Te convencí de hacer la boda de manera rápida, lo antes posible y accediste, era algo que siempre supimos: debíamos aprovechar el tiempo.
Nos tomó un mes organizar todo, una tarde de agosto fue el día elegido para dar nuestros votos, para unir nuestras vidas bajo la bendición del ser que nos permitió llegar hasta este momento.
-Yo, Ryan, me comprometo a continuar a tu lado, a estar contigo en los mejores momentos de tu vida, pero más que todo a estar contigo en los momentos duros, donde de verdad sientas mi apoyo y todo el amor incondicional que siento por ti, te juro, hacerte la mujer más feliz, a sacarte una sonrisa cuando estés triste, a darte un beso y un abrazo de buenos días y de buenas noches, te juro hoy ante estas personas y el mundo entero a ser tu medicina para el alma, te juro que no te dejaré jamás, mi ángel...
Soltaste unas lágrimas en medio de una sonrisa, estabas sonrojada, tomé tu mano para colocarte tu anillo y estabas fría y temblando, tuve miedo de que fuera porque te sintieras mal, pero no, eran por los nervios, estábamos iguales.
-Yo, Sophia, Me entrego a ti, Ryan, en cuerpo y alma, comprometiéndome ante ti y ante Dios para hacerte el hombre feliz, a devolverte un poco de lo mucho que me has dado, a recuperar el tiempo perdido, a ser la mujer que te mereces, a acompañarte siempre, en los momentos de alegría y tristeza, de riqueza y de pobreza, en cada momento; te juro amarte por el resto de mi vida, en incluso, más allá de la vida terrenal..
Tomaste mi mano y pusiste el anillo en uno de mis dedos, tomé tus manos y sonreímos, ¿esto era acaso un sueño? Si es así, por favor, no me despierten.
Después de la bendición final y nuestro primer beso como marido y mujer tuvimos una pequeña recepción, justo con las personas que representaban parte importante de nuestras vidas.
Tu hermano llegó junto con su esposa y su bebé, corriste a saludarlos, las cosas se habían aclarado entre ustedes y habías conocido a tu cuñada y a tu sobrino; te vi jugando con él y me acerqué a ti...
-Te ves tan hermosa con un niño en tus brazos....
Te besé en una mejilla y te sonrojaste, te hacía lucir más bella de lo que eres, mi amor.-¿En serio?. Dijiste.
-Muy en serio,-te respondí- y te verás aún más preciosa cuando tengas entre tus brazos un bebé nuestro, mi ángel...
-Sería lo mejor que me pudiera pasar, ¿te lo imaginas?. Tus ojos se iluminaron aún más.
Llegó Charlotte por el pequeño Anton y quedamos los dos solos, Pronto llegó la hora de partir para nuestra luna de miel, para alejarnos del mundo y acercarnos un poco más al cielo, para ser inmensamente felices..
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Para besarte
RomanceRyan y Sophie son un par de jóvenes que se han querido desde que recuerdan y han vivido y disfrutado de su amor a plenitud. Un día la vida les da un vuelco inesperado y los sentimientos se ponen a prueba. ¿La piel tiene memoria?. ¿El corazón tiene...