CAPITULO 12

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JULS

Quería detener su beso pero no podía. Eran como droga para mí. Había besado a muchos tíos pero ninguno me había producido lo que estaba sintiendo en este momento con Drake. Esas putas mariposas en el estómago que si no quería sufrir y hacer las cosas bien debía eliminarlas. Empecé por parar el besó. Respirábamos con dificultad debido al efusivo beso. Nos quedamos mirando durante un par de segundos hasta que Drake habló.

—Te tocó cocinar—acarició mi mejilla cosa que me cogió de sorpresa porque era lo que menos me podía esperar que hiciera y se dirigió hasta el coche. Entre después de él y cerré la puerta tras de mí. Ninguno de los dos hablo durante el camino hasta ¿su casa? Si íbamos allí me temía lo que probablemente pasaría y no podía permitirlo. No me podía dejar hacer daño de nuevo por otro hombre.

—¿A dónde vamos? —me atreví a preguntar.

—A mi casa.

—Prefiero invitarte a cenar. —esperaba que eso le valiera.

—Esa no era la apuesta Blanca nieves, así que no—dijo mostrando una sonrisa de lado.

No dije nada más mas durante el camino ya que me daba por vencida. Actuaba en mí de forma que hacía lo que él quería de forma inconsciente. Realmente no es que no quisiera ir a su casa, solo que me temía lo que podía pasar. La casa ya estaba ordenada del todo, sin cajas de por medio y las cosas es su sitio. Deje mi bolsa en el sofá y me quede parada junto a ella, no sabía que hacer.

—¿Qué haces hay parada? Tengo hambre Blanca nieves.

—Calla, o te puedo dar de cenar esto—dije levantando mi puño.

—Eh, deja lo puños y haberlos usados antes. —se fue acercado a mí y para detener el acto avancé hacía la cocina. —¿Lasaña no? —le dije gritando desde la cocina.

—Sí, espero que sepas hacerla. —Fue hacía la nevera y la abrió sacando de ella queso, carne picada y demás. —Me voy a duchar, no me quemes la cocina.

No tenía ni idea de hacer lasaña, recuerdo que la señora Greisen solía hacerla en muchas ocasiones cuando iba a visitarla un chico. Nunca supe quién era, Greisen me pedía esos días que estuviera fuera. Desbloqueé el móvil y busqué en internet la receta de la lasaña. Me resultó complicado cogerle el tranquillo al principió pero siguiendo bien los pasos conseguí mezclarlo todo a la perfección. Busqué entre los muebles de la cocina buscando un bol para batir, era una mezcla diferente y pasaba de tener que fregar el bol, fregar que fregara él luego. Se escuchaban pasos desde la escalera. Drake entro a la cocina y se acercó a mí por la espalda. Sabía que no llevaba camiseta por su piel mojada tras de mí. Levanté la cabeza para poderle ver y esté sonrió y agarro con su mano derecha el batidor con el que estaba batiendo la mezcla. Hice caso omiso a la situación en la que me encontraba y seguí dándole vueltas al batidor sobre el bol con la mano de Drake encima de la mía. La situación me superaba, tenía ganas de darme la vuelta y besarle, de que me hiciera suya. Las jodidas mariposas habían vuelto de nuevo y el corazón me latía exageradamente debido a lo cerca que estaba su cuerpo del mío. De repente Drake dejo de batir y me dio la vuelta quedando frente a él. Sus profundos ojos grises me miraban más de cerca y me sentía inmune ante él . Bajé la vista de sus hermosos ojos grises a sus labios, eran apetecibles. Drake hizo lo mismo y se acercó más a mí, me agarró de la cintura y se abalanzó a besar mis labios. Le deje entrada a su lengua y ambas jugaron apasionadamente una con la otra. Era alucinante la sensación que sentía en aquel mismo instante. Necesita más de él, ¿yo necesitaba? No, no me lo podía permitir. Paré el beso y me aleje de él.

—Esta vez no Blanca nieves.

Drake volvió a agárrame de la cintura pegándome a él, no le deje paso a mi boca cuando me volvió a besar. Bajo hasta mi cuello dejando pequeños besos en él, las ganas que tenía de estar así con el eran mayores que el miedo que tenía de lo que pudiera pasar después, se acercó a mis labios y le deje paso a su lengua, continuaron con el juego que habían comenzado antes, agarre su cuello con mis manos atrayéndolo más hacía mí. El beso se intensifico aún más y envolví sus caderas con mis piernas. Drake fue subiendo las escaleras conmigo encima besándonos. Era evidente lo que iba a pasar pero aquel hombre me estaba volviendo loca, en todos los sentidos, y deje el miedo de la necesidad por la necesidad de placer.

DRAKE

Subí las escaleras con Blanca nieves sobre mí. Me estaba volviendo loco tenerla tan cerca y no poder hacerla mía. Lo que me pasaba con ella no era igual que con las demás, no sabía lo que tenía por ella, solo sabía que me volvía loco en todos los sentidos. Abrí la puerta de mi habitación empujándola con la espalda. Dejé a Blanca nieves sobre la cama y comencé a besarle el cuello. Se estremecía y me estaba poniendo bastante cachondo. Me quité la camiseta y me deshice del pequeño top negro que llevaba Blanca nieves dejando a la vista sus hermosos pechos. Comencé a besarlos sintiendo algo nuevo en mí. Blanca nieves se abalanzó hacía mí y nos deshicimos del resto de ropa que nos sobraba.

Me levante de madrugada con la pequeña cabeza de Blanca nieves sobre mi pecho, lleve mi mano a su pelo y lo empecé a acariciar. Nunca antes había dormido con ninguna otra tía. Siempre que me las llevaba a la cama  cuando acabábamos yo me iba a dormir a otra habitación, no me gustaba dormir con ellas pero con Juls ha sido algo totalmente diferente al follarmela sentía que nuestros cuerpos encajaban perfectamente el uno con el otro, como si estuvieran hechos para estar juntos y no me quería separar de ella. Parezco gilipollas diciendo todo esto, pero era la jodida verdad, aunque de momento no le iba a dar mayor importancia.

JULS

Desperté con un brazo tatuado agarrándome de la cintura. Me di la vuelta quedando enfrente de Drake, sus ojos estaban cerrados y se le veía tan tierno... Acaricié su mejilla pensando en lo maravilloso que fue hacerlo la noche anterior con él. No era virgen pero nunca antes había sentido lo que sentí anoche con Drake estando con otro chico. Pasé a revolverle el pelo con cuidado de que no se despertara, las mariposas volvieron por si solas a mi estómago y empecé a ver la posibilidad de que me gustara Drake. Que me gustara de una manera diferente a de la que ya lo hacía, a cualquier chica le gustaría Drake, es todo un dios griego pero para mí no era solo eso. Me bajé de la cama agarrado mi ropa y salí de la habitación mirando a Drake por última vez, seguía en la misma posición. No podía seguir viendo a Drake si no quería enamorarme de él. Por más que lo quisiera negar, cada vez que pasaba más tiempo con Drake mis sentimientos crecían pero no me quería enamorar de él. Lo malo es, ¿y si ya estoy enamorada de Drake? No pensaba que pudiera ser así, por eso cuanto antes parara esta tipo relación que teníamos sería mejor. Llame a un taxí que me pasó a recoger para llevarme a mi departamento. Dentro de 2 días tendría el almuerzo de abogados y ya que no iría ese día a la universidad tendría que empezar a ponerme al día desde hoy. Le pague al señor canoso que conducía el taxi y llame al ascensor.

Chica MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora