CAPÍTULO 22

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El despertador suena a las diez de la mañana y me apresuró a apagarlo para no despertar a Juls. Se le ve tan inocente cuando duerme, ¿Qué me queda por saber de ella? Seguramente lo mismo que le quede a ella conmigo pienso. Me levanto de la cama sin hacer ruido y me meto en la ducha. Pienso en todo lo que está pasando. Cada vez que paso más tiempo con ella menos quiero que se vaya. Salgo de la ducha y me pongo unos vaqueros negros y una camiseta blanca. Bajo a la cocina y me preparo algo de desayunar. Me acuerdo que a Juls no le gusta el café y busco entre los armaritos de la cocina un sobre de cola cao. Doy con uno y lo dejo sobre la encimera. Para cuando se levante. Recibo una llamada y veo que es de Kaden.

-¿Qué es eso de que te han visto en un tiroteo en un hotel?-¿Pero cómo se ha enterado?

-Nada Kaden, unos asuntos que tuve que arreglar.

-Ni unos asuntos ni pollas Drake. Te deje que te fueras a China, y ahora vienes aquí y me la lías. Quiero verte en el local dentro de una hora.

-Allí nos vemos-confirmó. Todo esto me lo he buscado por ayudar a Blanca nieves pero no me arrepiento.

Cojo un papel y boli y le escribo una nota a Juls. Se la dejo al lado del sobre de cola cao y salgó a ver a Kaden.

JULS

Me levanto del calor que tengo. He sudado mucho esta noche. Me fijo en que Drake no está en la cama y miro el reloj, son las once. Sí que he dormido. Me levanto y voy a mi antigua habitación por si sigue habiendo algo de cuando estaba con Greisen. Encuentro otro vestido, es el único que queda ya. Me trae muchos recuerdos este vestido.

*Flasback*

Hoy es viernes, son los días en los que suelo ir a ver a Greisen desde que me fue con Jeff. El autobús me deja unas calles más lejos de la casa. Cuando llego, llamo a la puerta y Greisen me saluda con una amplia sonrisa. A pesar de sus setenta años sigue en bastante buena forma.

-Cariño. Pasa. ¿Cómo estás?

-Muy bien Greisen. Algo cansada. –Nos sentamos en unas sillas en la terraza y el pequeño cachorro de pitbull de la señora Greisen viene a saludarme.-He pequeño ¿Qué tal?-le digo al animalito acariciándole su pequeña cabecita.

-Muy bonito el vestido Juls-sonrió, me lo regalo ella el mes pasado cuando cumplí los 16. El pequeño cachorro sigue en su ademán de subirse en mi regazo. Lo subo. Greisen me ofrece una coca cola y cuando voy a darle un sorbo, el cachorro se mueve y me la tira encima. ¡Pero qué fría!

-¡Weeknd! ¿Pero qué has hecho?- Empieza a decir Greisen.

Yo solo puedo reírme, el cachorrito también se ha mojado y está muy gracioso empapado de coca cola. Greisen se levanta y va a buscarme una muda. Es otro vestido. Deje aquí algún que otro por si acaso.

-Toma cariño-dice tendiéndome un bonito vestido rojo playero.-Lavare el otro. No te preocupes.

-No pasa nada Greisen-rio

Seguimos conversando de cómo nos va a las dos. Greisen piensa que estoy trabajando en una cafetería. No quiero que se preocupe por la vida que llevo. Miro mi reloj y veo que son las una del mediodía. Debo de irme. Va a llegar.

-Oye Greisen.-le digo levantándome.-¿Quién es el chico?-llevo preguntándoselo casi toda mi vida y no me contesta nunca.

-Un chico muy guapo cariño.

-¿Por qué no me quieres decir quién es?

-Porque si sale todo bien, un día lo conocerás.-¿Qué tiene que salir bien? Greisen camina adentro de la casa y sé que la conversación se ha acabado. Llevo desde los doce años en casa de Greisen, sé que el chico venía y se iba pero nunca lo he visto. ¿Por qué Greisen? ¿Por qué?

*Fin Flashback*

Este fue el vestido que mi ahora querido perro derramo de coca cola. Sonrío al recordarlo. Greisen siempre decía que nos llevábamos muy bien. Siempre lo estuve cuidando y jugando con él cuando iba a visitarla, y meses más antes de su muerte dijo que me lo quería regalar. Dejo un poco los recuerdos al margen y bajo a la cocina a desayunar algo. Paseo mi vista por el salón y veo que Drake no está. Se abra ido. En la encimera de la cocina veo una nota, junto a un sobre de cola cao. Se ha acordado, oh.

Blanca nieves, he salido fuera por unos asuntillos.

Tardare unas horas, no quemes nada.

Me sirvo una cola cao y busco algo que comer. Encuentro unos dulces y me sirvo. Para vivir solo tiene la casa muy organizada y la despensa bastante llena. Friego los platos y llaman a la puerta. Grito un ¨VOY¨ y corro hacia la puerta. Tras ella hay una chica bastante guapa con una bolsa. ¿Quién es?

Chica MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora