Capítulo 23

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La enfermera nos guió hasta la sala donde conoceríamos al bebé de Clara, para entonces ya me había realizado el exámen correspondiente para despejar dudas acerca de mi supuesta paternidad.

Cuando llegamos y la enfermera nos señaló quien era, sentí mucha ternura, momentos como este son muy emotivos, miré a Charl y ella solo lo observaba pensativa.

¿Que ocurre? —le pregunté.

Nada... es sólo que, se ve muy hermoso. —Su expresión reflejaba ternura al verlo.

Merece tenerlo todo.—Escuché decir a Tavo.

Margareth estaba con los ojos brillosos y sostenía la mano de Tavo.

La voz de un hombre llamó nuestra atención al nombrarme.

Señor Parker, deben venir con nosotros ahora mismo—dijo.

¿Qué sucede? —pregunté de inmediato.

Corren peligro aquí, deben acompañarnos—respondió.

¿Peligro? ¿De qué habla? —preguntaba Charl, mientras caminábamos de su lado.

Llegamos a la comisaría y allí se encontraba el oficial, tenía una cara de preocupación que hacía imaginar lo peor.

Oficial—saludé.

Tenemos malas noticias—nos dijo.

Espero no sea lo que pasa por mi mente—le respondió Tavo.

Clara ha escapado—respondió.

¿Qué? Eso no puede ser posible—dije molesto—, se supone que mantiene custodia todo el tiempo.

—Pues no actúa sola, al parecer alguien la ayuda.

—Steven... —dijo Charl.

Pensamos lo mismo, pero Steven sigue en su celda y asegura no saber nada.

—¿Y le creen? Steven puede mover contactos aún estando en la cárcel—le dijo Tavo.

Se está cumpliendo con el procedimiento de las investigaciones, pero mientras eso ocurre ustedes deben mantenerse a salvo—nos dijo el oficial.

Con esa loca en las calles, eso es imposible—espetó Margareth.

No puede llegar muy lejos, su estado es delicado por causa del parto, así que lo más probable es que demos con su paradero lo más pronto posible.

Llegamos al hotel bajo la protección de los agentes, me sentía tan impotente, no era nada justo que esto esté pasando, que la pesadilla no haya desaparecido y que nos encontremos en esta situación.

El pensar acabará conmigo—solté.

Ya escuchaste al oficial, no debe estar lejos—me respondió Tavo. En su voz se notaba el mismo enojo que sentía yo.

Vamos a la cafetería, necesitamos al menos comer algo—dijo Margareth.

Me cambiaré esta blusa y vamos—me dijo Charl, le sonreí de lado y ella se marchó.

Mañana pasaré por los resultados de la prueba—les dije a ambos.

Esto debe ser complicado para Charl—me respondió Margareth y tenía razón, aunque siento que es temor lo que ella siente en estos momentos.

Recuerdos PermanentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora