22.

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Esta familia ha pasado centenares de cosas feas, desastrosas, todo por amor.

Como el amor hace la paz, el amor hace la guerra. Desde un vampiro enamorado de la terquedad y rebeldía de una chica, hasta un lobo hechizado con la belleza de una mujer encantadora, hasta un simple juego, que luego se convierte en algo muy serio. El amor. Como dicen por ahí, lo que se comienza bromeando termina siendo serio y eso fue lo que me paso a mi.

Pero nunca me he sentido más viva. No me debo de quejar, nací en una familia valiente, luchadora, que nunca se cansa de hacer el bien por quiénes más ama. Nací siendo una raza que es genial y muy poco vista. Soy única y especial.

Y ahora que me topé con esto, es algo, peliculesco. Pero de eso se tratan nuestras vidas, de trazar caminos que nadie había trazado, de buscar la forma de cambiar al mundo.

La puerta se abrió, el chirrido molesto estaba ahí de nuevo, yo solo junté mis cejas ante la brusquedad, sentía que mis oídos iban a desangrarse. Miré hacia un lado, ahí estaban unos hombres fuertes y altos, uno me sonrió amargamente, pero como si pensara, 'llegó tu hora'.

Ya no había casi nada de sangre en mi cuerpo, me estaba disecando rápidamente, sacaron las palanquitas y las heridas se quedaron abiertas, ni siquiera se molestó en cerrar aunque sea centímetros de la herida. Me quitaron varias cadenas que tenía en mis pies, cada uno cogió un brazo levantándome, me sentí halagada de tener estas clases de tratos, donde te llevan al acto principal, dijo mi subconsciente con sarcasmo.

Mis pies se arrastraban en el suelo, no podía caminar para nada, parecía un simple muñeco sin vida.

Miré a la habitacion de tortura y recordé la primera vez aquí, no fue muy grato.

Todo estaban sentados esperando a que posiblemente nos maten a todos, ya que mi abuelo y mi padre estaban colgados, golpeados y al parecer, a mi abuelo lo habían drenado también. Me dolió tanto esa imagen que no pude contenerme, comencé a llorar y la personas que estaban sentadas, claramente cazadores, se rieron al ver mi expresión. Les juro que si salgo de aquí, en vez de arrancarles la cabeza, les arrancaré el pene con todo y huevos. Y en caso de que no tengan huevos, les arranco los pezones. Uno por uno, hasta sádica me he puesto.

Miré hacia otro lado y me iba a desvanecer al ver a mi madre, abuela y tía abuela, drenadas hasta más no poder. Oh Dios, no puedo dejarlos morir, no así. Observé como mi tío abuelo Duke, estaba en el suelo tirado, casi muerto.

No, los sacaré de aqui. Tengo que hacerlo.

Aún no estaba Eleazar aquí y que bueno que Elian había escapado antes de que lo hayan encontrado. Los tipos me soltaron y me golpeé el pecho, mi mejilla se golpeó duramente, ya que si ponía mi cabeza derecha, podría ser que se rompiera mi mandíbula y mis dientes salieran volando.

Tosí duramente, mis senos, mis pobres senos.

La gente sentada, o mejor dicho los caza-vampiros que estaban sentados en esas sillas viéndonos sufrir, rieron duramente, como si fuera la cosa más divertida del mundo. Juro que le arrancaré hasta la última célula de su cuerpo. Lo juro.

Levanté la cabeza duramente y me dí cuenta de que Rich me observaba con dolor, junte mis cejas, mirándolo, sé que le dolía verme así.

'Te ayudaré' dibujo con sus labios. Yo negué lentamente con mi cabeza, no quiero que se busque más problemas por mi culpa. No sí no sé como las cosas terminarán. No quiero que terminen muertos, él y Blaire.

Eleazar entró a la habitación, obligaba a Blaire a caminar, agarrandola por sus hombros, ella estaba cabizbaja. La observé a duras penas, no, no quiero que me vea de esta manera en que me encuentro.

Sus ojos conectaron con los mios, debo de estar horrible. Juntó sus cejas y puso cara de terror. Al ver tremenda carnicería.

Oh no, no quiero que vea esto, no quiero que se traume con esta imagen. Comenzó a llorar, oh Dios, no.

-mira, como esta tu querida amiga, por querer jugar conmigo pequeña Blaire.- zarandeó a la pequeña.- así podrías acabar tú, si me desobedeces.- peinó el cabello largo y castaño de Blaire. La soltó, ella corrió hacia mi llorando.

-quiero despedirme de ella.-habló Blaire fuerte.

Eleazar sonrió maligno.

-sienten a la híbrida, deja que se despida de la chica.- los hombres hicieron caso y me sentaron, Blaire estaba llorando, pero tenía una mirada distinta. Ella había planeado algo, los hombres se alejaron y solo ahí, ella se acercó a mi.

Me abrazó y escondió mi cabeza entre su cuello y cabellos.

-te vamos a sacar de esta Brooke, solo bebe.- susurró muy bajo, hasta casi ni la escuchaba estando a su lado.

-no lo hagas, no quiero involucrarlos más.- susurro de la misma manera.

-ya estamos en esto, es mejor que lo hagas ya y rápido.- dijo suavemente, tenía razón, saqué mis colmillos y lentamente, traté de no lastimarla, la mordí, mis ojos se pusieron rojos con detalles amarillos al sentir la sangre tan dulce en mi lengua, mi cuerpo se iba regenerando. No escuché ningún quejido de dolor. Esta niña si es fuerte.

Su cabello largo tapaba mis rostro y su cuerpo no dejaba ver lo que hacía.

No quise quitarle mucha, pero esto era un caso serio. Solo paré cuando supe que ya era suficiente y que había dejado suficiente sangre en su cuerpo, para que su sistema no colapsara ni nada. Se alejó de mi, lamí mis labios, con sus cabellos tapó la herida que le causé.

-arrancales la cabeza a todos.- me susurró mientras volvía a hacer el papel de llorona incomprendible, volviendo a llorar como una magdalena.

Es una hija de puta.

Me ahorré las ganas de sonreir. Ya la considero mi hija carajo.

Bajé la cabeza y quité mis ojos de híbrido, escuché los pasos de Blaire alejándose de mi. Que comience la función.

EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora