14: ABERTURA 1/2

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Sasuke

Decidí entrar al departamento, ya que nadie había contestado. La verdad tenía curiosidad de ver el interior del apartamento de este tipo. Pero mis ojos vieron la dura realidad que este chico vive cada día, las paredes estaban cubiertas de moho. Así como el techo goteaba y la sala la conformaba un sillón frente a la televisión que no era de plasma... la verdad las condiciones de esta llamado "apartamento" me daba lástima.

Volví a escuchar aquel ruido prevenir del baño. La disque "puerta" era una cortina... maldita sea.

-¿Kaichou? -abrí la cortina.

Mis ojos viajaron por aquel lugar.

Horrendo...

Escuche el sonido de agua siendo derramada, y lo vi. Totalmente desnudo con aberturas en sus muñecas en ellas brotaba sangre. Mi cuerpo se congeló ante aquella figura sin color, los labios de aquel chico estaban resecos. Sus ojos miraban al horizonte de manera pérdida. Verlo así me recordaba mi pasado...

Tome aquel cuerpo frío y sin color, recorrí un pasillo hasta llegar a su habitación. Lo tire a la cama. Estaba en pánico, que debería hacer. Este imbécil intento suicidarse...

-Naruto -dije mi voz sonaba preocupada.

Tu tienes la culpa Sasuke...

Cállate

Me sentía desesperado, que debería hacer. Nadie debe de enterarse de esto. Tome mi celular y me dispuse a llamar aún médico familiar.

-Diga... -contestó.

-Kagami... necesito que me hagas un favor

-¿Que pasó?

-Un amigo está en problemas..

Dudó y suspiro, se notaba cansado. Pero maldición esté chico estaba muriendo.

-Sasuke sabes que yo-

-Por favor -suplique- Esto es más importante...

-Esta bien, estaré ahí en quince minutos

Colgué.

Que debería hacer...el pánico aún seguía en mi cuerpo. Las manos me temblaban al ver a aquel chico rubio postrado en cama y con una respiración lenta. Me acerqué a el y puse mi mano en su frente. Estaba ardiendo en fiebre y lo peor, no sabía que hacer. Salí con rapidez hacia la cocina por un trapo o algo para colocarlo en su frente. Tome una toalla, así como hielos para sumergir aquello en agua fría y tratar de bajar la temperatura...

Llegue a la habitación con todo aquello que poseía. Me senté aún lado de aquel cuerpo pálido y puse la toalla fría en su frente.
Aquel chiquillo hizo un gesto de insatisfacción y abrió sus ojos, aún podía ver aquel brillo celeste que emanaban.

-Q-Que crees que estas haciendo... -susurro-.

-Ayudarte.

Fue la única palabra que pude decirle mis ojos no se atrevían a mirarlo. Me sentía un completo cobarde ya que esta situación me recordaba mucho a ella.

¡ME GUSTAS! PERO SOY UN CHICO © (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora