Recuerdos Permanentes

Capítulo 16

PDV CHARLOTTE

Han pasado dos días y no he sabido absolutamente nada de Joss desde su última llamada, no ha estado en línea, no responde mis mensajes y tampoco mis llamadas. Tavo me ha dicho que se encuentra bien, que había descuidado su celular y Criss lo había dañado y que justo estaba por comprar otro; mis hijos están bien, pero sigo intranquila, simplemente necesito escucharlo.

Cuando llegué a casa de mis padres, mi mamá me lo agradeció muchísimo, me hizo muchas preguntas de con quien había dejado a los bebés y supo entender cuando le dije que estaban con Tavo y según yo, su "novia ".

—Te ves muy cansada, Charl —Federick me tomó de las manos y puso una expresión de preocupación.

—Es cierto, pero no es un cansancio físico, es más que eso —me decía Kate.

—Estoy bien —Les sonreí.

Estábamos en una cafetería, habíamos decidido pasar un momento juntos y hablar un poco.

—Hay algo mas... —dije mirándome las manos.

Dudaba en contarles la verdad, pero al recordar lo sucedido de la última vez, cuando mis hijos estuvieron en peligro, no dudé ni un solo segundo más.

—Sabes muy bien que puedes decirnos lo que sea. —Kate empezaba a preocuparse.

Hice silencio por varios segundos para pensar la manera en decirles la verdad.

—Charlotte ¡nos asustas! —Federick entró en desespero.

—Joss está vivo —solté.

Miraba a ambos y esperaba a que dijeran algo, pero solo me miraban como si tuviesen a una loca en frente.

—¿Estás pensando en la resurrección? ¿Ahora consumes drogas? Ya sé, es depresión —me decía Fed con cierto nerviosismo, Kate solo me miraba.

—Es la verdad, lo he descubierto hace poco, en Brasil... —dije recordando el día en que lo vi por primera vez.

Federick apoyó sus codos sobre la mesa y llevó sus manos a su cabeza.

—Charlotte... ¿Estás escuchandote? —me preguntó Kate.

Saqué mi celular y les mostré una foto en la que estábamos Joss, nuestros hijos y yo, de aquella vez en la playa.

—¡Oh por Dios! —dijo Kate en un grito casi ahogado.

—No puede ser... —Fed miraba la foto y me miraba, volvía su mirada a la foto y me miraba nuevamente sin creerlo.

—Todo empezó con mi viaje a Brasil... —Aquí iba.

* * * * * * *

Las cosas en la empresa estaban yendo un poco mal, en cuanto revisé los últimos análisis y resultados de las finanzas, vi que algo no andaba bien, habíamos bajado 10% en menos de una semana, lo que era totalmente absurdo ya que en Brasil la sucursal iba de maravilla y aquí todo se ha estado llevando de manera correcta, de hecho la llegada de una nueva diseñadora ha sido muy factible para todos, tiene ideas maravillosas, no entendía el por qué de este decaimiento si estamos a acostumbrados a no bajar jamás.

—¿Tienes un minuto? —era Federick.

—Para ti, los que sean —le sonreí.

—Mira, sé que no estás pasando por un buen momento, o quizás si... tu marido no está muerto, pero... —Lo observé y le hice señas con las manos de que fuese al grano. —Es Steven.