Capítulo 8

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Entonces serás tú quien trabaje en esta sucursal.  —Parecía agradarle la idea, desde que llegué no ha dejado de hacer preguntas y bueno, yo no me he quedado atrás,  esto mas bien parecía una cita y no una entrevista de trabajo.

Pensándolo bien... —Coloqué mis manos sobre la mesa. —No sería conveniente que entre allí,  ya sabes, por Steven. 

Es cierto,  tienes razón.  —Tomó su celular.

No sé a quien llamaba, me miraba y le era imposible dejar de sonreír,  se la veía tan feliz, empezaba a gustarme cada vez más y comienzo a preguntarme si en el pasado me traía loco, pues su actitud,  su personalidad, todo de ella es capaz de enloquecer al más cuerdo.

Necesito quedarme más tiempo aquí  —silencio. —Bueno, he encontrado cosas que me gustaría poner en práctica en la empresa,  además necesito adecuar a los empleados y planificar el primer lanzamiento de los outfits de verano  —silencio. —Ese es el problema, necesito que hagas que Steven viaje de regreso, quiero quedarme sola —silencio.  —No sé, intenta lo que sea. —Me miró y sonrió satisfecha.

Me quedaré aquí dos semanas. —oírla decir eso me llenó de emoción,  además de seguir atando cabos, podría conocer más de ella, disfrutar de ella, de mis hijos.

Quiero llevarte a un sitio -me levanté de mi asiento.

Va a oscurecer —sonrió mirando el cielo.

¿Te importa?  —le pregunté.

En realidad no, vamos.

Llegamos al lugar que quería mostrarle, era un sitio bastante tranquilo, pensaba también en que quería salir con ella y con mis hijos, a pesar de no recordar nada, deseaba recuperar todo ese tiempo junto a ellos.

Esto es hermoso  —me miró. —Sigues siendo el mismo... —me tomó de las manos.

Sé que era feliz contigo, algo me lo dice  —recogí un mechón de su cabello que revoloteaba por el viento —¿Quieres bailar?

Si  —respondió sin apartar sus ojos de los míos.

La tomé de la cintura y empezamos a movernos al compás de la canción,  su piel es tan suave, su aroma es embriagadora, al girarla choqué con su mirada, la observé por unos segundos y tomé su mejilla, me acerqué un poco y respiré cerca de su piel, sentí el roce de sus labios y sin poder resistirme me perdí en su boca, sentía una mezcla de sensaciones recorrerme el cuerpo, sus manos se posaron sobre mis brazos, la tomé nuevamente de la cintura y la apreté hacia mi cuerpo.

Te extrañé tanto... —susurró.

No sé que decir —le respondí con una risa nerviosa.

Que imbécil.

Ja ja ¿sientes como si fue tu primer beso? —Me preguntó.

Siento que fue el mejor beso —respondí.

* * * * *

Cuando llegué a casa revisé mi celular, tenía más de trescientos mensajes en whatsApp, eso es  lo que ocurre cuando creas un grupo con tus amigos.

—"Si pagaran por cada mensaje que han enviado..." —les escribí.

—"¿Duro contra el muro?"  —me escribió Raquel.

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