Capítulo 6

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-¿Te sientes bien? -Le pregunté al momento que le pasaba un vaso con agua.

-Si, es solo que no me cabe en la cabeza lo despistado que eres -Suspiró. -¿Cómo es posible que hayas chocado con esa mujer?

-No es algo que traía planeado ¿sabes? -No sé por qué con ella jamás se puede hablar tranquilamente.

-Y de paso ibas a esa supuesta reunión -Me miró intentado hacer el mismo drama de siempre que por cierto no me asombra en lo absoluto. -quiero que las cosas mejoren entre ambos, que todo sea como antes.

-Yo no sé como era antes -Le dije.

-Pues te lo he contado muchas veces y aun así no confias en mi palabra -Se levantó de la cama. -Ven, olvidemos todo, empecemos de cero.

Empezó a besarme y darme caricias pero no era suficiente, necesitaba más que eso para sentirme bien.

La separé de mi lado.

-Clara... -Iba a decirle algo que la pondría como fiera. -Necesito mi espacio, tengo que pensar muchas cosas, me iré a un nuevo departamento.

-¿Estás terminando conmigo? -No se lo creía. -Esto debe ser una broma.

-No lo es, he conseguido todo, esta tarde me mudo a mi nuevo departamento -Solté.

-¿Y que pasará? ¿Vas a olvidarte de mí? ¿Me hablarás? No lo creo Jo -no terminó su frase. -Peter.

Tomé la maleta que había hecho, donde guardé todas mis cosas y opté por salir lo más rápido posible.

* * * * * *

-¿Y ya? -Preguntó Raquel mientras me ayudaba a acomodar las cosas de la sala.

-Pues si, no hizo mayor escándalo. -Respondí.

-Por lo que sabemos, Clara no es mujer de quedarse con los brazos cruzados, no puedo creer que no te haya armado un escándalo -Me decía Margareth a medida que se acercaba con dos cervezas más.

-Quizás se cansó. -espero y sea así. -No volví a saber de Charlotte, ni siquiera sé cómo sigue, han pasado tres días y no he tenido la gentileza de presentar mis disculpas.

-¡Que tonta soy! -Gritó Margareth. -Ella me dio su número, ¿recuerdas que te dije que hablamos pero no mucho ya que el imbécil ese me sacó?

-¿Cómo rayos puedes olvidarte de su número? -Le reclamó Raquel. -Se nota que soy yo la que siempre hace mejor el trabajo.

No sabía que hacer, que decir.

-Ten debes llamarla. -Margareth me extendió mi celular, ya había guardado su número.

-Lo haré. -Respondí y me dirigí a la cocina.

-¿Qué crees que haces? -Me preguntó Raquel.

-Dije que lo haré. -Le respondí.

La llamaré pero no con ellas aquí, no sabría que decir.

-Como quieras Dawson. -Levantó sus manos en modo de rendición.

Pasé todo el día tratando de arreglar mis cosas, Margareth y Raquel me ayudaron mucho, revisé mi correo y tenía un mensaje de la compañía, ya había explicado mi problema y supieron comprenderme, tendré una oportunidad más, será dentro de dos días ya que se presentó un problema con la persona que me tomaría la entrevista.

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