Acepté inmediatamente la propuesta de vernos, más que la intriga de saber quien era, eran las ganas de descrubir gran parte de esta mentira.
—Hey.. —Su voz hizo que me detuviera y la miré por unos segundos.
Estaba lo bastante cerca como apreciar esos ojos que tanto me fascinan.
—¿A dónde vas con tanta prisa? —me preguntó.
La tomé por la cintura y hablé muy cerca de sus labios.
—A resolver un asunto que tengo pendiente —le respondí con un beso.
—¿Todo está bien? —Su expresión cambió totalmente.
—Si, todo está bien, no te preocupes —le sonreí.
—No sé por qué he tenido la sensación de que me ocultas cosas —sonó algo enojada.
—Deberías confiar en mí —le dije.
—Mas bien tu deberías confiar en mí y decirme que es lo que está pasando. —debía decírselo.
—Esta mañana tuve una llamada anónima, quiere que nos veamos y confesarme la verdad. —Le conté.
—¿Cómo sabes que no es una trampa de Clara? —me preguntó, no quería preocuparla.
—porque ella detesta a Clara, debo hacer esto —le respondí.
Miré hacia mi derecha y vi que Ivonne nos miraba.
—¿Qué haces allí? —le pregunté, no me gusta que escuche este tipo de conversación.
Jugó con sus manos unos segundos, estaba nerviosa.
—Lo siento, no quise interrumpir —nos dijo —quería saber si podría ir al médico, debo hacerme un último chequeo —nos avisó.
—Si por supuesto, tómate el día libre —le respondió Charl.
La miré por unos segundos y fijé nuevamente mi mirada en Charl.
—Prometo llamarte en cuanto esté allá. —La besé y salí del departamento.
Mientras conducía iba formando en mi mente la lista de preguntas que tendría para ella, estaba algo ansioso por saber todo en cuanto al accidente y los sucesos posteriores a este.
Cuando llegué al bar, busqué la mesa en donde me dijo que se encontraría, estaba de espaldas, cabello corto, color negro y tes blanca, así la ví.
—Hola —me dijo, sus ojos salpicaban cierta chispa de miedo, se la notaba ansiosa.
—Vamos al grano por favor —pedí.
—Deseas un tra... —la interrumpí.
—Al grano —solté.
—Joseph Parker, tan indefenso y en manos de la peor víbora, eso fue lo que pensé luego de escuchar su jugosa propuesta. —Bebió algo de licor. —medio millón era su cifra para hacerte olvidar poco a poco todo lo que recordabas. —me miró y no dije ni una sola palabra, quería escuchar absolutamente todo. —Zip, un fármaco amnésico capaz de hacerte olvidar los malos recuerdos, este fármaco había sido utilizado con ratas, luego de ver la reacción que tuvieron creyeron posible en que borraría los malos recuerdos, pero tú no solo olvidaste lo malo, te mediqué muchas veces, lo cual hizo que poco a poco borraras recuerdos muy profundos, cada semana tu avance hacia el olvido era soprendente, ha sido anti ético hacer este tipo de cosas, pero necesitaba el dinero. —La miré con cierto asombro, ¿es neurológa y necesitaba dinero? Ella pareció entender la ironía. —No todos los doctores son bien pagados. —me respondió.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos Permanentes
RomanceEn mi mente la nube de recuerdos sigue flotando, lo que aún no puedo saber es que clase de recuerdos son. Sé que tengo un pasado por descubrir, un presente por vivir y mi futuro... bueno, eso depende de mi pasado. (Leer, Aún estás aquí para entender...