Capítulo 25; Lo hago solo por tí...

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|(Narración de Ana)|

Desperté y vi a Akins y al sacerdote a mi lado.

-Majestad. ¿Se siente mejor? -preguntó el sacerdote, acercándose más-

-No. -toco mi cabeza y la levanto un poco- Me siento mal... ¿Qué pasó?

-Se desmayó. -contestó Akins, fijando la mirada en mis ojos-

-¿Enserio?

-Sí, y tengo noticias para usted...

-Dime, espero que sean buenas.

-Usted está embarazada.

-¿¡Qué!? -levanto mi cabeza rápidamente, viendo al sacerdote-

-Del Rey de Misania... -continuó Akins-

-No, no puede ser, no es cierto.

-Pues lo es Reina, son malas noticias para usted...

-¡No!

-Akins toma mi brazo y trata de tranquilizarme- Majestad, tranquila, no se estrese.

-toco mi cabeza con las dos manos y me pongo a llorar-

-Reina. -Akins se sienta a mi lado y toca mi hombro- Todo estará bien, se lo aseguro...

-No estará Akins, entiende...

-se levanta y se acerca al sacerdote-

-¿Dónde está Taián? ¿Dónde están los niños?

-La princesa está en el pueblo, los niños están con la princesa Faz con los demás soldados.

-Quiero hablar con mi hermano mayor, y también con Taián. Y quiero que me traigan a 2 de las criadas. Rápido, no me hagan esperar.

Los dos salieron, pero antes de que Akins saliera, le pedí que hiciera otra cosa.

-Akins, ven, tengo que hablar contigo.

-¿Si mi Reina?

-Estás oficialmente declarado como General del Ejército de Egipto. No tengo tiempo para otras cosas, puedes traer a tu familia a vivir lo que le queda en el Palacio. Y te ordeno que vayas de inmediato.

-Majestad -besa mi mano- Muchas gracias. Iré en este momento. -se levanta y sale-

-...

(...)

Se abrió la puerta, era Taián en los brazos de ¿Assim?.

-¿Tai? ¿Qué hacen?

-Ana. -se baja de Assim- Algo terrible pasó cuando pasaba por el pueblo.

-¿Y ahora qué?

-Azizi trató de atacar a la princesa. -comentó Assim- En este momento esperamos sus órdenes, para poder saber qué hacer con él.

-¡QUIERO QUE LO LLEVEN AL CALABOZO! Y MAÑANA QUE LE CORTEN LA CABEZA!

-Si mi Reina. -salió del cuarto-

-Tai. ¿Ya lo sabes?

-Ana...-se sienta al lado mío- No entiendo. ¿Qué harás?

-No lo sé, esto se está descontrolando.

-¿Qué hago yo?

-Tú te encargarás de que terminen con Azizi de una vez, no quiero volverlo a ver vivo.

-Pero...

-le interrumpo- Trató de atacarte, y no puedo perdonarle la vida, de tanto que te ha hecho.

-Bueno, como digas.

(Al día siguiente)

Era de mañana, estaba sentada en mi trono, esperando la llegada de Azizi. Taián estaba a mi lado, Fer estaba con Kama y Faz con sus hijos.

Luego vi como llevaron a Azizi al frente mío, totalmente cambiado, lo arrodillaron y yo me levanté.

-Azizi, has incumplido con las reglas del Palacio, me has decepcionado, y decepcionaste a la princesa. En nombre de Egipto, te exiliaré de estas tierras o tienes otra opción...

-...

-Tú, ¡Eres la desgracia de este Palacio! ¿Algo vas a decir en tu defensa?

-La princesa Taián... se encuentra en secreto con el soldado Assim.

-...

-¿Qué? -dijo Taián, levantándose -

-No hagas alboroto Taián, yo sé que no es cierto y que él lo dice para que te vuelva a encerrar como antes.

-se sienta-

-vuelvo a ver a Azizi- ¿Algo más que decir?

-Nada...-baja la cabeza, yo podía ver cómo sus lágrimas caían-

Cuando estaba a punto de ordenar que lo ejecutaran, Taián se levantó rápidamente y me impidió que dijera una sola palabra.

-Ana, te tengo una propuesta, pero, a solas.

-¿No que lo querías ver muerto?

-Es rápido, te prometo que te gustará.

-Espero que valga la pena. -dije eso levantándome del trono-

Fuimos a los pasillos, Taián se veía triste, paró y me miró a los ojos.

-Ana, no quiero que lo maten. -dijo eso poniendo sus manos en sus hombros- Me da mucha pena.

-¿Y que quieres hacer con él? Casi te mata...

-Que esté con los esclavos, que cuide que no traten de escapar. Estaría muy ocupado allá y no tendría problemas en el Palacio. Y un soldado confiable podría cuidarlo. Admite que es una buena idea, y te ahorra la sangre.

-... Bueno, no sería malo que un soldado esté abajo con los esclavos. Y me ahorraría problemas contigo Tai. Pero no quiero que vayas a verlo, porque si vas y me entero, estarías en serios problemas.

-Tranquila, no lo haré.

-suspiré- ¿Estás segura? Esto lo hago por tí. Y lo sabes muy bien. Eres mi hermana y debo protegerte.

-Estará todo bien, y sé que como hermanas debemos cuidarnos. -me abraza- Mini siempre lo hacía, ella no paraba de darnos abrazos. ¿Te acuerdas?

-Sí, tan tierna... Siempre recordaré sus abrazos.

-se aparta- Bueno, dejemos las charlas y vamos, la gente nos espera.

-Cómo digas, vamos.

Las dos regresamos y tuve que enviar a Azizi con los esclavos, pero al menos Taián estaba feliz. Y también fui con los niños abajo para ver los trabajos de los esclavos, los niños no se veían felices.

-¿No es que querían ver a los esclavos?

-Pero tía Ana. -respondió Adio- No pensé que ellos eran lastimados. Y que los obligaban a hacer mucho trabajo.

-Ay niños. -les abrazo- Obviamente ellos lo hacen para mí, son como mis sirvientes pero, casi no los veo.

-¿Y ellos siempre están aquí?

-sonrío- Ellos tienen familia y yo los dejo ir con ellos, pero cuando terminen con sus deberes.

De repente los niños se pusieron felices y me pidieron subir, llegamos y los dejé sentarse en el trono. Luego se fueron con Faz y yo me senté feliz como si no hubiera pasado nada.

(Una semana después)

Escuché unos gritos al frente del Palacio, yo pensé que era Taián, salí y era...

Continuará...

💁Con la segunda parte de este capítulo... ✍

Larga Vida Al ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora