12.

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Casi tiro a Rich por la ventana, recogí mi ropa descuartizada, miré a todos los lados nerviosa, miré mi cama y la tiré por abajo de la susodicha.

-un momento, estoy desnuda- hablé, poniéndome unos shorts y una ramera cualquiera, abrí la puerta con el pelo desordenado. Él me miró de arriba a abajo y entró inspeccionando todo, lo miré, ¿y si él se dió cuenta que el papá de Blaire estaba aquí?.

Me miró de nuevo, yo solo lo miraba desde la puerta con el culo que no me cabe una aguja. Suspiró y entonces, en ese momento me calmé.

-lo siento, Brooke, ando un poco paranoico, es que no puedo creer que esto de las huidas se vuelva a repetir- se sentó en la cama y se masajeó el puente de la nariz, yo cerré la puerta y me recargué de ella mientras lo miraba.

-te entiendo- me levanté de la puerta en un respingo.-te sientes con mucho peso, como si todas las vidas dependieran de ti- me miró y asintió.

-eso es lo que siento- suspiró.

-el abuelo Damián también está aquí, deberían apoyarse mutuamente, además, no tienen que sentirse así, todos estamos unidos, somos dueños de nuestras decisiones... bueno me estoy desviando del tema- sonreímos.- el punto es, que estaremos bien- sonreí, él palmó varias veces a su lado, para que yo me sentara, obedecí y me senté.

-sé lo que tratas de decirme y es muy gratificante que todos me apoyen así, me moriría si algo les pasara a ustedes - pausó.-pero es muy diferente, aunque tu abuelo este ahí, conmigo, haciendo cara como los dos hombres principales de la familia, soy responsable de tu madre y tú, solo yo, aunque por lazos de sangre, tus abuelos y tus tíos, sean apegados a ti, soy yo el único que debe velar por ustedes y sé que el tal Eleazar, va ahora detrás de ti- abrí los ojos, ¿qué?.-si, Richard me contó lo que pasó, la única inmune a sus poderes eres tú, por lo tanto, la única que puedes destruirlo, eres tu y nadie más, tal vez por eso, quiera asesinarnos, con mas afán que a los demás clanes, además que claro, nosotros somos culpables de la mayoría de cosas que le han pasado a los vampiros.- tiene mucha razón.

-¿Qué diablos haremos?- me pregunté, inquieta. Puso a gran mano en mi espalda y la acarició, dándome ese cariño paternal que solo él me puede dar.

-perdóname- se disculpó, lo miré extrañada.-perdóname por todo esto, sé que quieres ser una adolescente normal, quieres ir a fiestas, conocer chicos, hacer todo lo que hacen las adolescentes de tu edad...-lo interrumpí.

-estoy feliz así, papá, estoy bien, no te preocupes por mi, solo terminaremos con esto y listo, ya está, pero no te mortifiques por eso.- él solo me miró, sin decirme nada, extendió sus brazos hacia mi y yo me acerqué a él con una sonrisa, abrazándolo, pero al hacerlo me olfateó, abrí los ojos, al escuchar su pregunta.

-¿por qué hueles así?- preguntó separándose de mi, lo miré a los ojos.

-¿a qué?-pregunté un poco nerviosa.

-como a cazador.- juntó sus cejas, formulé una respuesta rápida en mi mente.

-Blaire estaba aquí, hace un rato.-respondí pareciendo segura, su cara se suavizó y me miró comprendiendo. Suspiré.

-bueno, me voy a ver a tu madre.- pellizcó mi cachete derecho y se fue caminando hacia la puerta, sonreí y hasta que él no pasó por la puerta, no puse mi cara de susto.

Dí un suspiro, de muerte y pasé mi mano por mi cara, tratando de relajar mis facciones. Me acerqué al balcón en busca de Rich, pero nunca lo encontré y decidí quedarme mirando las estrellas, junto al mar. Pero de pronto escuché una fiesta. ¿Fiesta?, ¿y yo no estoy allí?, eso es un delito.

Entré a mi habitación y de inmediato busque, una ropa cualquiera, me bañé, me la puse y salí junto con mis botines, puse mi cel en bolsillo trasero, porqué llevar una cartera no es muy buena idea, así que salí rápidamente, caminé solo un poco y encontré la fiesta en la calle en su mejor apogeo. Sonreí y sin preguntarle a un tipo, tomé su cerveza y me la bebí de un solo trago, le entregué en vaso vacío, él solo me miró como, ¿quién es esta?.

Le sonreí. -gracias por la cerveza.- y me desaparecí, caminé hacia un lado desconocido mientras le robaba las cervezas a la gente y luego les agradecía por ellas. Pero de repente, veo algo muy inusual, Sam, con una chica.

Nunca había visto a Sam con alguna chica antes, hasta pensaba que era gay y era tan increíblemente, que sonreí al verlo, me recosté del árbol pero dejé de sonreír, al pensar que ella era humana.

Pensé que en ella pudiera ser su comida, o algo, la verdad, Sam no era así, pero siempre hay una primera vez.

-¡Sam!- le grité, él al segundo volteo su cara, junto con la chica, ella al verme serió su cara, seguro piensa que soy algo de él y claro que lo soy, soy su amiga. Sam miró a la chica morena y le sonrió, pero ella seguía mirándome. Sam agarró de la mano a la tipa, y caminó hacia mi, con ella a rastro. La miré, era muy atractiva, se veía caribeña y apuesto que lo era. Tenía cuerpo de guitarra y era muy bonita de cara, cabello largo y ondulado. Miró a Sam.

-Bueno, Brooke, ella es Vanessa, Vanessa, ella es Brooke, mi mejor amiga.- la chica, relajó su cara y sonrió un poco avergonzada. Le sonreí.

-ah, lo siento.- sonrió y escondió su cabeza ente sus cabellos por un instante. Extendió su mano y yo la acepté. Sentí su temperatura alta, definitivamente es humana.

-la conocí esta tarde y nos hemos vuelto muy buenos amigos.- salta Sam, sonreí pícara, mientras los miraba a los dos.

-ya veo.- exclamo con voz seductora. Vanessa se sonrojó.

-bueno, nos vamos.- dijo Sam, mientras abrazaba a Vanessa, por los hombros.

-Sam.- lo llamé. Él se volteó y me miró. -¿podemos hablar?.-pregunté, él asintió y dejó de abrazar a Vanessa, mientras se acercaba a mi.

Lo hale hacia mi.-¿ella es humana, cierto?-pregunté, él solo asintió.-¿Qué planeas hacer con ella?- pregunté seria.

-no la lastimaré si eso es lo que piensas.- lo iba a regañar, pero luego lo miré.

-pensaba que la ibas a utilizar de comida, o que sé yo.- exclamo bajito, él me sonrió.

-no la lastimaré, hasta creo que... me gusta- sonreí y empecé a puyarle el estómago.

-hey, picarón- él solo sonrió ruborizado.

-bien, lárgate de mi vista.- sonrió sin mostrar los dientes y se volteó para caminar hasta Vanessa, ella levantó su mano y se despidió de mi mientras me sonreía, abrazó a su rubio y se fueron caminando. Yo estaba feliz por Sam, por primera vez lo veía rojo de la vergüenza por una chica.







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