Multimedia: Isaac.
—mañana a las cuatro de la mañana, listos y preparados, nos largamos al caribe—eran las palabras de mi padre. Tenía los ojos como dos huevos, abiertos, no podía dormir, cerraba los ojos y simplemente no tenía ni una pizca del sueño que me da todas las noches. Seguro es el estrés. Gruñí y tiré las sabanas por un lado, me levanté y caminé hacia la puerta. Tal vez me sentía incómoda porqué esta no es mi casa, no es mi cama, no es mi almohada, no es mi frazada acolchada. Tal vez por eso o tal vez por que me sienta observada.
Tiré de la perilla y abrí la puerta, pero me encontré una sorpresa, Blaire estaba del otro lado con el puño extendido, a punto de tocar mi puerta, se quedó tiesanal verme, sus ojos azul verdoso estaban abiertos y su respiración estaba en pausa, reprimiendo el suspiro que tenía en la garganta.
La miré con recelo. Esta chiquilla no me inspira mucha confianza, es toda una mentirosa y actriz de primera.
—¿qué deseas?— pregunté recargándome en el marco de la puerta, dejó salir el suspiro sostenido. Pasó por mi lado sin ni siquiera preguntarme si podía pasar o no, aunque es su casa, pero como quiera. Se sentó en la cama y jugó con sus pies, me miró.
—en realidad no quiero nada, solo quiero...—pausó pensando—hablar—terminó. Alcé una ceja desconcertada.
—no me caes muy bien—espeto sin gracia en mi rostro. Por ella casi me raptan, casi me mata un lobo. No me simpatiza mucho, miró el suelo y arrugó su entrecejo con una mirada triste.
—lo siento, en realidad si quería verte, pero no quería que te raptaran— ¿verme?.
—ni te entiendo.
—he leído toda clase de historias de los libros antiguos de mi padre, donde los Sall y los Moon se mencionan mucho. Hablaban de esos ojos azules tan brillantes llamados zafiros, tu abuela Sky, tu madre Astrid y por ultimo tú y es tan genial verlos en persona— exclamó con una sonrisa brillante esparcida en su joven rostro. Me miró de nuevo.—quise conocer a los vampiros más fuertes y conocidos de todo el mundo, si quieres ven a verlos— se levantó de la cama y me agarró la mano halandome el brazo, rodé los ojos, total, es una niña. Bajamos las escaleras, con ella casi arrastrándome por ella y llevándome por un angosto pasillo, hasta un pequeño despacho. Habían varios estantes llenos de libros de cuero y un escritorio con sillas, nada especial, no había ni ventanas, solo una lámpara para leer. Me invitó a sentarme, lo cual hice. Comenzó a rebuscar entre los libros polvosos que había entre los estantes.
—aquí está —murmuró, acercándose a mi. Me tendió el libro, lo abrí en una pagina equis, hablaba de como se formaba un vampiro, a través de sangre vampiro en tu sistema y la muerte. Nuestra alimentación, hablaba de los dones o habilidades, en fin, de todo eso, revoloteo algunas paginas en una de ellas apareció un ojo zafiro pintado y de ahí, estaba la historia de mis padres, mis abuelos, algunas cosillas, no todo, como se habían destacado, hasta hablaban de mi, su descendencia. Los vampiros no pueden tener hijos, pero heredamos una sangre especial por parte de mi bis-abuelo departe de madre que ahora está muerto, el era greco y había nacido casi hace mas de 3 mil años, su sangre tenía glóbulos diferentes al de un vampiro normal, le dió la oportunidad de engendrar y de ahí se traspasó a mi abuela, quien tuvo a mi madre, una semi-vampiro, ya que mi madre había sido humana cuando la criatura estaba en su vientre. Mi mamá por ser parte humana pudo tenerme, cosa que no sucede mucho en este mundo.
Además no hay muchos híbridos tampoco, están escasos y más por las guerras. Mientras tanto con la pintura, del ojo zafiro se dice que esa cualidad es por el tipo de sangre, que se hereda. Pero en fin.
—ustedes son tan fascinantes— la miré, en su cara había una radiante sonrisa.
—entonces, ¿por qué querías raptarnos?— frunció el cejo.
—solo ayudaba a mi padre con su trabajo como siempre. Es lo que soy, lo llevo en la sangre y sé que algún día voy a ejercer el puesto de caza-vampiro—pausó.—pero nunca pensé que te iba a ver en persona, solo leía sobre ti, sobre tu ascendencia, sobre todo de los Sall y los Moon, sus vidas son tan emocionantes.
La miré raro.
—¿por qué nos ayudaron?—pregunté.
—ni siquiera yo lo sé, Brooke, fue un empuje a la muerte, aunque no me arrepiento, si tan solo la corte caza-vampiro nos agarra— tensó sus labios.—no sé que sera de nosotros.
—Blaire, pensaba que estabas dormida—me tensé al oír a Richard. Cerré el libro de inmediato y miré hacia atrás, disimulé el paro que me había dado al ver semejante cuerpazo, mierdas. Era una piel bronceada, con hombros kilométricos, enormes, brazos gigantes y unos pectorales que...¡Jesús!, ¡María bendita!.
Tenía su tableta bien marcada y su cabello desordenado. No tenía cara de sueño, no estaba durmiendo, de eso estoy segura, miré a Blaire.
—lo que pasa es que no he podido dormir papá- se excusó Blaire mirando hacia donde su padre. la mirada de Richard penetró mi espalda, la sentía quemando mi piel, entró a la habitación, yo mientras tanto miraba el piso, nunca me había resultado tan interesante.
-sabes que no me gusta que le enseñes mi información a extraños- lo miré y arrugué mis cejas, es información sobre mi familia y sobre mi.
-no te preocupes, ahí no hay nada que no sepa ya- defendí a Blaire y sostuve la repasada de mirada que me dió Rich, aunque sigue siendo incómodo, pero no me importaba quien fuera él.
-que bien señorita, Brooke, es saber que no hay errores en los libros- me quitó el libro que tenía en mi regazo.
lo miré una vez más y decidí no contestar a su... lucha contextual, no sé a donde quiere llegar con eso. Me levanté de la silla y miré a Blaire.
-gracias por mostrarme Blaire- le sonreí sin mostrar los dientes, asintió.
-fue un placer, Brooke.
Me dí la vuelta y caminé hacia la puerta, salí rápidamente hacia mi habitación y cerré la puerta detrás de mi. ¿Qué diablos acaba de pasar?, yo estaba hablando con mis enemigos, como si nada, Brooke, tienes problemas.
Me iré en la cama y de inmediato quedo dormida.
Siento que me observan, siento su mirada quemando cada fibra de mi piel, siento como si fotografiara con sus ojos cada movimiento. Me siento observada y de repente me despierto, me doy el susto más grande del mundo. Y ahí esta él, mirándome intensamente entre la oscuridad de la habitación como un psicópata con esos ojos oscuros.
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Enemigos
VampireLos caza-vampiros y los vampiros, son enemigos por naturaleza. Su nombre lo dice. Brooke Moon Sall, es algo loca, chistosa, caprichosa, orgullosa y un poco terca. El mundo está hecho un desastre, los lobos y los caza-vampiros, quieren exterminar...