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Habían días buenos, excelentes; pero también habían malos, pésimos. ¿Recuerdas cuando Sun shine salvó mi vida?.

Tiempo atrás..

Mi casa estaba sola como de costumbre, después de llegar del instituto por la tarde decidí tomar una siesta porque me sentía muy cansada, Sun shine se me acercó y me empezó a ladrar, le sonreí y le dije que no podía jugar; pronto la vista se me nubló y vi todo negro.

Desperté, paulatinamente volvían las luces; la consciencia regresaba también y ahí estabas, fuiste lo primero que vi.

-¿Ryan?¿Dónde estoy? Esto no es mi casa..

-Bonita.. -Me diste un beso en la frente- estamos en el hospital Memorial...

-¿Qué me pasó?. Pregunté confusa y con un profundo dolor de cabeza.

-Te desmayaste, mi amor...

-Y..y ¿cómo supiste lo que me pasó? Estaba sola en casa.

-Sun shine corrió hasta mi casa, al parecer se aprendió la ruta a mi casa.. Sonreíste..

Tocaron a la puerta de la habitación y entraron mis padres y mi hermano, mamá estaba como siempre que yo tenia una recaída.

-Sophie, hija, ¿Cómo te sientes?. Dijo ella preocupada.

-Estoy bien, mamá.. Le Sonreí para tratar de tranquilizarla.

-Hija, lamento que nadie estuviera en casa cuando esto sucedió.. Intervino mi padre.

-Tranquilo papá, esto algo que ocurre y ya, ¿Vale?.

-Hey Ryan, ¿Cómo supiste lo que le ocurrió a mi hermanita?.
Te dijo Charlie en su rol de hermano mayor protector , era curioso verlo así, antes de descubrir mi padecimiento vivíamos discutiendo o sencillamente nos ignorábamos.

-Charlie.. Le dije en tono mediador.

-Déjalo, sophie- dijiste mientras me tenías tomada de la mano izquierda- Supe porque sun shine fue hasta mi casa y me haló de una pierna para que lo acompañara, al parecer sabia que yo la podía ayudar..

-Gracias por traer a nuestra hija hasta acá, Ryan. -Dijo mi padre.

-Tranquilo señor, hice lo que tenía que hacer.

Llegó el doctor con una enfermera y los hizo salir, me revisaron y mandaron a hacer una serie de exámenes, ¡Cómo odiaba tener esta enfermedad!.

Salí del hospital después de tres días, me sorprendió que fueras tú y Marggie también a la salida del hospital para recibirme, me ayudaste a subir al auto y te sentaste conmigo, eras tan dulce y bueno..

Necesitaba un abrazo y me lo diste, me habías leído la mente..

-Gracias, Ryan.. Te dije al oído.

-¿Gracias? ¿Gracias por qué?.

-Por estar conmigo, por darme soporte..

-Siempre estaré a tu lado, siempre mi amor.

Me abrazaste más fuerte y quise llorar, cada cosa que hacías llegaba directamente a mi corazón.

Marggie nos fotografió, le encantaba hacerlo; gracias a ella tenemos muchos recuerdos juntos.





Para besarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora