Capítulo 24; Princesa de amor

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|(Narración de Taián)|

Llevaron a Ana a su habitación, Akins la colocó en su cama y los niños iban detrás mío, ellos se veían preocupados.

-¿La tía Ana se murió? -preguntó Adubakar -

-No, tranquilos, ella solamente está débil.

Entré con Akins y detrás de él, estaba el sacerdote.

-Majestad, necesitamos saber si la Reina ha tenido este tipo de problemas antes. -me comentó el sacerdote -

-Si, dolores de cabeza y vómitos todas estas últimas noches después de que el rey... -me quedé pensando un rato -

-¿Sabe a lo que se refiere?

-A Ana no le gustará esto. Ella tendrá un...

-Un bebé del Rey de Misania. Un heredero al trono.

-...

-Debemos dejar descansar a la Reina, salgamos de su habitación.

Y luego todos salimos, y fui directamente a sentarme en el trono de Ana. Pero ALGUIEN me lo impidió.

-Princesa, no puede sentarse en el trono de la Reina. -comentó Assim -

-Sí puedo, tengo el poder.

-Pero la Reina es más poderosa. -comentó una de las criadas -

-No molesten, ahora, largo.

Y se fueron, así de simple, ser parte se la realeza siempre me ha gustado y nunca lo he rechazado, como Faz y Fer, que rechazaron su puesto para irse con los esclavos. Una decepción para la familia...

Me aburrí un poco, así que decidí ir a caminar por el pueblo acompañada de Akins, pero Akins me contó que no podía porque tenía que cuidar de Ana, sólo proteger a la Reina. En algunas ocasiones yo le tenía envidia a Ana por ser "la querida del Palacio".

Mis deberes como princesa son... aburridos, sólo buscan a Ana, yo soy la que me encargo de que los pueblos estén en orden y si hay un problema tengo que devolverme al Palacio para traer a Ana. Es lo más cansado y aburrido, aunque he visto veces en las que Ana cae del cansancio.

Esperé un rato para que Ana despertara, pero tenía que ir a vigilar el pueblo, así que fui con Assim y Anum. Me encontré en el camino a Nía y a sus hermanas, peleaban como siempre.

-Chicas. -me acerco a Nía -¿Qué está pasando?

-Tai. -se inclina -No, no hay ningún problema, sólo es que mis hermanas siguen en pelea.

-Debes arreglarlo, Ana ya está cansada de las peleas de tus hermanas, ella ya no soportará estás estupideces. Nía, debes hacer algo con ellas, o Ana lo hará y sabes que ella es muy estricta. No quiero que pierdas a tus hermanas...

-reacciona a lo que comenté, igual que sus hermanas -Si Majestad, trataré de no, causar más problemas para Ana. No quiero perder a mis hermanas.

-Bueno, eso espero.

Anum y Assim siguieron su camino conmigo, los dos estaban detrás mío, caminamos y caminamos hasta que llegamos al pueblo...

Donde supuestamente estaba Azizi...

Reconocí el pueblo, igual que Anum y Assim. Así que Anum se adelantó, poniéndose casi al frente mío.

-Majestad, sabe de la prohibición de la Reina -dijo Anum, viendo a los dos lados-

Yo sólo acerté con la cabeza. Y nos encontramos a otros guardias, Anum y Assim se quedaron hablando con ellos. Después yo me fui a otro lado. Me quedé hablando con una familia, en un momento, sentí que me taparon la boca. La familia detrás mío solamente gritó. Yo me desespere mucho.

-Parece que la princesa ha cambiado... -su voz era conocida-

Vi un cuchillo del hombre, acercándose a mi cuello. Trataba de soltarme pero era difícil. Me dieron la vuelta y vi a Anum y Assim sacando sus espadas acercándose lentamente.

-¡Suelta a la princesa en nombre de la Reina!

Me soltó y me empujó a Assim, él me atrapó para que no cayera, yo sentía mis lágrimas caer y recosté mi cabeza a su hombro.

-¡Sabes que tienes prohibido tocar a la princesa Azizi! -comentó Assim, tocando mi cabeza- O te verás terminando en el calabozo.

Su mirada era fría, estaba completamente diferente, su pelo y sus brazos, y ni hablemos de la cara; una cicatriz en su ojo derecho.

Azizi sacó su espada y se acercó lentamente a Anum, Assim se alejó conmigo y me llevó a sentarme y luego se fue para luchar con Anum.

Una pelea, Anum y Assim contra Azizi, la batalla no duró mucho, porque llegaron otros soldados para arrestar a Azizi. Yo toqué mi cuello y sentí un líquido; sangre, vi mis manos y estaban repletas de sangre. Yo me asusté y se acercó Assim a ver mi manos.

-Tenemos que llevarla, su cuello está sangrando.

Assim se sentó a mi lado, yo puse mis brazos alrededor de sus hombros y él tomó mis piernas y me levantó con sus brazos, cargándome. Assim sólo veía mis ojos, los dos intercambiamos miradas, el me sonrío pero luego miró al frente. Assim era un soldado amable y carismático cómo Akins, conmigo era muy amable y cariñoso, habían veces en las que trataba de hablarme pero lo evitaba para no tener problemas con Ana.

-Assim.

-¿Si princesa?

-Me gusta tu sonrisa, es muy linda y tierna.

-Gracias Majestad. -dijo un poco temeroso-

-¿Porqué tratas de evitarme? Veo que no me diriges la mirada, y a las princesas se les debe dar la cara. ¿No?

-Si, princesa. -me mira a los ojos y deja de caminar- Perdón. Pero, no puedo, por la Reina.

-Pero soy princesa, en este momento estás cargando a la princesa en tus brazos. Soy frágil, como la Reina.

-acierta con la cabeza- Tiene razón princesa. Bueno. Sigamos, usted está sangrando. -sigue con su camino-

-Pero no me duele. Estoy bien, y puedo caminar perfecto. Y ni entiendo porqué me cargaste, si no me lastimé los pies

-Em...

-Puedes bajarme...

-...

-sonrío- No me bajes, estoy bien así, en tus brazos...

-... Princesa

-¿Si?

-¿Le puedo preguntar algo?

-Dime, te escucho.

-¿Porqué la Reina eligió a Akins para ser el general?

-...

La verdad, a el no le gustaría saber...

Larga Vida Al ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora