ELECTROKINESIS

41° ACTIVADOS

~NARRA ALEXANDERS~

Había quedado con Leti en el pasillo en unos minutos, me había dado una buena ducha y puesto unos vaqueros azules, una camiseta blanca y unas vans negras, era verdad lo que decía la carta, toda la ropa que ocupaba el armario de mi habitación era de mi talla y de mi estilo.

Salí de allí y vi a Leti cerrar al mismo tiempo su puerta con su pulsera, ahora que me fijo bien, allí llevaba colgada su llave.

A: Hola...

L: Hola Alex ¿preparado?

A: No... No se que me voy a encontrar...

L: Tranquilo aquí todos somos especiales.

A: ¿TODOS?

L: Claro! O al menos los "alumnos".

A: Ya veo...

En un segundo me atrapa la mano y me la aprieta suavemente, estoy temblando y ella lo nota, solo me aprieta la mano aún más fuerte, mientras pasamos una gran puerta de madera de roble.

Todos se me quedaron mirando, TODOS, sin excepción...

La clase era como un anfiteatro, el profesor estaba abajo y las pupitres iban subiendo fila a fila.

Me siento alado de Leti, mientras aún tiene mis dedos entrelazados con los suyos, mi corazón va a mil, ella se acerca a mi oído y me susurra en el...

L: Mira ese es el profesor, es el único que es como nosotros... Especial, por eso nos da esta materia.

A: Ajamm...

Digo tensando mi mandíbula y mordiéndome la boca por dentro para calmar los nervios...

L: Relajate ya, todo irá bien.

Veo cómo un chico de la parte de abajo, recorre a Leti de arriba a abajo con la mirada, y un malestar se ocupa en mi estómago.

PROFESOR: Bueno, hoy tenemos a un nuevo compañero, su nombre es Alexanders, ¿puedes ponerte en pié para que todos puedan verte?

Me levanto de mi asiento soltando la mano de Leti, y siento como cuchillas todas las miradas de todos los chicos y chicas de aquella sala.

Noto como las miradas empiezan a cesar menos la de un chico, muy pálido, de un color de pelo muy oscuro que se dejaba caer casi a la altura de sus ojos, unos ojos verdes que me miraban atentos a todos mis movimientos.

P: Genial, muchas gracias.

Dijo y yo asentí Volviéndome a sentar.

P: Haremos un repaso desde el principio, en su honor, ¿vale?

Todos asintieron.

P: Bien, Alex, ¿Sabes por qué estas aquí?

A: Me dijeron que por qué soy especial.

P: Por supuesto... Todos y cada uno es único y ¿por qué?

Una chica de pelo rojizo levanto la mano y el profesor le dio la palabra.