5° CRISTALES ROTOS

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Cuando llegó al porche de su casa, las manos le temblaban como un flan y los zapatos los tenía totalmente encharcados en agua, aun no tenia claro cómo pudo abrir la puerta, dejo la chaqueta de cuero en el perchero de atrás de la puerta.

Cuándo fue a dar la luz al salón, recordó lo ocurrido en la calle y probó a dirijir su mano al inteructor de la luz y de un momento a otro volvieron los ojos azules y brillantes, unas chispas saltaron de su mano al inteructor consiguiendo activarlo, bueno... Activó las bombillas del salón, el dormitorio, la cocina... incluso saltaron las luces de la calle y las alarmas de los coches que estaban estacionados fuera.

No tenía hambre y fue directo a su habitación, se dio una ducha para quitarse los restos de suciedad y para limpiarse las heridas que se hizo por los cristales que no pudo esquivar de la farola.

Al terminar fue hacia su cama, ya dentro el cambio de la camilla en la que despertó hace horas y esa cama era una mejora notable.
Se dio cuenta que había olvidado apagar la luz del baño y ya acostado no se iba a levantar.

-Mierda...emm...y si... dijo Andrés.

Entonces se concentró en las bombillas que iluminaban el baño y sus ojos volvieron a su tono característico azul intenso y e hizo explotar las bombillas, los cristales los recogería mañana pero al menos había apagado la luz!

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