Enemigos

17.

La búsqueda se me hacía inmensa.

Suspiro y cerré los ojos concentrandome, el rastro de caza - vampiro termina aquí y el temor de que tengan a mi familia me mata, golpeé un árbol haciendo que este se rompiera y cayera como nada. Gruñí sacando mis colmillos y mi instinto animal, estaba fustrada, cansada mentalmente, llevo buscando a mi familia días enteros y no encuentro su paradero, suspiro y decidí volver a cerrar los ojos concentrandome.

-sabía que vendrías.- murmuró una voz, abrí los ojos, me volteé inmediatamente y miré al tal Elian. Caminó hacia mi, pero yo provoqué una pared magnética entre él y yo, chocó con ella. Me miró.

-¿dónde está mi familia?.- pregunté con un nudo en la garganta y mis colmillos a flote.

-están a salvo, no te preocupes.- bajé mi mano, ¿a salvo?. Tendió su mano y me miró detenidamente. Estaba diciendo que lo acompañara, pasé de largo y caminé delante de él. Miré una cabaña grandiosa.

Me quedé quieta mirándola, era demasiado grande, ¿cómo no pude verla?.

-está protegida por brujas.- lo miré.- por eso no pudiste verla, ni pudiste olernos.

- ¿brujas?.- pregunté.

-brujas.- repitió.- existen desde siempre, solo que no se destacan tanto como los vampiros, lobos y cazadores, decidieron mantenerse bajo margen para no meterse en problemas.- seguí caminando.

-¿qué clase de problemas?.- pregunté.

-problemas como ayudar a las especies, estas especies siempre tendrán problemas y si piensas bien, si tienes una ayuda que viene de las brujas, llevas más oportunidades de ganar, pero por ejemplo, ¿y si tú no ganas con ayuda de las brujas?, todo puede pasar, ¿no?.- paró de hablar un momento.

Lo mire para que prosiguiera.

-ellas son las únicas que quedan afectadas, las brujas entonces generarán odio y quieren estar tranquila como todos, no les gusta meterse en problemas. No les gusta escapar, son muy hogareñas.- explicó, miré la cabaña.

-¿entonces por qué nos ayudan?.- pregunté.

-siempre están al lado del bien.- explicó, no dije nada, solo caminamos hasta la entrada y dos personas de un momento a otro aparecieron frente a la puerta, abriéndola.

-señorita Brooke.- saludaron, yo solo los miré, me abrieron las puertas y entré.

-¡Brooke!.- gritaron, sentí unos brazos abrazarme, se me salió una sonrisa al saber que era Blaire. Lo cual me pareció muy raro. En serio.

La abracé sin planearlo, lo cual también fue un impulso. Dios, ¿quién soy?.

Me sonrió al separarse de mi. Mis padres y mis abuelos caminaban hacia mi, me abrazaron calidamente.

-pensábamos que te había pasado algo.- murmuró mi padre.

-pase días buscándolos y todo el tiempo estaban escondidos.- sonreí cansada y los miré pero algo me llamó la atención detrás de ellos. Mi tío abuelo Duke y Mela me abrazaron.

-sabíamos que nos ibas a encontrar.- sonreí.

Richard me miró, aparecí en frente de él y lo abracé, no me importó quien estuviera ahí, mis padres, mis tíos, mis abuelos, nadie. Sentí sus manos en mi espalda y él me abrazó fuerte. Aspiré su aroma y decidí separarme, él no quería hacerlo, lo sentí. Mi familia me miraba neutra y decidió no preguntar nada, lo cual agradecí.

-esta cabaña es un lugar seguro, no nos descubrirán.- suspiró la voz de Elian caminando hacia la familia.- buscaremos la forma de implantar paz, aunque, Brooke, tenemos que hablar.- lo miré, sentí el cuerpo de Rich tensarse. Asentí y caminé detrás de él.

Entramos a un despacho. Me invitó a sentarme y yo acepté, se deslizó por el pasillo entre el escritorio y se sentó encima de él.

-quiero hablar sobre algo muy importante.- empezó.

-suéltalo.- murmuré.

-quiero que mates a Eleazar.- Elian murmuró, lo miré.

-¿por qué?.- pregunté dudosa, interesandome más en el tema.

-esto nunca terminará.- murmuró mirando la madera de su escritorio.- nunca cesará y la única que terminará muerta serás tu, porqué eres una amenaza para él.- sentía que había algo más detrás de esa mirada azul.

-¿qué más?.-pregunté.

-¿Cómo que qué más?.- preguntó, rodé los ojos sonriendo.

-hay algo más, como puede ser que mandes a matar a tu padre así por así.- dije obvia, él me miró.

-Él no es mi padre.- explicó, junté mis cejas.

-¿ah no?.- pregunté pensativa, pensaba que si, se parecen mucho.

-no, el es mi tío.- explicó con detenimiento.

-y entonces, ¿por qué quieres que lo asesine?.- pregunté curiosa.

-porqué el me ha arrebatado todo lo que he amado en la vida.- dijo con voz dolida.

-explicate.- dije acercándome más a él.

-nací huérfano de madre, cuando ella me tuvo falleció y a los diez años de nacido, Eleazar asesinó a mi padre frente a mi ojos, con una daga de plata directo en su corazón.- abrí los ojos, ¿quién puede ser tan inhumano?.- Eliot, mi padre, era el cazador más fuerte que había y el principal. Todo por envidia.- se limpió varias lágrimas traicioneras.- cuando cumplí 29, conocí a Beatriz, me recuerda a ti, con un hermoso rostro y un cabello negro interminable, tuvimos un hijo al que llamamos Eliot al igual que mi padre. Eleazar nos encontró, dijo que me fuera con él, que me necesitaba para el manejar todo esto de los cazadores. Yo negué, tenía una familia, debía de atenderla. Los tiene encerrados y posiblemente estén muertos.-abrí los ojos.

-¡¿qué?!.- exclamo, por Dios, que hombre. -¿Cómo que muertos?.- pregunté.

-al momento de ayudarte, ya sellé mi muerte y las de mi niño y mi amada, pero esto no puede seguir así, tenemos que pararlo, necesito ver a ese hombre caer. Me amenazaba, jugando con la vida de las personas que más amo. Necesito acabar con él ya y tú eres lo único que puede vencerlo de todas formas.- explicó.

Miré mis manos y luego a él.

-le arrancaré el alma.- murmuré entre dientes.-pagará por todo lo que ha hecho, te lo prometo, aunque salga muerta.- sonrió con aún ojos aguados y me abrazó, lo miré con pena, por Dios, ha pasado tanto trabajo. Una persona que se ve que es buena y que daría la vida por hacer el bien. Yo haré el bien, por él y por su familia.