Capítulo 21

85 8 3
                                    

Todo esto es tan difícil, aunque nunca nadie me dijo que seria fácil, es aquí cuando me doy cuenta de que la familia es lo primordial, de que el amor siempre lo podrá todo, no importa el momento, el lugar o la situación, si hay amor, todo es posible.

Pienso que esto es tan impactante, casi como una novela o como la historia de un libro en donde soy el protagonista sin derecho a inventar una parte de la historia, si tuviera aquella opción, la opción de cambiar cosas en mi vida, empezaría por volver al pasado y sacarle más sonrisas a Charlotte, iría al pasado solo para hacerla muy feliz, regresaría al presente y miraría en sus ojos esos recuerdos que planté en ella.

—Quiero que sepas algo. —La tomé de la mano antes de entrar al auditorio.

—Estoy nerviosa. —Me miró por unos segundos. —Quiero que esto acabe lo mas pronto posible.

—Yo confío plenamente en que esto acabará. —La abracé y llevé mis labios cerca de su oído. —Te amo y todo saldrá bien.

Tavo llegó hasta nosotros y nos dio una pequeña sonrisa, una de aliento.

—Allí adentro está mi primo y está a punto de ser juzgado a varios años de prisión, pero aquí afuera están ustedes dos, mis verdaderos amigos, a quienes protegería de mil formas, como lo haría Mel. —Nos miró. —Yo sé que ella hubiese hecho también todo lo que yo he hecho hasta ahora, hoy acabarán las penas, los llantos, el dolor, hoy empezamos de cero.

La puerta se abrió y Tavo fue el primero en ingresar, tomé a Charl de la mano y le di un leve apretón , mientras nos adentrábamos observé detenidamente el lugar.

La audiencia yacía en sus respectivos puestos, Daniel, John y Raquel eran parte de esta, Margareth decidió quedarse con los niños, seguí caminando y fijé mi mirada en Ivonne, Steven y Clara, tenían una mirada de triunfo, una mirada sin ninguna pizca de arrepentimiento, llegamos a la mesa en donde nos correspondía estar, a nuestro lado el abogado Moore y al otro lado se encontraba el abogado de Steven, quien prestaría sus servicios para la defensoría de Clara y de Ivonne, a un costado de la sala se encontraba el resto del jurado a la espera del juez, ante su llegada, nos pusimos de pie.

Llevábamos treinta minutos aquí y bastaba ver el nerviosismo de ellos para comprender que eran culpables.

—Jamás cometí algún tipo de delito, jamás le hice daño a alguien, el día en que la policía llegó hasta ese lugar, me arrestaron sin razón alguna, Joseph y yo estábamos conviviendo, Charlotte llegó a interrumpir nuestro momento, como está acostumbrada hacerlo. —Miró a Charl mientras hablaba. —Llegó a dañarlo todo.

—¿Afirma usted que jamás ha estado vinculada con algún tipo de delito? —preguntó Moore.

Ella asintió.

—¿Puede explicarnos, que significó ella para usted? —Le mostró una foto de la doctora, aquella que mandó a matar.

Sonrió. —No la conozco.

—¡Miente! —El grito de Charl llamó la atención de todos.

—Mantenga la calma o me veré obligado a cancelar la audiencia—dijo el juez de inmediato. — .Continúe—le pidió al abogado.

—Señoría, quisiera demostrar que lo que acaba de decir la señora aquí presente es mentira, tengo pruebas contundentes de que ella y la doctora eran complices.

—Adelante —respondió el juez.

Moore se dirigió a reproducir el video, Steven se notaba impaciente.

Recuerdos PermanentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora