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-¿Qué mierdas crees que es esto?, ¡madita sea!- maldijo.

-cállate la maldita boca de una buena vez hijueputa de mierda, estoy tratando de pensar- murmuré encima de los árboles viejos, las ramas crujieron por nuestro peso, pero teníamos que mantenernos aéreos, en la tierra nos podían agarrar.

-estamos perdidos- susurró Sam, rodé los ojos.

-¿quieres que te lance para que te encuentren, te maten y te despedacen?- me miró con esos ojos azules y negó lentamente, haciendo que sus cabellos rubios se zarandearan.-eso creía- miré atravez de las grandes hojas que interferían grandemente con mi vista.

¡Malditos Caza-Vampiros!, ¡¿no pudieron buscar otro día para hacer sus putas excursiones?!. Y que bueno que no detecto lobos con mi olfato, así nos encontrarían.

Íbamos a cazar, como cada dos semanas lo hacíamos, pero aparecieron estos hijueputas y teníamos que escondernos.

No puedo usar mi don de teletranspotación, este bosque es demasiado grande, no me puedo teletransportar de un lado a otro, pero no puedo aparecer en otro país o en otra provincia, no, solo me puedo teletransportar unas millas o metros y no lo puedo usar demasiado porqué no he cazado y sin suficiente sangre en mi sistema, me debilita. Mierda y más mierda.

Las excursiones de caza-vampiros, las hacen para hallar y matar a cualquier chupa-sangre, (como nos llaman), que se cruce en su camino. Se han ido exparciendo por todo el mundo, cantidades extremas pasan de un lado a otro, exterminando a clanes. Cada vez es menos el número de Vampiros que existen.

Vivimos en Alaska, cerca de las fronteras que conectan con otros estados de Estados Unidos. Valga la redundacia.

Todo lo que ha pasado me fríe el poco cerebro que me queda, hemos tenido que huir por años. Este es un mundo de severas guerras y daños, todo por exterminar a mi raza. No soy un vampiro, no soy una loba, soy ambas. Y a todo que se asocie con vampiro, lo asesinarán y ni mas ni menos porqué llevo el apellido de Moon Sall.

En las generaciones pasadas habían ocurrido sentenares de problemas, desde que culpaban a mi familia por que mataron a unos lobos, cosa que no fue cierto, a que mi madre fuera la mate de el alpha de la dichosa manada de los lobos muertos y luego, se desató otra guerra donde exterminamos a lobos de más de una docena de manadas. Resulta que nació una nueva Raza, los caza-Vampiros, hace ya muchos años. Los lobos buscaban a mi familia, por cielo mar y tierra. Los caza-vampiros y los lobos se unieron, así sería más fácil la aniquilación de los seres fríos.

Su expansión por todo el mundo ha sido sorprendente, han llegado a Alaska. A donde presisamente, mi familia se fue a esconder.

Más adelante entenderán todo mejor, no puedo organizar mis ideas, estoy tratando de idealizar un plan perfecto para poder salir vivos de aquí. Era de noche, gracias a Dios, así podemos estar de hurtadillas por todo el bosque oscuro. Aquí casi nunca sale el sol, cosa que me molestaba, pero hoy le agradezco infinitamente a Dios que no haya sol. Suspiro, mientras Sam miraba todo el perímetro.

Tenemos que salir de aquí, lo más rápido posible.

-sígueme- Demandé, Sam me miró haciendo una mueca.

-¿estás loca?, yo no voy a arriesgar mi vida por ti- su voz era un leve suspiro, tiene miedo, sonreí burlona.

-tú lo que eres es un buen maricon, vamos, nos van a encontrar y será peor- susurro.

-¿y si nos encuentran?, no hemos cazado, ellos tienen centenares de estacas y cosas mata-vampiros, hay que tener mucho cuidado, tenemos que idear un plan lo suficientemente bueno para poder salir de este lío- le dí una bofetada.

EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora