3° MEMORIAS

123 8 3
                                    


NARRA ANDRÉS

¿Activada?

A dicho activada...

¿lo ha dicho verdad?

Celia: ¿Andrés? ¿estás bien? Te has quedado pálido.

Daniela: Ey, ¿como esta...? ¿Qué le pasa?

Celia: Se ha quedado así con la noticia que le acabo de dar.

Andrés: Activada... Activada... Activada...

Daniela: ¿Qué? Pero ¿qué te pasa? ¿por qué no para de repetir eso?

Celia: Verás Daniela, yo también soy una activada.

Daniela: No, no, no, no, NOO! normal que este así.

Celia: Lo siento, yo solo quería ser sincera.

Andrés: Vamos a la sala, necesito sentarme, y tu tienes que aclarar algunas cosas.

Celia: De acuerdo.

Caminamos hacia el salón, todos estaban sentados, Daniela traía con sigo un vaso de agua que me extendió cuando me senté en uno de los sillones.

Celia: De acuerdo, ya sentados, y más tranquilos, os lo contaré.
A los diez años me activó mi tío Ethan, fui la primera persona que activó. Cuando nos mudamos aquí, perdí el contacto con el, hasta hace unos años, cuando me pidió que te vigilara, a ti Andrés. Decía que eras muy importante, pero cuando nos separamos, aquel día de lluvia... Fue porque mi tío me dijo que me necesitaba, necesitaba mi activación para cuidar de oteo chico.

Pero descubrí cosas de mi tío que no me gustaron, y a raíz de una fila interminable de problemas, decidí volverme a Madrid.

Rachel: ¿Cuál es tu activación?

Celia: Desde pequeña, ya sea por portarme bien, poniendo carita de niña buena o simplemente llorando, conseguía rápidamente lo que quería.

Yo fui el conejillo de indias de mi tío.

Mi activación intensifica esa parte, mediante mis ojos, no se si lo habéis escuchado, pero se dice que

"los ojos son las ventanas del alma"

Pues mediante el contacto visual, hago un tipo de encanto sobre los demás, consiguiendo así, que hagan lo que yo quiera o me sigan a donde yo diga.

Andrés: ¿Lo has utilizado alguna vez con alguno de los presentes?

Celia: Si, contigo. Empezabas a gustarme, y estaba en una misión protegiendote, así que necesitaba que confiaras en mi rápidamente. Lo siento de verdad.

Andrés: No tiene importancia, tranquila, y ¿por qué me protegías?

Celia: Esa respuesta no la tengo yo, sólo era una marioneta, en malas manos.

Andrés: Sigo dándole vueltas, entonces, lo que pasó entre tu y yo..., fue por esto.

Dije lo último en un susurro intentando que Daniela no se enterara de nada, e esquivándole la mirada por que si me miraba sabría que miento.

Celia: Si, lo siento, cuando siento algo por alguien, el influjo es mayor.

Andrés: Uf, genial.

ELECTROKINESISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora