10

363 25 2
                                    

Dormía a tu lado y sentí un sonido diferente al normal sonar, oprimí la alarma y llegó un par de enfermeras casi que de inmediato, una te revisaba mientras la otra me sacaba de la habitación, lloraba desesperadamente mientras me oponía, llegó el doctor en turno para atenderte, no, ¡no podía perderte por completo!.

Llamé a Marggie, era la única persona con la que tenia confianza para llamar a medianoche.

-¿Aló?.

-Marggie, soy yo, Sophie...

-¿Sophie? ¿Qué pasa? ¿Él...?.

-No sé, ¡No sé nada! Sólo me sacaron del cuarto, estoy muy asustada..

-Tranquilizate, ¿Si? Voy para allá.

-Gracias..

Colgué la llamada y me tiré al suelo pegada en la puerta, ¡Quédate conmigo, por favor! No te vayas, mi amor; espera por mi, ¿si?.

Llegó un camillero y te subieron a la camilla, ¡¿Qué pasaba?! Jesús.

Marggie llegó y me recogió del suelo, no podía hablar, era sólo lágrimas y ella lo comprendió porque sólo se dedicó a abrazarme fuertemente, sabia que necesitaba apoyo.

Te vimos salir, mi corazón se iba también contigo, el doctor dijo que te llevarían a cuidados intensivos.

Entré a la habitación y me acosté donde has estado desde hace ya una eternidad para mi, Marggie tomó la caja de nuestros recuerdos y la abrió a mi lado, vi lo que sacaba y tomé una foto que llamó poderosamente mi atención, la foto del paseo con nuestros amigos, el último viaje en grupo.

Tiempo atrás....

Faltaba poco tiempo para la graduación, decidimos pasar un fin de semana en grupo en un lugar diferente y lo hicimos.

Katherine, Michael, Anne, Simon, Marggie, Gerard, Tú y yo éramos un gran grupo; después de 45 minutos de viaje llegamos a un hermoso lugar al lado de un lago tranquilo para pasar las siguientes 48 horas celebrando por nuestra próxima graduación, que de cierta manera fue nuestra despedida y cada uno de nosotros lo sabia en el interior.

Al día siguiente el amanecer llegó rápido, salimos de nuestras tiendas de campaña para pescar, o más bien tratar de hacerlo; todos estábamos en el muelle riendo por nuestros intentos frustrados menos tú, estabas lejos de todos observándonos, corrí hacia donde estabas preocupada, me senté a tu lado.

-¿Por qué no estás allá? Te deposité un suave beso en el cuello.

-Porque estaba pensando..-Me abrazas para acercarme más a ti- que soy un como un pez..

-¿Qué? ¿Por qué lo dices, Ryan?.

-¿No te has dado cuenta? Fui atraído por ti... Así como un anzuelo a un pez...

-Ahh... Entonces, ¿Estás diciendo que soy un anzuelo?.

-No cualquier anzuelo, mi anzuelo.

Me miraste, tus ojos entrecerrados y llenos de amor me hicieron estremecer, tomaste mi cara entre tus manos y me diste un casto beso en la boca, te separaste y me diste una foto que acababas de tomar con tus palabras mágicas:

"Anzuelo mio,
Te ama,
Ryan."

Ambos fuimos anzuelo y pez del otro en realidad, acabé de darme cuenta.

Tiempo actual..

-Aún conservas las fotos después de tanto tiempo, impresionante de verdad.

-Son nuestro tesoro, Marggie, lo que me hace sentir con más fuerza, lo traje hace unos días.

-Ay Sophie, te admiro tanto...pero sabes, necesitas descansar, amiga..

-¿En serio crees que pueda descansar sin saber cómo está él?.

-Sé que no es fácil, pero yo estaré al pendiente de todo y si pasa cualquier novedad te aviso inmediatamente..

-Marggie, yo..

Necesitaba descansar de verdad, no podía más por el momento, le hice caso, tomé la sabana y me abrigué.

-Eso es, mi chica.

Me dio un beso en la frente y cerré mis ojos.

Para besarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora