado mucho llegar hasta donde estaba ahora, pasaría por todo una y otra vez si éste era el resultado. Y a pesar de que no sabía que pasaría en mi vida, había algo que sí sabía con exactitud; no me daría por vencido, incluso si los problemas se volvían más y más grandes, nunca dejaría de luchar por lo que amaba.

F I N

AGRADECIMIENTOS

Yisuscraist, por fin terminé esto, después de más de un año al fin lo logré, pero no hubiera sido capaz de hacerlo de no haber sido por todo su apoyo. Saber que puedan conocer algo de mí y de mi pasado a través de mis historias, además de alegrarles el día, me hace sentir mejor de lo que se imaginan. Sé que soy la peor en cuanto a actualizar seguido se trata, y en serio, no sé cómo pudieron aguantarme. Pensar que todo esto empezó hace más de un año con un OS y lo dejé ocho meses, y ahora lo estoy terminando, me hace sentir cierta nostalgia. Tantos días diciéndome "después escribo, vamos a la peda" ahno, eso ya no, pero bueno, el punto es que pasó mucho tiempo, y aun así ustedes siguen aquí y eso es increíble.
Cuando empecé esto era como "¿quién mierda va a leer algo sobre un hombre embarazado?" porque bueno, hace un año y medio el mpreg en el Kellic no para nada común, y tenía miedo de que pensaran que era raro, pero luego me di cuenta de que había gente que quería leer lo mismo que yo y fue extraño pero bonito, incluso es difícil de creer para mí que esto ya tiene +15k leídas y +1.4 votos, son las mejores bebés.

La razón por la que decidí terminar todo esta manera, era para darles a entender, que pase lo que pase, no tienen por qué rendirse. ¿Qué importa si una persona comete un error? Todos lo hacemos y no por eso significa que no merecemos una segunda oportunidad. Siempre luchen por lo que quieren, aún si parece imposible. Y ya para terminar, muchas gracias por todo de nuevo, muchas gracias por tomarse el tiempo de leer esta historia.

Dancing With A Wolf | Kellic mpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora