Capítulo 11

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A la mañana siguiente me despierto en los brazos de Theo. Su respiración es tranquila mientras sus sueños ocupan su atención. Tuve una hermosa  noche sin sueños. Theo debe haber atrapado los demonios que cautivan mi mente.

Como él todavía está profundamente dormido debajo de mí, me tomo el tiempo para admirar su habitación. Estamos tumbados en una cama de cuatro postes con sábanas rojas de seda en un colchón king size. Justo enfrente de la larga habitación, hay un televisor de pantalla plana montada a pocos metros encima de una chimenea de gas. Es una de las pocas habitaciones en la que la alfombra reemplaza los pisos de madera. Es de color beige claro. A uno de los lados de la chimenea hay una entrada que asumo, conduce a un cuarto de baño. La pared que está enfrente de la puerta tiene un walk in closet. Las paredes son de color crema. Muy elegante, muy sencillo. La única cosa en su habitación que hace que parezca que alguien vive aquí, es el vaso medio lleno de agua en la mesita de noche y el libro Divergente al lado de este.

No se porque, pero el pensamiento de Theo leyendo hace que una risa ahogada emerja desde mi garganta hasta mis labios.

El peso debajo de mí se desplaza y una voz áspera llena el silencio, -¿Qué es tan gracioso? ¿Estoy babeando?- Dios, nunca pensé que una voz soñolienta podría ser tan increíblemente sexy.

Me giro, así que estoy ahora en mi estómago apoyada en el pecho de Theo, mirando fijamente a sus ojos. Tan pronto com ve mi cara, una sonrisa aparece en la suya.

-Buenos días,- digo.

-Para ti también hermosa, ahora dime, ¿qué es tan gracioso?

Si la curiosidad matara, Theo ya estaría muerto. -Nada, solo que acabo de ver ese libro en tu mesita de noche y algo sobre imaginarte leyendo es histéricamente gracioso.

-¿Qué? ¿Crees que no leo?- Su voz se quiebra. Ahogo una risa cuando Theo me mira.

-Es solo que nunca te imaginé haciendo una cosa así. Pero hey, no te voy a juzgar sólo porque ese es mi libro favorito de todos los tiempos.

-¿Lo has leído?- Pregunta, encendiendo una chispa en sus ojos. Nuca en mi vida habría vinculado a Theo como un hombre que lee libros y los aprecia.

-¿Cuál es tu personaje favorito?

-Tobias, ¡obvio!- Digo como si fuera la respuesta más obvia del mundo. Una sonrisa se planta en el rostro de Theo. Asumo que es otro de sus bromas internas. -¿Sabes qué hora es?

Theo se da vuelta y mira hacia la mesita de noche que está a su lado,- Son las ocho, ¿por qué?

Mis ojos casi se salen de mi rostro. Robert quiere que esté allá a las ocho y media. Aparentemente hay una junta sobre una película que se va a estrenar este 2014 y necesita que atienda sus llamados mientras él no esté.

Lanzo las mantas y corro por el pasillo a mi habitación. Rápidamente me pongo un par de pantalones y una blusa de color azul claro. Una mirada rápida en el espejo me informa que pareciera como su acabara de salir de una piscina. Al no tener otra opción, me paso el cepillo de pelo por mi cabello enredado mientras me lavo los dientes.

Cuando bajo Theo ya está vestido, luciendo encantador como siempre. Theo toma las llaves en sus manos. -¿A dónde vas?- Le pregunto.

-¿Qué dices sobre llevarte al trabajo hoy?- Sin tener tiempo de discutirlo, acepto.

Todo el camino hacia el trabajo mantengo mis ojos pegados al reloj. Theo trata de calmar mis nervios empezando con el juego de las preguntas nuevamente. Aunque apenas le pongo atención.

-¿Cuál es tu primera cita ideal?

-Cena con velas.

-¿Te gusta vestirte elegante?- Hace otra pregunta, rompiendo completamente las reglas del juego pero estoy muy estresada como para enfocarme incluso por una vez en las reglas del juego.

-Claro. No sé. No tengo nada contra eso.

Ahora son las 8:25. ¡Vamos Theo, date prisa!

-¿Cuál es tu escenario favorito para una cena?

-Algo acogedor, pero original.

8:26

El coche se detiene en la acera. Sin pensar abro la puerta de este. Estoy a punto de salir del auto cuando recuerdo a Theo. Rápidamente me doy vuelta y planto un beso firme en sus labios. Lo menos que quiero hacer es dejarlo, pero apenas conseguí este trabajo. No puedo arriesgarme a perderlo.

Llego a la oficina de Robert a las 8:30 en punto. Rápidamente arreglo mi cabello alborotado y formo una perfecta sonrisa falsa en mi rostro.

-Buenos días señor Friedman.

-Buenos días Haley. La junta empieza en diez minutos. Asegúrate de que todos estén en la sala de juntas ejecutivas.

-Si señor. ¿Puedo preguntar de qué película estamos hablando?

-Estamos trabajando en la producción de Divergente. Aunque no puedo darte ninguna otra información por ahora. Es extremadamente confidencial.

Me río para mis adentros. Theo y yo estábamos justamente hablando sobre esto en la mañana.

Que coincidencia.

Lovespoken - Theo James (traducción) BAJO EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora