CAPITULO 5

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JULS

No sé cómo me deje convencer tan rápidamente de que me llevara a su casa. Era cierto que en mi estado no me podía sostener pero podría haber pedido un taxi. El caminó fue en silencio, en el coche solo se escuchaban nuestras respiraciones. Empezaba a hacer frio y creo que Drake se dio cuenta porque nuestras manos se chocaron para subir la temperatura del coche. Aparte la mano y el subió la calefacción.

-¿Qué es esa pistola que llevas tatuada en la mano?-no pensaba que fuera a preguntarme eso.

-Una larga historia.

Llegamos a su casa unos veinte minutos más tarde. Estaba mucho más decorada que el día anterior. Creó que le vino bien que guardara las cosas de la señora Greisen. Me senté en el sofá a esperar a que Drake me dijera donde podría dormir o algo, en cambio se fue hacía la cocina y vino con un vaso de agua y una pastilla.

-Toma. -me dijo tendiéndome el vaso. -Te dolerá menos la cabeza  mañana.

-Veo que este vaso no se te ha roto, bien-reí-el mostro una pequeña sonrisa y se fue escaleras arriba. Era la primera vez que lo había visto sonreír...

Seguí sentada en el sofá hasta que me llamó desde arriba. Me guie por la voz de Drake hasta una habitación que había en el fondo. Antiguamente era donde yo me solía quedar cuando mi padre estaba muy enfadado y a mí me asustaba su actitud. La señora Greisen fue muy buena conmigo.

-Aquí te puedes quedar esta noche. -En la cama había una camiseta y unas carzonas, serian de él. -El baño esta hay-dijo señalando una puerta a su derecha.

-Gracias-dije entrando al baño. Me duché, me puse solo la camisa ya que me quedaba por las rodillas y me acosté. Ya empezaba a sentirme mareada.

DRAKE

Me di una ducha y me dirigí a mi cuarto pero vi un poco de luz por la habitación en la que estaba Juls. Abrí con cuidado la puerta y la vi durmiendo. Había una pequeña lamparita encendida, se le veía tan calmada en la cama. Y esos tatuajes... me acerqué para apagarle la luz pensando que se le habría olvidado y observe los tatuajes de sus brazos. Eran increíbles. Le apagué la luz y encajé la puerta pero antes de entrar en mi habitación vi de nuevo luz en su habitación. La había vuelto a encender.

JULS

Me levante con muy poco dolor de cabeza, gracias a las pastillas que Drake me había dado. No entendía porque me ayudaba. Me lavé la cara y baje hacia la cocina. Drake no estaba. ¿Dónde estaría? Esperé un rato para desayunar con él y agradecerle su hospitalidad. Pero había pasado un rato y no llegaba, me serví un cola cao que encontré en un cajón. No me gustaba el café.

-Que aproveche-Drake entró por la puerta vestido con unos vaqueros ajustados y una camiseta de mangas cortas blancas, dejando ver esos tatuajes que sin saber porque, me volvían loca.

-Te estuve esperando, pero el hambre me venció-le sonreí. El se mostraba igual de frío que siempre.

-Nada.

-Por cierto, gracias. -solté

-¿Por qué?

-Por dejarme pasar aquí la noche.

-No es nada, no podia dejar que le dieras la tabarra al taxista. El no tiene la culpa de nada.

-Bueno... que aproveches si vas a desayunar. Yo me visto y... me largó-dije bromeando en un tono parecido del que me dijo el anoche.

Escuche risas por detrás de mi mientras subía las escaleras. Me di una ducha pensando en que habría pasado con Boston y seguí con la duda de que hacía hablando con Drake. Me lie una toalla al cuerpo y mire en uno de los cajones de mi antigua habitación con la esperanza de que siguiera habiendo algo de ropa de cuando venía aquí. De hace 1 año. Encontré un vestido azul de tirantes playero y unas sandalias, a pesar de no ser el estilo habitual de siempre me gusto como me quedaba. Salí de la habitación con mi vestido y los tacones de ayer en el brazo. Drake estaba en el sofá con el móvil, con su vista pegada a la pantalla. Levantó los ojos del móvil y me recorrió con la mirada.

-¿Y ese vestido? -me preguntó levantándose del sofá.

-Estaba en unos de los cajones del cuarto. Espero que no te moleste-Drake asintió serio.

-No, sería alguna prenda antigua de la señora que vivía anteriormente. - Asentí esta vez yo, me despedí con la mano y salí por la puerta. Drake no se despidió de mí, nada raro.

Chica MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora