Capítulo 11: Mi querida hermana

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|(Narración de Taián)|

Esperaba la llegada de Ana, le preparé su cama, ordene las cosas, aunque no sea gran cosa, pero, un viaje de Misania a Egipto es muy largo y cansado. Estaba esperando su llegada en la mañana, con esperanza de que llegara antes de almorzar. No llegaba, iba a esperar a comer con ella, pero, tuve que comer sin ella, mamá se empezó a preocupar, ella no puede llegar después del almuerzo, porque después del medio día, empiezan los asaltos y las muertes.

Empecé a preocuparme mucho, no hemos visto rastro de Ana, papá mandó a guardias a ir en busca de ella si ella seguía en el camino, No, papá mandó a un mensajero a Misania con una carta diciendo que dónde está Ana, no quería que mamá se preocupara, no me gusta verla triste.

(Pasan las horas, y no habían rastros de Ana)

Papá estaba completamente molesto, no podía creer que Ana, estaba perdida, yo tenía mucho miedo de lo que le podía pasar a mi hermana, Ana, ella es la única persona que me entiende, y me corrige, ella... La única, era solamente Mini, pero, Ana, es la mejor

(Al día siguiente, recibimos la carta)

De noche, llegó la respuesta de Rey, Ana no estaba en Misania, papá no creyó en esa carta, que era una estafa, y que encontraríamos a Ana en Misania. Yo si creía, Rey no sería malo, él siempre ha sido honesto, nunca diría una mentira, menos d de ese tipo de cosas, ¡Mi hermana está perdida! Estaba totalmente preocupada ¿Y si la secuestraron? Tendría mucho sentido, pronto sería reina, y en casos como esos, todos deseaban acabar con la futura reina o rey.

Mamá no dejaba de caminar por todos lados...

-Mamá, basta, me estás preocupando más...

-Tai, no puedo, tu hermana está completamente sola, tal ves, no, pero, sabes a que me refiero...

--se levanta papá del trono -Hay que enviar búsqueda, sigo pensando que lo que manda Rey, es mentira...

-Papá, el no mentiría...

-Hija, cualquier habitante de Misania mentiría...

--se sienta mamá en el trono -¿Entonces que dices?

-Iré a Misania, lo pronto posible...

-¿Y nosotras?

-Tú reinarás por mientras Ledi...

-Papá, crees que Ana está...

-No, no creo que le vayan a hacer eso...

-Pero, dices que le pueden hacer cualquier cosa...

-Lo sé, pero, espero que no le hayan hecho tanto daño...

-Papá ¿Puedo ir contigo?

--se para mamá molesta al escuchar eso - ¡NO! ¡Puedes morir!

--mira papá a mi mamá -Si, irás conmigo Tai...

-No, no, no quiero perder a las únicas hijas que tengo...

-¿Y el que tienes adentro?

-Eso ya es otra historia...

-No le pasará nada malo a Tai, tranquila...

-Eso espero...

(Una semana después, papá decidió ir a Misania)

Llegamos a Misania, Rey nos recibió muy feliz, se veía confundido...

-Rey, necesitamos de tu ayuda, Ana no se encuentra en Egipto...

-Señor, Ana se fue el día que se tenía que ir a Egipto, y, no sé más, perdón...

-Necesitamos tu ayuda, por favor...

-Ayudaré en la búsqueda de la princesa...

-Gracias, tendremos que irnos mañana...

-Majestad, váyase usted hoy, no puede dejar a la reina sola, que Taián me ayude en la búsqueda...

-No sé si...

-Vamos papá, es por Ana...

--me ve -Bueno, si puedes, pero, sólo 3 días...

--le abrazo -Gracias...

--me susurra -Ten cuidado...

--igual, en voz baja -Tranquilo, estaré bien...

-Eso espero -se aleja de mí -

Papá se fue, Rey, me llevó a las mazmorras, porque yo le pedí ir abajo, apenas entramos, Rey abrió una celda, y me empujó, y cerró la puerta

-Rey, déjame ir -En un tono de burla -

-No...

-Rey, enserio...

-Ahora te quedas aquí, por venir...

-¿Tai?

Miré detrás mío, era Ana, se veía golpeada, y con el vestido un poco roto, se veía desnutrida...

--me abraza muy fuerte y feliz -Hermana...

Las dos estábamos llorando, la felicidad de volver a vernos...

-Ana, pensé, que habías muerto...

-Tai, desaparecer no significa desaparecer para siempre...

-Ana, hermana...

-Tai ¿Qué haces aquí?

-A buscarte...

-Tai, tienes que irte, te harán daño aquí...

--dice Rey confundido -¿Daño?

Rey abre la puerta, y ve a Ana, se fue enojado y molesto...

Estoy en una perdición...

Larga Vida Al ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora