Capítulo 20

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El proceso ha tardado cuatro días, hace cuatro días estuve a punto de poner en riesgo a la mujer que amo; hace cuatro días tomé decisiones apresuradas, decisiones peligrosas, pero también han sido decisiones que de alguna u otra manera están acabando con esta pesadilla. Las cosas siguieron iguales: Clara sin mencionar ni una sola palabra, Ivonne de igual manera y es extraño porque Tavo me aseguró la declaración por parte de ella.

Hemos pasado mucho tiempo sin ellos —decía Charlotte mientras peinaba a Jessy.

La miré e intenté sonreír para hacerle saber que todo estaría bien, pero el problema es que se lo he dicho muchas veces y aún no pasa.

No debo decirte que todo estará bien, quiero demostrarte que eso pasará —le respondí mientras tomaba a Criss en los brazos.

Sabes perfectamente que esto no es tu culpa. —Se detuvo y me miró por unos segundos —yo sé que todo estará bien.

Se acercó a mí con Jessy de su mano, me sonrió y con su otra mano acomodó el cuello de mi camisa, jamás me cansaré de mirarla, de disfrutar cada gesto que tiene hacia mí.

Estamos listos. —Me sonrió por última vez y salimos del dormitorio.

Al salir encontramos a Tavo junto a Raquel y Daniel, estaban leyendo algo, al parecer algo muy malo, busqué con la mirada a Margareth pero no estaba, quizás llegaría con John.

¿Qué sucede?  —La pregunta de Charlotte llamó la atención.

No te quedes ahí mirando ¿Qué es lo que sucede? —Empecé a desesperarme.

Daniel me observó por unos segundos y se dispuso a hablar, ya que ni Tavo, ni Raquel lo hacían.

Es una carta —dijo, sin apartar la mirada de la hoja.

¿Podrían dejar el maldito suspenso por una vez? —expresó Charlotte acercándose a ellos y arrebatándoles la hoja, la leyó y cubrió  su boca sin creerse lo que estaba escrito.

Por Dios... —Me miró y me extendió la hoja.

"Sé que no han sido los mejores actos pero tampoco me arrepiento, si escribo esto es por temor, porque la conozco y sé que no tiene límites, si la he apoyado es por un solo motivo, y me baso en la única convicción que me ha mantenido aquí: "La familia no se abandona ni tampoco se traiciona". No fui reconocida por su padre, pero la considero mi hermana, porque lo es, mamá siempre decía: "Un apellido no es el vínculo de una familia, sino la unión"; y eso es cierto, no podía fallarle a mi hermana y si lo hago ahora es porque comprendí que para ella la hermandad no existe. Quiero dejar en constancia la culpabilidad directa hacia Clara en el caso de que algo pueda ocurrirme, puedo dar fe de sus crímenes y lo declaro como la cómplice que he sido hasta el día de hoy, no me arrepiento de haberla ayudado, pero si me arrepiento de ser su hermana".

Miré a Charlotte por unos segundos, sus ojos no avisaban lágrimas pero si un destello de cierta felicidad.

Lo escribió esa noche antes de socorrer a Clara, al parecer fue la última vez que quiso ayudarla —me dijo Tavo, levantándose del sofá.

¿Y todo esto por problemas de hermandad? —soltó Raquel.

No solo se trata de eso. —La observó Daniel—Para muchos la familia es lo primero.

El resonar del timbre captó nuestra atención.

¡Debe ser Margareth! —dijo Tavo de inmediato, acercándose a la puerta. 

Recuerdos PermanentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora