Capítulo 16 : ¡Ya casi es mi celebración!; La llegada del soldado.

25 1 0
                                    

|(Narración de Ana)|

Me quedé impactada, cuándo mi madre dijo "- no puedo seguir teniendo esta responsabilidad. En un mes tu tendrás tu coronación.-"

¿En un mes? ¿Mi madre ya se rindió? No me lo pude creer, mi mamá me dijo que es en UN MES. Después de eso me sentí mal, y me enviaron a la cama, a descansar mucho con Tai. Las dos estábamos cansadas, cómo no lo íbamos a estar, un camino muy largo, y enfermas… Lo bueno es que ya estábamos en nuestro hogar.

Nos quedamos dormidas, luego despertamos, cuándo salimos del cuarto, ya nuestros padres estaban cenando, cenamos un poco, y nos quedamos ahí hasta las 11, el único que tenía sueño era papá, mamá también se había dormido un rato.

Al día siguiente, despertamos tarde, nos levantó mamá.

-Vayan a bañarse y a comer luego, su padre tiene que hablar con ustedes, y urgente. Es sobre tu reinado Ana.

-…

Nos bañamos y luego fuimos a desayunar, papá nos esperaba en su trono.

-Chicas, quiero que vayamos afuera, al río.

-Bueno. -respondemos las dos al mismo tiempo -

Fuimos, pero a caballo, cuándo llegamos a la orilla, nos sentamos y papá nos habló sobre mi coronación.

-Quiero que entiendan, que, pronto terminarán solas, sin ayuda, por eso…-le interrumpo al escuchar eso -

-Espera, espera espera, ¿Dijiste que solas? ¿Y ustedes no van a estar con nosotras hasta que mueran? ¿Nos van a dejar solas?

-Ana, sabes qué en algún momento nosotros ya no vamos a estar y no vas a tener ayuda de nadie.

-Lo sé papá, pero, lo dices cómo si fueras a morir antes de mi coronación.

-No, eso esperamos. Bueno, como decía… Un Reino no se reina así porque sí, nosotros ya les hemos enseñado como gobernar, y toda regla de una princesa y otras cosas. Por queso, quiero que, -me ve a mí -tienes por un día todo Egipto, como si ya fueras Faraona, y luego, yo voy a determinar di vas a necesitar ayuda. ¿Entendido?

--bajo la cabeza -Bueno, entendí.

-Y tu Tai. -mira a Taián -Quiero que ayudes a tu hermana.

--baja la cabeza -Bueno, te lo prometo.

Hablamos y hablamos por variaaaaaasssssss horas.

Luego nos devolvemos al Palacio y tuvimos un "reposo", en otras palabras, comimos una fruta.

Almorzamos, y luego papá fue a darse una siesta, aprovechando ese momento de la siesta, Tai y yo fuimos al pueblo. Caminamos, y nos encontramos muchas "amigas", y "amigos, luego seguimos el camino y visitamos a Nía y a sus hermanas. Encontramos un camino de piedras que iba a un callejón, en ese callejón vi un niño, estaba herido, y pedía ayuda. Caminamos hacia él y lo auxiliamos, pero, en realidad no estaba herido.

Aparecieron 5 hombres detrás de nosotras, unos tenían cuchillos, nosotras dábamos pasos hacia atrás, hasta que pegamos con la pared, no teníamos escapatoria, detrás de nosotras había una puerta, lamentablemente, estaba cerrada, con llave, nosotras gritamos, pero, nadie nos ayudaba.

La pared no estaba tan alta, queríamos subir, cosa que no se pudo porque, era obvio, nos iban a matar si tratábamos de escapar. Uno de los hombres se acercó a nosotras, yo cubrí a Tai con mis brazos, el hombre se acercó a mí, tomó mi mano y bruscamente me empujó, caí al suelo, Taián gritó, el hombre hizo lo mismo con ella. Las dos estábamos en el suelo, los hombres reían.

Larga Vida Al ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora