Haley:
-¿Estás lista?
Theo se encuentra en la entrada de mi habitación, vestido en traje y corbata. Bien descarado de su parte, debo admitir. Mi vestido dorado cae justo después de mis caderas, mostrando más pierna de lo necesario. Pero un poco más de pierna nunca es algo malo. Especialmente porque Theo siempre me dijo que ama mis piernas.
-Te ves hermosa,- tartamudea.
Miro a mis tacones dorados sin poder evitar sonrojarme. Son tan altos que casi puedo alcanzar a mi cita. Esperen, ¿qué estoy diciendo? Esto ni siquiera es una cita.
-Tu no te ves tan mal,- lo admito, mi voz se escuchó suave, muy tímida para mi gusto.
-No seas tan amable,- bromea mientras salgo de la habitación. Me ofreció su brazo para sostenerme de el. Esto se siente tan normal, tan cómodo. Casi como si nunca hubiéramos parado de amarnos...bueno, casi como si él nunca hubiera parado de amarme.
Afuera había una limusina esperándonos. El interior de estaba engalanada con luces. Habían botellas de champaña en hielo, la cual abre apenas el vehículo se pone en marcha. El fuerte 'pop' resonó por toda la limusina. Theo sirvió dos vasos. Sé que no bebo alcohol hace un tiempo pero no creo que pueda sobrevivir esto sin un poco de alcohol en mi sistema nervioso. No está mal, ¿no?
-Por nosotros,- dice entregándome una copa mientras el mismo sujeta la suya.
Una sonrisa aparece en mi rostro inmediatamente. -Por nosotros,- le respondo.
-Así que dime,- comienza a tomar un sorbo de su copa. -¿Cómo estás?
-¿Cómo estoy? Bueno, supongo que bien.
Mentira.
-De hecho, todo está yendo bastante bien.
Mentira.
-Me alegro.- No suena muy alegre. Es más, ya casi puedo ver cómo será el resto de la noche. Theo me va a preguntar cosas sin sentido para simplemente llenar el silencio, yo, por otra parte voy a tratar de sonar lo más alegre posible, aunque cada cosa que diga será una mentira. Pero él no se dará cuenta. Me lo va a comprar todo, como siempre. E incluso si se llegara a dar cuenta, va a actuar como si nada, porque no querrá admitir que no estoy bien. Que soy un desastre sin él.
-¿Qué hay de ti?- le pregunto enmascarando el dolor que siento al soportar esta conversación. Atraigo mi mano hacia mi cuello tomando un medallón que cuelga de este, su suavidad calma mis acelerados latidos y mis tejidos nerviosos.
-Increíble. Divergente ha sido un gran éxito, he recibido mucho crédito.
-Oh, apuesto a que si.- Creo que mi tono de voz fue un poco hostil. Pero Divergente fue la causa de nuestra separación así que ¿cómo no serlo? Después lo que he dicho Theo llegó a la misma conclusión que la mía.
Silencio. Muerto. Incomodo. Silencio.
Pronto el coche de detuvo y el chofer se encontró abriéndonos la puerta. Estamos en un restaurante. Uno verdaderamente lujoso. Mis padres me trajeron aquí para mi cumpleaños número trece. Éramos nosotros y unos cuantos amigos de la primaria. Obviamente perdí el contacto con todos ellos. Para cuando mis padres habían muerto, la única persona a la que tenía era Colin. Él era el único que no se sentía asustado de mi presencia. Era el único que sabía él significado de amistad.
Sigo a Theo por el interior del restaurante de una forma casi robótica. Ya hemos llamado la atención de algunas personas. Las mujeres nos miran de una manera ansiosa y envidiosa a la vez. Tal vez lo reconozcan a él, pero no saben quién soy yo. Para ellas soy solo una chica, o incluso una fan que tuvo suerte de tener una cita con el único Theo James. Si tan solo ellas supieran la historia completa.
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Lovespoken - Theo James (traducción) BAJO EDICIÓN
JugendliteraturHaley nunca imaginó que su vida llegaría a ser de la manera en la que es ahora. Nunca imaginó que sus sueños se encontrarían con la realidad. Ha esperado esto toda su vida. Pero el sueño no es tan bueno como se supone, debería ser. Junto con los p...