Reconozco que no fue la mejor idea que se me pudo ocurrir, alguien podía salir gravemente herido de aquí, pero la necesidad de querer acabar con esto era enorme.
—¡Las armas al piso, bajen lentamente las armas! ¡Es una orden! —El lugar estaba lleno de policías, Charlotte era retenida por un agente mientras trataba de correr hacia mi, Tavo intentaba calmarla pero ella se negaba.
—¡Dispara! —me pidió Clara. —Acaba conmigo de una vez por todas —me sonrió —. Sabes muy bien que es eso lo que deseas.
Miré por el rabillo del ojo a Ivonne y seguía apuntándome, estaba dispuesta a disparar si Clara se lo ordenaba.
—Baja el arma —le ordenó a Ivonne.
—¿Estás loca? ¡Nos van a encerrar de por vida! —gritó.
Miré a Clara por última vez, pero la miré a los ojos, creo que ha sido la primera vez que la he mirado así, como preguntándole el por qué de todo esto. No sabía si estaba bien o mal lo que haría, pero yo no soy como ella y por más daño que haya hecho, por más dolor que me haya causado, no la mataría.
Bajé el arma lentamente, mientras lo hacía, no apartaba mi vista de ella.
—Listo —dije incorporandome —, haz lo que quieras, pero sabes perfectamente que la única forma en que saldrás de aquí, será muerta o directamente a la cárcel.
—Ivonne, baja el arma —le ordenó sin mirarla.
Segundos después sentí las manos de alguien en mis brazos apartándome de ellas, Ivonne estaba siendo arrestada al igual que Clara, ella repetía que estaba embarazada y que tengan cuidado.
—¡Joss! —el grito de Charlotte llamó mi atención.
—Todo está bien —le repetía mientras la abrazaba. —.Te amo —le dije al mirarla y me abrazó con fuerza.
—Señora Smith, debe acompañarnos a la comisaría —le dijo un agente.
—Ve amor, estaré bien. —Le di un beso en la frente y sequé sus lágrimas.
—Ya terminó... ¿verdad? —me decía Tavo.
—No... Steven está suelto —respondí.
—No puedo creer que ese infeliz sea familia mía... —dijo con desagrado. —El simple hecho de saber que pertenece a mi fami...
—No digas eso —lo interrumpí —, no debes sentirte así, tenemos que ir a la comisaría ¿Cómo están mis hijos?
—Estan con Margareth y me imagino que todos han de estar en el apartamento —me respondió.
El celular de Tavo sonó y contestó de inmediato, antes de hacerlo me dijo que era Margareth.
—¿Qué? —preguntó asombrado.
Silencio.
—Pues no salgas, dile a Raquel que tampoco salga, Steven es muy peligroso —le dijo.
—¿Qué sucede? —pregunté asustado.
—Steven está fuera del apartamento exigiendo a los bebés —soltó.
—Ese infeliz... —Apreté mis puños y me dirigí a la calle, debía llegar y matarlo a golpes, no tocará a mis hijos.
—¡Joseph, espera! —gritó Tavo a mi espalda.
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Recuerdos Permanentes
RomanceEn mi mente la nube de recuerdos sigue flotando, lo que aún no puedo saber es que clase de recuerdos son. Sé que tengo un pasado por descubrir, un presente por vivir y mi futuro... bueno, eso depende de mi pasado. (Leer, Aún estás aquí para entender...