Capítulo 23; ¿Más responsabilidades?

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-Despierta hermana, hora de ir a sus deberes.

-Vamos Tai, no me despiertes así. No me gusta.

-Tenemos visitas. De alguien muy especial.

-¿Quién? -dije un poco confundida -

-Ve a alistarte y verás. -dijo y después hizo una hermosa sonrisa -

-Bueno, espero que sean buenas visitas.

(...)

Cuando caminaba por los pasillos del Palacio, los guardias me hablaban, como si estuvieran amenazados y obligados a hablarme. Al llegar al frente de mi trono, vi a esas visitas. Faz y Fer.

Gran sorpresa me llevé, al verlos, pedí a los guardias que los ataran y los llevaran afuera del Palacio. Lo cuál hicieron, ellos se veían confundidos, igual Taián.

-Ana. ¿Porqué haces esto?

-Paciencia, y luego verás porque hago esto.

Fuimos afuera, Faz y Fer estaban tratando de soltarse de los soldados.

-¿Qué te pasa? ¿No nos quieres?

-Son una vergüenza. ¿Cómo se atreven a llegar años después de la muerte de nuestros padres? ¿Y cómo se atrevieron a no visitarlos antes de su muerte? No merecen entrar a este Palacio, menos ahora que yo soy la reina, papá y mamá me dijeron, que no los dejara entrar, y ahora cumpliré con lo dicho.

-Pero Ana, por favor, estamos muy cansados. -dijo Faz, a punto de sacar lágrimas -

-Nosotros no sabíamos nada de ellos, trabajamos todos los días, no podemos ir viajando a cada rato.

-No me interesa que tengan que trabajar, nunca tomaron un tiempo al menos para visitarnos. Pero ahora... -me siento en las escaleras -Ahora yo me encargaré de que no entren, ni a ver a Taián, ella saldrá para verlos.

-Pero Ana, tenemos que contarte algo.

-¿Qué?

-Tenemos familia que mantener. -dijo Fer, señalando con su cabeza a una mujer con dos niños y un bebé en sus brazos -Es difícil Ana.

Miré muy confundida a esa mujer, caminé hacia ella, y los niños se asustaron y se escondieron detrás de la mujer.

-¿Quiénes son?

-Ella. -dijo Fer -Es mi mujer, se llama Kama, el bebé es mi hijo, se llama Adom.

-¿Y los niños?

-Son mis hijos. -dice Faz, bajando la cabeza demostrando decepción -Abubakar y Adio.

-¿Hijos? ¿Cómo tuviste el valor...?

-Sé que no podía, perdón.

-¿Significa que ellos son...

-Sí Ana, son tus sobrinos. -dijo Fer, viendo a su hijo - Por favor, dejános quedarnos aquí, después nos iremos a vivir a una casa aquí pero, nos nos expulses de Egipto, en el pueblo de dónde vinimos, no nos quieren con vida.

-Guardias, déjenlos ir.

Los guardias los soltaron, Taián se acercó a ellos para darles un abrazo. Yo solamente saludé a los niños, ellos seguían asustados.

-Vamos, no se asusten, soy su tía Ana.

-Niños, ella no les hará daño. -dijo Faz acercándose a uno de ellos -Ella es una reina, ya que ustedes decían que querían estar al frente de alguien de la realeza, ella es de la realeza y es su tía.

Larga Vida Al ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora