Mis pestañas revolotearon cuando me iba despertando, no sentía nada. No tenía fuerzas para nada. Me acostumbré a la poca luz que había, miré mis muñecas, estaban abiertas, con una palanquita y la sangre salía lentamente por las dos aberturas. Me sentía demacrada y débil.
Y todo lo que pasó, me vino como un áspero disparo a mi cerebro. Cerré mis ojos, recordando todo.
¿En serio Rich?.
¿Por qué?, ¿por qué?, me dolía tanto aquella traición. Lo empezaba a querer mucho y esto me dolía bastante. Como si le dieran puñaladas una y otra vez a mi corazón.
Me dolía tanto, era inexplicable lo que sentía, no obstante que nos hubieran traicionado tampoco, si no porqué fue por parte de él, de mi Rich. Las lágrimas fueron saliendo sin control alguno. Solo podía abrir los ojos y no sé si podía hablar tampoco, me sentía tan débil.
Dios, quítame este dolor del pecho, lo último que pensaba era que esto iba a pasar. ¿Pero como fui tan estúpida?, obviamente iba a pasar, ¿cómo los cazadores por arte de magia van a querer destruir a su propia raza?. O no destruir, a matar a su jefe por más malo que sea. Aunque hora pensándolo bien, puede ser así.
También comenzaba a querer a Blaire con toda mi alma y espero que ella no tenga que ver en esto. Eso sería el doble de dolor entonces, no quisiera sentirlo. No quiero. Es demasiado doloroso el saber que con quien compartiste tantas cosas, a quién le entregaste tu cuerpo, con tanto cariño, fuera sólo una simple mentira.
A Rich le entregué todo, como con nadie lo había hecho, aunque al principio era un simple juego para demostrarle a la rubia Ayme algo, pero después se fue haciendo una droga. Quería besarlo y pasar tiempo con él, quería reirme con sus chistes malos y deleitarme con su cuerpo.
Se me había vuelto una costumbre tan bonita pasar tiempo con él y no quería despegarme de él, quería terminar con esta situación, con él junto a mi. Pero él jugó con mi mente, me cegó.
Me hizo creer que quería estar conmigo y yo de estúpida le creí cada una de sus mentiras. Sin dudar, sin preguntarle nada acerca de esto. Solo fui sintiéndolo como el único hombre en mi vida, sin darme cuenta.
Una puerta de hierro se abrió, el chirrido se hacía molesto, pero no hice caso, solo miré el techo oscuro y mohoso. Escuché varios pasos, no tan firmes, era como si hubiera alguien que dudaba que hacer. Miré a un lado y me encontré con Rich.
Su semblante se veía demacrado y la inseguridad brillaba en sus ojos marrones chocolates. Verlo ahí, fue como sentir 10,000 descargas eléctricas, no de odio, no de alegría, ni nada de eso. De decepción.
Sus ojos estaban rojos, como si se pasó el día completo llorando sin cesar. Me dolía verlo ahí, cada vez era más grande las cosas que iba sintiendo en mi pecho. Nunca lo odiaria y no sé ni porqué. Pero no puedo odiarlo. ¿Me he enamorado de Rich?, al parecer. Si no fuera así no me sentiría como me siento.
No puedo mirarlo mal ni siquiera y eso me molesta. Por que sí sé que salgo de aquí, que lo dudo mucho, no podré matarlo, porqué no me atrevería a quitarle la vida con mis propias manos. Sería como matar a mi propio corazón.
Empuñé mis ojos y no pude evitar llorar. ¿Por qué? Dios mío, ¿por qué?, no puedo soportar todo este dolor que tengo en mi alma. Quisiera gritar a los cuatro vientos para que se me quite esta cosa que siento en mi pecho, pero no sé si podré hacerlo.
Un remolino de sentimientos estaban alrededor de mi corazón, todos hacia Rich, pero ahí, no había nada de odio. Nada.
-lo siento mucho.- por fin escuché su voz, rota, parecía que estaba sufriendo. Nunca pensé que lo vería así, tan... indefenso.
-¿lo sientes?.- me sorprendí al poder hablar.
Entonces se desplomó de rodillas, lo miré. Ay no, no lo hagas. Las lágrimas no cesaron al verlo así, estaba lastimado. Comenzó a llorar como un niño, con sollozos y de todo.
No pude contenerme también y empecé a llorar.
-al principio todo era mentira, todo era para poder llegar hacia ti y darle las coordenadas a Eleazar, para que te encontraran, ya que ustedes son demasiado rápidos para escapar de él, acepté sin temor, era solo una misión más.- sollozó fuertemente y se quebró. Decidió seguir hablando.- te vi ese día en ese bosque, en Alaska, no te pude sacar de mi cabeza. Pensaba que solo estaba alucinando pero te quería ver de nuevo, donde sea, como sea que fuera.- pausó para dejar salir otro solllozo.- no pensé que me iba a enamorar de ti, Brooke.- esta vez fui yo la que me partí a llorar como una niña indefensa. Oh Dios mio, sácame esto el pecho.-eres tan hermosa. Tan buena, tan tú, que no dure mucho para caer en tus encantos, me tenías como un perro detrás de tus faldas, ya no me importaba nada y no pensaba dejar que te encontraran. Íbamos a ir al final del mundo si era necesario, pero de mi lado no te ibas a ir. Pero me amenazaron, tenían a Blaire en la mira. La iban a asesinar si no lo hacia.- me quedé quieta y pensativa, siguió llorando.- no iban a dudar en matarla.- susurró.- perdóname por favor.- rogó llorando.
-te perdono.- murmuré con voz vacía, me miró, yo lo miré.- es lo que todo padre hubiera hecho en tu lugar, Rich.-pausé tragando la poca saliva que me quedaba en la boca.- pero te perdono más porqué te amo y porqué no quiero verte sufrir.- junté mis cejas aguantando las ganas de llorar más, pero era imposible. Las lágrimas resbalaban por mis mejillas sin paro alguno. Rich se levantó de la tierra y caminó hacia mi, se acercó a mi rostro.
-te sacaré de aquí como sea.-negué rápidamente.
-no te metas más por favor, cuida a Blaire, dile que la quiero mucho y ve a vivir una vida tranquila, ya hiciste tu parte, déjame hacer la mía.- susurro.
-de ninguna manera, yo te sacaré de aquí a como dé lugar.- susurró y antes de que contestara ya estaba sola en la fría habitación, cerré los ojos, sabiendo que no lo había perdido. No aún.
ESTÁS LEYENDO
Enemigos
VampireLos caza-vampiros y los vampiros, son enemigos por naturaleza. Su nombre lo dice. Brooke Moon Sall, es algo loca, chistosa, caprichosa, orgullosa y un poco terca. El mundo está hecho un desastre, los lobos y los caza-vampiros, quieren exterminar...