Los caza-vampiros y los vampiros, son enemigos por naturaleza. Su nombre lo dice.
Brooke Moon Sall, es algo loca, chistosa, caprichosa, orgullosa y un poco terca.
El mundo está hecho un desastre, los lobos y los caza-vampiros, quieren exterminar...
Venessa se ha llevado muy bien con todos y me da gusto saber que se siente cómoda con Sam, los veo y me da mucha ternura, Sam se ve que la ama, que si le pasa algo se muere. Ese lazo, el de las almas gemelas, es irrompible.
Estos últimos días nos la hemos pasado practicando y conversando. Ayme es como un grano en el culo, nunca me da la razón, siempre le busca un pero a lo que digo o siempre le busca un defecto a lo que planeo. Rodé los ojos al oírla hablar, es estresante.
-la idea de Brooke es estúpida, no podemos arriesgarnos de tal forma a que nos maten, por Dios, ¿dónde tienes la cabeza?.- preguntó mirándome con odio.
-la tengo en el maldito culo pendeja.- exclamé cansada.- ¿cuál es tu maldito problema?, hablas y hablas y hablas de que todas mis ideas son malas, pero, ¿y tú?, ¿has dicho algo productivo en toda la hijueputa conversación?.- me alteré de mala manera, la miré como si quisiera matarla.
-no tienes derecho a hablarme así.- se acercó a mi, estaba enojada, el punto era saber porqué, ah si, porqué está celosa.
-me vale dos kilos de verga lo que digas, tus problemas vas y los resuelves con otra persona, tu maldita molestia de algo, resuelvela con otra, no me jodas. O mejor, tus celos, calmalos, porqué es mío.- Gruñí sin importarme quien estuviera ahí. Toda mi familia se encontraba en esa sala. La miré directamente a los ojos.
-ups.- murmuró Sam sonriente, mientras abrazaba a Vanessa. Todo el mundo miraba a Rich, a Ayme y a mi.
No me interesaba, Ayme ante tal vergüenza, se dió la vuelta y se largó molesta.
-no diré nada.- mi padre alzó sus manos. Mi madre sonrió, mis abuelos sólo rieron. Los miré.
-¿de qué se rien?.- pregunté molesta.
-tenemos la maldición de gustarnos alguien con quien es imposible estar.- mi abuela sonrió.
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-oye Isaac tenemos que darle la charla.-dijo mi abuelo riendo. Junté mis cejas y reí.
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-oh, pero claro.- mi padre se acercó a mi.-no tengas sexo, por que saldrás embarazada y morirás.- esto en vez de avergonzarme, me divertía.
