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Tiempo actual..

-Buenos días, ¿Señorita Williams?.

-¿Si?.

-Soy Liliane, ¿Cómo está?.

-Oh Liliane, bien, ¿Y usted? ¿A qué debo su llamada?.

-Yo estoy bien, gracias, la que no está bien es Sun shine...

-¡¿Qué?! ¿Qué tiene?.

-Señorita Williams, la edad... Es hora.

-Oh no, ¿Cree que alcanzo a llegar para despedirme?.

-Si se apura si, ella se quiere despedir de usted..

-Está bien, ya voy en camino Liliane, gracias.

-Está bien, Señorita.

Colgué y tomé mi cartera, te di un beso como siempre y fui a casa por Sun shine.

En cuestión de veinte minutos llegué a casa y ahí estaba Sun shine, movió el rabo al sentirme llegar, creo que a pesar de que no pueda ver por su edad todavía me reconoce, los perros saben quiénes son su familia siempre, estoy segura que también te hubiera reconocido, fui a su lado.

-Hola vieja amiga, ¿Cómo estás, ah?.
Solté algunas lágrimas, era inevitable.
Me acosté sobre ella para darle un último abrazo, le hablé al oído.

-Sun shine, si lo ves por ahí perdido dile que lo amo, que lo extraño y que regrese, por favor..
Gracias por pertenecer a nuestra familia aún antes de construirla, nunca te olvidaremos..

Sentí su corazón detenerse, lloré desconsoladamente, se había marchado un hermoso ser que nos iluminó, se había marchado sun shine.

-Señorita, lo lamento mucho..

-Gracias Liliane, lo sé..

-Señorita, la última vez que vino se llevó una caja y cayó esto de ella sin que usted lo notara..

Me extendió una foto, la vi y lloré mucho más, el grifo que abre las lágrimas de mis ojos estaba fuera de control.

Tiempo atrás..

El timbre sonó y la puerta se abrió, mi mamá había recibido al visitante y me llamó, eras tú.

-¡Sorpresa!. Me dijiste, colocando una caja al frente de mi, mi madre nos veía con alegría desde la cocina.

-¿Qué? Pero hoy no es mi cumpleaños...

-No tiene que ser tu cumpleaños para que recibas un obsequio... ¡Abrelo!.

Rodee mis ojos y lo hice, grité al ver el contenido de la sorpresa.

-¡Oh por Dios! ¡Es un cachorro!.

-Si.. -Te acercaste a mi oído para hablarme bajo-será como nuestro bebé, ¿Qué te parece?.

Reí.

-¡Me parece una locura! Mi mamá no me dejará quedarme con esta preciosura..
Dije mientras la cargaba con ternura.

-Tranquila, no te preocupes por eso, tú mamá ya sabe y aceptó, claro, siempre y cuando la cuidemos...

-¡No lo puedo creer! ¿En serio? Corrí hasta la cocina y mi mamá lo confirmó, le agradecí.

Nos sentamos juntos en el patio trasero de mi casa para decidir el nombre; mientras elegíamos se me vino a la mente algo y no dudé en decirlo.

-Ryan, ¿Crecerá mucho?.

-Claro que si, todo crece, ¿acaso no ves mi amor por ti cómo crece cada instante un poco más?.

Sonreí, me dejabas sin palabras cuando salias con tus ocurrencias; como casi siempre tomaste una fotografía y le escribiste una nota, la leí y la guardé junto con mis cosas más preciadas.

Después de una pizza, coca cola y un par de películas elegimos el nombre de la cachorra: Sun shine.

Con el tiempo descubrí que mi madre había accedido porque era una perra entrenada para descubrir cuándo su amo estaba mal y alertar inmediatamente; me entristeció un poco pero al final comprendí que lo hacían porque se preocupaban por mi.

Te extrañaré, compañera de batalla, te extrañaremos..


Para besarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora